Moving house

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Las cajas de mudanza se van acumulando en una de las esquinas, recibiendo halagos cada que hace un buen trabajo o las quejas se reducen a murmullos incomprensibles, casi infantiles; pocas veces se expresa de manera más física, con palmadas o uno que otro beso suave por encima en sus manos. Lo único que hace que valga la pena en todo eso, ya que no se visualizó "trabajando" para su hermano así; siente la mirada de su compañero en su espalda, seguro de que le está leyendo el pensamiento. Se queja, preguntando por qué eso debería ser un favor ¿cuándo Roger le ha brindado ayuda para devolverle la ayuda? ¡No es justo! Claro, el más bajo no cree eso. Sabe que las cosas que han vivido no han sido justas ―e intuye que en cierta medida, no le agrada su familia independientemente si su hermano menor es considerado bueno― pero sigue siendo un servidor del bien. Y se junta que han coincidido en que es una obligación por parte de sus superiores, mantenerse en buenos términos con gente asociados a la política siempre es algo que los beneficia, siempre y cuando coincidan con algunos de los pensamientos de la organización.

Deciden descansar un poco, apoyando sus espaldas en una de las paredes mientras beben de las botellas de agua que han conseguido por fuera.

"¿Por qué no podía usar un inador para esto?" la explicación que escuchó una hora atrás no aparece, en cambio, recibe un "error mío, debiste hacerlo" aparece. Llevándolo a reír en alto, acariciando la cabeza del agente que se deja malcriar ante su constante cariño. "Por lo menos, no tengo que escuchar alguno de sus discursos, o conversar con él, o escuchar las comparaciones de cómo eres un ejemplo a seguir. Eso último lo sé muy bien" intercambia su mano por su boca, repartiendo diminutos besos. "Ya eres mi héroe, ¿no?" al verlo cohibido, se aleja un poco, permaneciendo con la victoria intacta.

Decide aprovechar el aturdimiento para espiar entre las cosas, abriendo las cajas superiores que quedan a su altura.

"¿Quién usaría toda una caja para guardar corbatas?"

Esperaba un regaño, en cambio, lo vio hundirse en hombros. Comprende que está demasiado cansado, por lo cual se ve en la seguridad de levantar los ánimos con su propia personalidad.

Retira uno del compartimiento de cartón, mostrándole el patrón terrible que está en la tela. "Oh por―" no esperaba comentarios, decide colocárselo por encima, modelando la prenda con cierta burla. "¿Crees que con esto pueda ganar en la votación de que deberían servir en el comedor?" la manera en la que niega la cabeza le hace sonreír. Sobre todo al verlo contener una burla por el diseño. "¡Tal vez deberíamos buscar con que combinarlo!"

No le detienen, duda que lo hagan, porque el ambiente amerita algo de entretenimiento sano. De todos modos, su hermano no está en el lugar, así que no debe molestarle que se asignen un descanso ¿no es lo justo? No dejó especificaciones.

Si algo sale mal, será culpa del adulto.

Ha vuelto con la ropa que le queda grande por las complexiones distintas, de patrones tan desiguales que la sorpresa es cómo Perry puede mantener su compostura que se desliza, duras penas, en facciones que demuestran que si pudiera, se rompería a carcajadas. Posa, preguntando que tal luce, sorprendiéndose ante la casi inmediatez con la que le siguen el juego.

"Podría ser un buen disfraz. Me gusta como resaltan tus ojos".

"¡Hey! ¿No eras tú quien decía que no podías coquetear en horas de trabajo?" burla, buscando que no se note la facilidad con la que le apena.

Lo ve rodar los ojos, intercambiando el sombrero de fieltro por aquel de descanso.

"Eres terrible".

"No tanto como lo que llevas puesto".

Concuerdan, cediendo ambos a la risa que han contenido a lo largo del juego.

"¿Deberíamos volver al trabajo?"

No esperaba la negativa, ni que se acercara a su persona. De hecho ¿estaba esperando algo? Estaba con la guardia baja al punto en que se congeló al verlo aumentar su altura al escalar las cajas.

"¿Perry el-?"

Atrapan su rostro, dejando su mente en blanco cuando lo besan.

"Volvamos a la mudanza".

31 ways to tell your nemesis that you like himDonde viven las historias. Descúbrelo ahora