El volumen de la televisión aumenta sin éxito alguno, dado que el ruido clarificado de la tormenta que golpetea la ventana del cuarto de hospital consume su sonido; vira la cabeza para observar por encima el clima; podría apostar que gracias a ella, las visitas se reducirían de golpe, principalmente, porque quienes no se encuentren postrados en cama deberán centrarse en evitar las inundaciones de la calle. La imagen en la pantalla se sume en negro una vez aprieta el botón de apagado en el control, no hay sentido alguno en sobrevivir el aburrimiento mediante series si no escucha la trama, ni podrá esperar con emoción que alguien cruce por la puerta. No es que muchos quieran viajar un tramo largo en Danville para visitarlo dado al incidente que sufrió en ese viaje escolar; claro, recuerda una cara no familiar ―sin contar a su némesis que le regaló una maceta con tulipanes amarillos y naranjas―, con una voz amistosa que pidió disculpas por envolverlo en el problema, lo cual no le pareció lógico, los accidentes que le ocurren son tan comunes. Intentó hacer memoria sobre el nombre del desconocido, en especial al recordar el obsequio improvisado de disculpas que le otorgó con sinceridad.
La tapa dura con la inscripción "Flores: su cultivo y lenguaje" no es una pista certera, y supuso que la leyenda "Devolver a Milo Murphy" podría serla.
Darle una oportunidad a la lectura es lo mejor que se le ocurrió, podría entretenerse o aburrirse hasta el cansancio. Lo cual fue el objetivo principal, dormitando por la letra H, ignorando la importancia de la T que se encuentra yacente en el otro obsequio importante.
Discretamente, el tiempo pasó de una manera tan agradable y fluida, que para la segunda vez que estuvo ahí, con la pierna contraria rota al remoto evento análogo, su némesis no era un némesis cualquiera, era especial, íntimo, alguien con quien podría quejarse de mil cosas sin importancia para ser pausado por un gesto suave, en algunos casos, cautamente romántico. De hecho, el mismo regalo de tulipanes se presentó, con una tarjeta similar de buenos deseos y un listón simpático.
Nunca preguntó por qué exactamente esas flores, ni lo concreto de los colores. Nunca le dijo si le agradaban o no los tulipanes, por parte de los tonos, la suposición es con lo que cuenta. El naranja debe ser una estrategia para recordarlo ¿pero el amarillo? Ninguno usaba esos colores.
De pronto se ve buscando entre sus cosas, impulsado por una hambrienta intuición que le dice puede descubrir ese secreto. Y lo hará, dado que el libro que llegó a culminar una vez ante el ocio, se coló entre sus cosas con intencionalidad. Iban a ver una exhibición de flores modificadas genéticamente y quería reconocer algunas para imitarlas en clase.
Coge la valiosa información entre sus manos, buscando la sección que enfoca la necesidad que vitorea.
Inicia por los tulipanes naranjas, dicha especie ayuda para animar a alguien en un mal momento, algo que no le sorprende, mas sus mejillas adquieren un tono durazno cuando se explica que busca transmitir de igual manera la conexión especial y de comprensión que hay entre ellos. Por parte de los tulipanes amarillos, expresan sinceridad y amistad, con algunos toques de alegría, todo estaría bien, sino fuera por el mensaje ambiguo que se le puede enfocar al amor. Donde expresan, con suavidad, el deseo de generar confianza y demostrar el cuidado que desea brindarle a la persona deseada.
Es imposible que supiera esos significados ¿verdad? ¿Cómo podría saberlos y repetirlo? Es decir, si lo supiera... ¿significaba que desde antes de que todo sucediera, le había declarado su amor? ¿O eran los detalles amistosos los que deseaba destacar? Ahora mismo, desconoce por cual idea inclinarse.
Decide vivir el sentimiento ardiendo en sus mejillas.
"¡Perry el ornitorrinco!" casi grita el 'eslogan', tosiendo de inmediato para reducir la conmoción. "Lo siento, es que estaba pensando en que, bueno, tú..." juega con sus dedos, con la seguridad de que no será presionado. "¿Conoces el lenguaje de las flores?" un gesto con la diminuta pata le da entender que su conocimiento es limitado.
Pregunta por los tulipanes, y él sabe lo que significan.
ESTÁS LEYENDO
31 ways to tell your nemesis that you like him
FanfictionLas palabras no eran lo suyo, literal y metafóricamente, pero nunca fueron necesarias para decirle lo que sentía, lo que necesitaba, que lo quería; y de igual forma, él tampoco lo necesito. Llegaron al punto en el que simplemente cualquier acción o...