La sala de maestra se llena de conversaciones amenas, transformando la naturaleza de los tópicos de manera tan constante que se sintió incluido, aun si se centra en la bebida que en involucrarse en la mayoría de los temas. En un punto, la gran mayoría de los profesores masculinos salen, dejando a las féminas y uno que otro compañero masculino en la sala, preparados para el ataque directo que lanzó la encargada de literatura. "¿Ustedes usan apodos con sus parejas?" la pregunta sería normal en otros momentos, sino fuera porque la mayoría de las respuestas eran bastante únicas. Nunca se imaginó que existieran tantas maneras para nombrar a alguien, o sí. Pero lo suyo era juego de palabras ¿no? O al menos anteriormente, es posible que ahora puedan considerarse algo románticos o un poco bobos.
"¿Y tú Heinz, usas alguno con tú pareja?"
Nadie de ahí conocía si se encontraba en una relación o no, con lo que contaban eran los rumores que ellos debatían. Negar o afirmar la pregunta sería incapaz de cambiar algo a esas alturas.
"Bueno, soy alguien que utiliza los nombres hipocorísticos en casi cualquier contexto" si era sincero, no conoce el nombre de la mayoría que se encuentra en la sala, los ubica únicamente porque ha exaltado alguna característica en especial para diferenciarlos de los demás. "Pero si te refieres a si lo usan conmigo, realmente no" la mayoría se limitaba a recortar su apellido, a usar su nombre o llamarle por Dr. D. A lo cual no vio problemas, no a todo mundo le agradaba los apodos, su persona llegó a luchar con esa tendencia ante la negatividad que existían en ellos al momento en que alguien trataba de referirlo en el pasado.
Escucho algunos sonidos de sorpresa, refugiándose en quienes estaban en la misma postura de no recibirlos/usarlos. Una parte preguntó el motivo de eso, la mayoría se centró en investigar si el hecho de no recibirlos/decirlos no les afectaba a la otra parte.
Entendió la curiosidad al igual que la intencionalidad, sin embargo se mantendría en una postura silenciosa, asintiendo con los comentarios defensores que resumían certeramente que no todas las relaciones eran igual, que se discutió o se dio a entender que no eran necesarios.
Aprovechó la discusión pacifica para retirarse del lugar, prometiendo a los pocos que les importó su partida que era por cuestiones de clase que de incomodidad; no le molestaba que preguntaran y se mostraran escépticos, es alguien que habla de más la mayoría del tiempo. Le creen, ya que lo ha demostrado bastantes veces.
Se despide, conservando la experiencia de hoy para contarla en el futuro.
El cual vino en tres días.
Se encontraban comiendo en la cocina, contándose el día del otro con tanta naturalidad hasta que una de las anécdotas le recordó el día en la escuela. "¿Crees que uso mucho los sobrenombres?" El ornitorrinco asintió, no sin antes afirmarle que eso no era malo, que le gustaba. "Estaban hablando de ello el otro día, sobre si los utilizábamos o no. Algunos se sorprendieron que no los utilicemos mutuamente, ¿puedes creerlo?" Ve cierta preocupación brillar en su mirada, por lo cual le sonríe apenas baja la taza de café a la mesa. "Por favor, Perry el formal, soy incapaz de exigirte que empieces hacerlo cuando no es algo que es parte de tú personalidad. Soy feliz cuando me dices Dr. D, lo juro" arrastra su silla, dejando que sus costados rocen. "Además, ¿no has dicho que soy quien habla por los dos?"
Un gruñido le hace alzar las manos, fingiendo pedir clemencia.
"Te defiendo ¿y que recibo?" lo tiran de la ropa, plantando un descuidado beso en la mejilla. La cara enrojece ferozmente. "Bien, tú ganas". Lo rodea con su brazo, siendo quien ahora reclama un beso a uno de los laterales de su cuerpo. "Me gustas tal como eres. Seas alguien de sobrenombres o no".
Los envuelve un reconfortante silencio, que culmina ante el nuevo descubrimiento que ofrece el aparato inteligente ajeno y la tos que ha nacido ante la casi asfixia con líquido.
"¿Qué?"
El nombre de contacto marca lo que espero, los emoticones de corazón era lo que jamás se esperó.
°
N/A
No saben todo lo que me costó para realizar todos los temas atrasados, tuve un problema que no me dejó tener cabeza para escribir. Pero esto no iba a poder conmigo, en definitiva, ¡así que vamos con todo a lo que queda!
ESTÁS LEYENDO
31 ways to tell your nemesis that you like him
FanfictionLas palabras no eran lo suyo, literal y metafóricamente, pero nunca fueron necesarias para decirle lo que sentía, lo que necesitaba, que lo quería; y de igual forma, él tampoco lo necesito. Llegaron al punto en el que simplemente cualquier acción o...