Tu amor es mi nuevo tesoro (Fafnir × Oc)

Capítulo 9

‹Los tesoros no necesariamente deben ser grandes riquezas o un título llamativo›

El silencio aún era perceptible, el único suave sonido que podía escucharse era el de sus respiraciones, las manos de Fafnir seguían sujetando de forma suave las mejillas de ____, la trataba con la delicadeza necesaria, mantenía el agarre con ambas para no permitirle alejarse pero no usaba demasiada fuerza para no lastimarle el rostro, aunque por alguna razón... ella no se alejaba.

La chica aún con ambos ojos abiertos sentía un mar de emociones ahogarla lentamente, llegando al punto de nublarle la mente con tantos pensamientos que sufrió un "corto circuito" por expresarlo de alguna manera, ésto mismo le hizo bloquear todo y dejar a un solo líder sobre todas sus acciones, aquel culpable de que cada vez que se cruzará con ese sujeto sólo pudiera pensar que aunque no se habían "conocido" de la mejor manera todo estaba bien, que debía sentirse tranquila y segura, el único que le gritaba en ese preciso instante que se dejara llevar por lo que él hacía... y ese único, despistado e inconsciente que la hizo aceptar ese beso... era su corazón.

Dejándose guiar ahora por ese tonto corazón y el de mayor altura cerró sus ojos lentamente aún sintiendo sus labios, puso sus manos con algo de temor sobre su pecho y ahí es donde cometió un pequeño error, uno que ni en mil vidas podría haber considerado que fuera una mala acción por lo simple que fue... cedió ante él todo el control...

Ese simple hecho de ella haber puesto las manos sobre su pecho le dió a Fafnir la respuesta que había estado esperando, si bien no eran sus palabras admitiendo que cedía ante él, eran sus acciones las que lo hicieron "entenderlo" en solo un instante.

Las manos del azabache dejaron sus mejillas y ahora se hacían con la chica para sí mismo, su mano izquierda se colocó en la espalda de la joven y descendió lentamente hasta llegar a su cintura, la cuál abrazo y atrajo hacia sí mismo de manera posesiva como era de esperarse, su mano derecha por otra parte había acariciado la mejilla de la joven y había comenzado a deslizarse hasta su nuca sujetando la misma con una intensidad igual a su forma de abrazarla, el beso estaba haciéndose más cercano, más apasionado, más firme y por parte de él, posesivo...

Pasó un breve lapso de tiempo desde que sintió los brazos de Fafnir tomarla y pegarla a él como si su vida dependiese de ello, mientras ella solo podía sujetarse de su pecho aferrándose a sus ropas como si de manera inconsciente también deseara mantenerse tan cerca de él como le fuera posible, todo esto hasta que necesitó respirar y se vio forzada a girar un poco su rostro cortando aquel beso.

Su respiración era irregular, se escuchaban suaves jadeos de sus labios al tratar de recuperar un poco de aire, sus ojos habían quedado entre abiertos solamente y su rostro estaba completamente rojo, su respirar aún chocaba en el rostro del más alto quien parecía mucho más tranquilo que ella, solo había abierto los ojos y dejado sus labios muy ligeramente separados, admiraba cada detalle del rostro de la hermosa chica que tenía en sus brazos, no sentía mayor deleite que verla en ese preciso momento así... vulnerable ante él otra vez, y casi sin poder resistirlo dejó salir una risa típica de él, tal como había dicho antes, él había ganado ante la chica, ella aún sin palabras y según él, debido a sus acciones, había accedido a pertenecerle...

—¿Q-que rayos crees que es divertido o gracioso? N-no creas que...— la peliroja al escuchar aquella risa volvió en sí misma e intentó averiguar qué ocurría, pero como ya pasaba habitualmente, el contrario la interrumpía al hablar.

—¿Divertido? Pues el hecho de que parecer contradecirte a ti misma, dijiste que no accederías a ser mía pero... te ví muy a gusto con lo que acabo de hacer~— nuevamente el tono de superioridad se escuchaba en su voz, estaba seguro de que ella no podría rebatirle nada, o al menos eso pensaba él.