77º Cap - Serkan prohíbe a Nadire hablar con Cemil

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Serkan pide café en la habitación para los dos, después de hacer un delicioso amor por la mañana.

- No sé por dónde empezar, después de mirar toda esta tabla.

Serkan sonríe.

- Empieza por lo que más te guste. Pan de queso, que compro en Medialuna Argentina. Mira qué bien se ve. Prueba un poco.

- Es muy parecido a un croissant.

- ¿Quieres café puro Nadire?

- No. Añade un poco de leche.

- Hoy vamos a almorzar en la ciudad. ¿Estás bien querida?

- Oye, ¿quién dijo que ibas a quedarte encerrada en mi habitación por una semana?

- Oh, ¿ahora recuerdas lo que dije?

- Claro que lo recuerdas y por lo que veo el señor Serkan Topaloglü no pudo soportar la presión de la luna de miel.

Serkan mira a Nadire sonriendo.

- ¿No pude soportar la presión? ¿I?

- ¿Qué va a hacer Serkan? Bájame.

Serkan la toma en brazos y la tira sobre la cama haciéndole muchas cosquillas.

- Te mostraré quién no pudo soportar la presión.

- No, Serkan se detiene. Me rindo.

Nadire espera a que Serkan se vaya y empieza a burlarse de él de nuevo.

- Serkan no es nada. Serkan no es nada.

- Ahora te atraparé.

Nadire se tumba boca abajo, apoyando la cabeza en la almohada para que Serkan no la bese, sino que se tumba encima de ella.

Después de sentir su pene nuevamente erecto, Nadire intenta escapar.

- No. No huyas.

Ella sonríe mirando ese enorme órgano erguido.

- No puedo creer que esté así otra vez.

- Eres tú quien lo deja así.

- Pero ayer tuvimos mucho sexo.

- Y todavía vamos a tener mucho sexo hoy. ¿O no lo estás disfrutando?

- Me encanta.

Nadire se muerde el labio, porque sabe el placer que es estar en la cama con él.

- Iba a reducir la velocidad, pero me provocaste, ahora espera, porque sólo me levantaré de aquí cuando vuelva a bajar.

- Entonces resolvamos esto ahora.

Nadire cambia de posición, tocando con sus labios la cabeza del glande de Serkan, e incluso éste echa la cabeza hacia atrás, sintiendo la enorme sensación de placer que esto le produce.

- Ve a chuparlo, él lo chupa.

Sosteniéndolo con una mano, Nadire toma el pene de Serkan en su boca caliente, haciéndolo gemir.

- Eso. Así se va Nadire.

A medida que su lujuria aumenta, Serkan empuja casi todo dentro de la boca de Nadire, llegando hasta su garganta.

Con cada fuerte mamada de Nadire, él gime como loco y no pasa mucho tiempo hasta que se produce una caliente eyaculación.

Con la boca llena de semen, Nadire va al baño y cuando regresa, Serkan la espera sonriendo.

- Estás aprendiendo muy rápido, mujer.

- ¿Te gustó?

- ¿Me gustó? Me encantó. Ven, terminemos nuestro desayuno.

El acuerdo (Español)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora