Dos primos huérfanos, solteros, guapos y sinvergüenzas, dirigen una famosa agencia inmobiliaria en Turquía, con la ayuda de dos ambiciosos tutores.
Queriendo deshacerse de los viejos guardianes, montan "El Acuerdo" y se casan con dos jóvenes de las...
- Azra dijo que ha llegado el momento de que conozcamos el secreto de Altan.
- El secreto debe ser que robaron en la Agencia Inmobiliaria.
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- Eso es lo que siempre hicieron Fuat. De lo contrario no se habrían hecho ricos tan rápidamente.
Nadire y Arzu se miran.
- Creo que algo mucho peor.
- ¿Qué te imaginas abla?
- No tengo idea, pero lo sé por el tono de voz de Azra. Hicieron algo peor que robar el "Atatürk". Algo que hizo que Altan pusiera a Azra en un asilo durante tantos años.
Seda lo escuchó a escondidas, negó con la cabeza y se dijo a sí misma.
- Así es señora Nadire, hicieron algo terrible, que me da miedo siquiera pensar en ello.
Ilkay se despierta y encuentra a Raif sentado esperando.
- Merhabá. Me alegro que hayas despertado.
- El tipo del coche. Merhabá.
- Mi nombre es Raif. ¿Puedes decirme ahora tu nombre y de quién huías?
Ilkay se sienta en la cama y Raif la observa.
- Mi nombre es Ilkay.
- Ilkay, bonito nombre.
- Gracias. ¿Cómo llegué aquí?
Ilkay mira a su alrededor y se da cuenta de que está en un hospital.
- Te traje aquí. Creo que te saqué de un apuro Ilkay, los doctores dijeron que estabas muy lastimado. Tu cuerpo está cubierto de marcas.
- Incluso. Se necesita toda una vida.
- ¿Quién te golpeó?
- Mi marido. Mi marido me pegaba casi todas las semanas.
- ¿Qué tonterías me estás diciendo?
Ilkay llora y Raif le da un vaso de agua.
- Tienes que denunciarlo Ilkay.
- No, por favor. No puedo.
Ilkay dice desesperadamente, sosteniendo el brazo de Raif.
- Él está bien. Mantén la calma y dime ¿por qué?
- Él me encontraría y me llevaría de regreso. Ya no quiero volver a ese infierno.
- No te encontrará y si te encuentra no dejaré que te lleve.
- ¿Lo prometes? Si Altan me encuentra me castigará, es muy violento, solo quiero escapar, ayúdenme por favor.
- Escucha, Ilkay, mantén la calma, ya nadie te pondrá un dedo encima. Prometo.
