You make me a better person

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N/A Les recomiendo leer este último día como si fuera realmente el primero; y de antemano, agradezco por acompañarme a lo largo de este mes (es lo más constante que he llegado a actualizar).


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La retrospectiva siempre le ha colocado en un pedestal, como el salvador, el lógico, aquel que posee todas las respuestas a todas las dudas que puedan existir en los alrededores, y ciertamente, lo era con las cosas medibles, cuantificables. Si se trataba de investigar, de comprobar cosas mediante un método científico que creyese en totalidad de los métodos cuantitativos, era el experto ideal, para lo que requiriese mayor atención a lo cualitativo, a expresar lo que uno almacena por dentro que no puede ser categorizado por números o secuencias, era la peor opción en el mundo. Así que ser designado por alguien que usa la ciencia a su favor es certero, o lo era antes de descubrir que el porcentaje de ciencia y emociones nunca es igual, inclinándose más en lo segundo; cosa que detestó, porque se sentía degradado, a prueba. ¿No era suficiente con lo que ofreció desde el primer día de entrenamiento?

Sus intentos de congeniar dieron frutos, pulieron los filosos bordes volviéndolos redondos, no dañinos al tacto. Recalcó la importancia de la comunicación, de la comodidad.

No quería que fuera un trabajo más, como tampoco quería vivir con el sentimiento de que todo eso es una obligación implantada por terceros.

Es un villano, no un monstruo.

Rápidamente notó que la palabra "malvado" no lo definía, en realidad, la palabra "víctima" concordaba cada vez que lo escuchaba revelar la inspiración detrás del "arma". La mayoría son inofensivas, otras serían una amenaza en manos que buscaran lastimar directamente; porque pareciera que no existe la palabra "venganza" en su vocabulario, y los intentos de este, son tan pequeños e infantiles que es un pedido de ayuda.

No es su deber ayudarlo, su trabajo es detenerlo. Pero se queda cada que puede, las primeras veces se marcha a los 10 minutos transcurridos, luego un parpadeo parecía equivaler toda una tarde en la permanece a su lado.

El tiempo extra que le dedica ya no le molesta, porque sabe que es para motivarlo, hacerle ver sus lados buenos, divertidos, encantadores, adictivos. Diga en alto o no ese punto.

Por consecuente, las creencias que enraizaba mutan: el hombre no necesita ir a prisión, necesita un amigo que pueda entenderlo o por lo menos, empatizar con su dolor. Necesita que alguien esté dispuesto a escuchar las cosas malas que el mundo puede ignorar al vivir desde un privilegio mayor; y ambos han vivido cosas tan terribles y tan buenas que decide ser quien le dé esa ayuda.

Así es como en esos años, Heinz Doofenshmirtz, "científico malvado" y su primer único némesis, lo ha hecho una mejor persona, mejor dicho, un mejor agente, un mejor compañero, un amigo.

Ha cambiado su mundo, igual o más de lo que cualquiera podrá notar, incluyéndolo.

Tal vez ese sea el motivo por el cual no estaba del todo sorprendido al descubrir que existían sentimientos que llevaban inscritos su nombre.

Las investigaciones aseguraban que pasar demasiado tiempo con alguien podía provocar que esta clase de hechos pasara. Lo cual era sencillo de describir, pero nada es así de sencillo, no en su vida.

Hay motivos, por supuesto, los suficientes para que pueda hacer su propia investigación que recae en lo mismo.

Amor.

Evita pensar en eso, evita arrinconarse en la idea de haberse enamorado, lo cual asegura lograr, porque no parece existir muchas diferencias en el ahora a las expectativas que se esperan al estar con una pareja. Aunque no lo ve así, independiente de su trabajo y las reglas morales, las etiquetas románticas no pueden comprender ni lo más minúsculo de su relación. Ellos ya poseen su propia descripción.

La cual aumenta cada día, cada momento, en cada pelea que se vuelve una danza que incendia su interior, que le da motivos para encontrar diversión en el trabajo, libertad, el sentido de haber pertenecido a su lado desde antes de conocerlo: congenian en las peleas, congenian en los papeles impuestos por la sociedad, congenian en ser grises en lo que se respecta en lo bueno y lo malo.

Congenian en que han sacado el mejor lado del otro.

Por eso es que no teme al momento de expresarlo abiertamente, en fluir en la misma dirección que camina.

31 ways to tell your nemesis that you like himDonde viven las historias. Descúbrelo ahora