El aire acondicionado arrulla con suma facilidad su existencia, llevándolo a luchar contra sus ojos, los cuales frota cada cierto tiempo para evitar caer en la inconsciencia. La misión de guiarlo por el camino es más importante, así que la imagen del mapa debe esclarecerse antes de que den un giro erróneo y ambos acaben más extraviados de lo que estuvieron minutos atrás; vira al sentir la mirada de reojo del adulto, quien parece debatirse en si compartir su opinión o no. "¿Por qué no intentas dormir un poco? Luces agotado" niega de inmediato, levantando ambos pulgares en señal de que está en excelentes condiciones, independientemente del bostezo. Lo que hace a Heinz bufar, quejándose de su naturaleza recia de no ser ayudado. "¿Por qué todos los agentes creen que pueden controlarlo todo? ¡Sabes que no eres un ornitobot! ¿Por lo menos puedes aceptar un poco de café si eres demasiado para una siesta?" un no me contestes en ese tono se inmiscuye en lo conversación cuando el ruido particular sale a flote.
Desecha la idea de golpear su brazo, ha tenido suficiente con una prueba de manejo para saber que sería atroz que pierda su licencia y vuelva a pedirle que lo acompañe a tramitarla; en cambio cruzó los propios, recostándose unos segundos en el asiento para pensar en la propuesta.
En ese minuto, se esforzó casi dos por volver abrir los ojos.
"De acuerdo".
El coche da una vuelta caótica, avivando cada sentido de alarma que yacía dormido.
"¡Me han dicho que hay un buen lugar cerca!"
¿Dónde hay un papel y pluma cuándo lo necesita? Si sus manos alguna vez se despegan del cuero de segunda mano, necesitará volver a reescribir su testamento, modificando algunas cláusulas que protejan al culpable de su muerte por impacto. La velocidad baja contrario a la celeridad de sus latidos.
Le mira de reojo, debatiendo entre si acuchillarlo con la vista o firmar su muerte con un golpe en las costillas.
"¿Demasiado rápido?"
Suspira, dando un pellizco a modo de represalia.
Tiene suerte de que su estupidez junto a la falta de sentido le parezca atractivo.
"¡Nunca nos pondría en peligro!" la manera en la que lo dice lo hace reír.
Ladea su cuerpo en dirección a la ventana, reacio a continuar una discusión en la que ambos saben el resultado.
"Ambos podemos jugar al mismo juego, Perry el esquivo".
Lo alienta a intentarlo cuando el mundo vuelve a pesar en sus ojos.
Serán unos cuantos minutos, solamente.
U horas, o por lo menos eso dice el cambio de tonalidades del exterior, pasando de hilos brillosos a naranjas tenues y cobrizas, con árboles únicamente pasando delante y tras suyo; trata de encontrar el mapa que no se encuentra de sus manos, cuestionándose si siquiera están cerca del lugar. A punto de buscar su celular, lo encuentra a lado del termo de café, mismo que tranquiliza su estado anímico al inhalarlo; se remueve en silencio, sentándose correctamente al momento en que el auto va frenando ante la señal roja que demanda un alto total. Coge con cuidado el recipiente, bebiendo lentamente el líquido oscuro que es mucho más dulce de lo que acostumbraba; ¿acaso ha olvidado cuántas cucharadas colocaba? Lo vuelve a colocar en su lugar, asegurándose por segunda vez que los estragos aun borrosos no estén desorientándolo, más la radio presume el tiempo transcurrido, por lo tanto era inevitable estar o no extraviados.
Aun así, no podría estar molesto por permitirle reponer la energía que agotó al reparar la avería.
La luz verde aparece, denotando la concentración del caucásico en seguir el camino, permaneciendo indiferente a su estado de alerta. Lo cual le parece bien, demasiado, disfruta escucharlo cantar en bajo a sabiendas que una nota alta podría perturbarlo si siguiera en el letargo; vuelve a estirarse en busca del oro líquido, una vez lo posee, vuelve a beberlo con tranquilidad, superando la dulzura a cada trago.
Una mano conocida busca el objeto que ha cogido.
"Perry" el timbre de voz solo provoca que siga con el termo pegado en el pico. "Ese es mi café"
¿Qué?
Voltea a todos lados, encontrándose un termo idéntico con su nombre.
¿Qué acaba de pasar?
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31 ways to tell your nemesis that you like him
FanfictionLas palabras no eran lo suyo, literal y metafóricamente, pero nunca fueron necesarias para decirle lo que sentía, lo que necesitaba, que lo quería; y de igual forma, él tampoco lo necesito. Llegaron al punto en el que simplemente cualquier acción o...