Slow dancing

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Avanzan, retroceden, giran, se inclinan, se sostienen, se sueltan.

¿Cuándo fue la última vez que bailaron así de lento? Rozando sus manos, fallando intencionalmente los golpes, saboreando los insultos que cantan al ritmo de su enfrentamiento. Presionando, chocando, combinando las respiraciones aceleradas de su pecho; podrían hacerlo más veloz, podría derribarlo con la cola, sostenerlo del cuello de la camisa para coronarse como vencedor al mantener dirigido su puño a su cara. Sería fácil finalizar con el ejemplo; no obstante dimite de ello. La sangre ardiendo es adictiva, un consuelo para los últimos días en los que ha lidiado con los mensajes entremezclados que existen entre ellos. La carta podría ser "falsa" pero los sentimientos siguen siendo reales, en un imparable crecimiento ante los actos inocentes de Heinz. Y ahora posee la cúspide de la agitación: danzan los tres pasos del vals, deciden cambiar de ritmo para convertirlo en un tango mortal. Corona por fin el golpe que comprueba que el bien vence al mal.

Los nuevos reclutas aplauden, algunos otros parecen festejar el espectáculo; ignorando los halagos, ofrece su mano a su acompañante, quien lo tira a un lado para comenzar a reír entre inhalaciones profundas de aire. "¿No has dicho que nunca bajen la guardia?"

Deja caer el puño en el pecho contrario, expulsando el aire que apenas recuperó.

Lo hizo.

Finalmente se levantan, indicando a los novatos que la demostración ha concluido por lo pronto, recordándoles que la clase de teoría sobre 'cómo llenar un formulario de manera correcta' les espera. Ninguno parecía particularmente interesado en ello, algunos solo demostraron frustración en ello. Ninguna facción de aburrimiento le perturbó, después de todo, nadie de su generación agradeció las largas horas rellenando los espacios en blanco de las indicaciones, menos quienes no podían sostener completamente un lápiz.

"¿Entrenador?"

Ha pasado por alto el intento de conversación de su apoyo.

Doof no parece molesto por ello. En realidad, luce relajado, contento. "¿Cuándo me ibas a decir que eres el nuevo instructor de OWCA?"

Eso.

"Estoy a prueba".

"¿Qué?" Estaba a punto de explicar que el protocolo exigía una semana de prueba, independientemente de los años de servicio que haya realizado. En especial porque nadie quería tramitar los documentos que permitirían que la plaza fuera inmediata. "¡Eso es absurdo! Eres su mejor agente, además, ¡tuviste a un némesis increíble! Tienen suficientes pruebas para saber que enseñarles no es nada que no puedas lograr. Tal vez aún no eres muy bueno en los planes en equipo ¡pero no significa que no puedas lograrlo! ¿En verdad yo era el villano aquí? ¡Francis estaría en problemas si la EEOC estuviera involucrada!"

La defensa se detiene al ver su indiferencia a la espera, o eso es lo que trata de creer, porque no puede borrar la ternura con la que le observa gracias a su fervor.

Mantienen la tensión por un momento, jurando que lo ha visto sonrosarse en un punto.

"Sigues sin responder mi pregunta" la conversación cambia, conservando únicamente el tema. "¿Planeabas decírmelo?"

Asiente, tentado a ridiculizarse por la repentina necesidad de jugar con sus dedos.

"¿Cuándo?"

"En tú reunión" firma, sintiéndose satisfecho por maniobrar con las manos. "Monograma publicará la lista de los nuevos instructores por la mañana. Pensaba decirte los resultados una vez terminara el evento".

"Oh". El ambiente tensó se desvaneció en un parpadeo. "¿Eso significa que es un día libre?"

No comprende el motivo de la pregunta, de igual modo, afirma.

Otra vez el cielo oscuro brilla.

"¿Te gustaría festejar conmigo, si, ya sabes, acceden a darte el trabajo?"

Parpadea varias veces, dudando en si está escuchando bien.

Y lo hace.

"¿Dónde?"

Lo ve curvar sus labios, en ese gesto que destaca siempre por tener una idea brillante en su cabeza; posiblemente acabe mal pero desea escuchar su propuesta.

"Estaba pensando, ya que tenemos tiempo de sobra, ¿por qué no se lo dejamos a la suerte? Si tú ganas, podemos ir a donde quieras, si yo gano ¡será una sorpresa!"

Se encuentra confundido, luego la claridad se transforma en un golpe limpio.

Así que van a bailar de nuevo.

Se abalanza, dispuesto a repetir los pasos lentos, girando con la masa más grande por el suelo hasta vencerlo.

31 ways to tell your nemesis that you like himDonde viven las historias. Descúbrelo ahora