Cap 33 El cielo naranja se fue

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- Tranquila Sayuri, no te pasará nada si tienes confianza en que podrás pasar este portal. Confía en mí —— El chico tendió su mano hacia mi, acepte y di el pasó junto a él. Escuché un zumbido al entrar al portal, como si ese aire se conprimiera y se hiciera más fuerte. El aire se presentó por mi cabello dándome calor cálido en mi cuello. No ví nada al principio aún si mis ojos estaban abiertos no veía nada.

Todo paso muy rápido y menos lento que cuando te despiertas en la madrugada y tardes en abrir los ojos. Siendo así, estaba pacífica cuando voltee a mirar mis costados, ya no era la calle estrecha con las casas de grandes techos y la puesta del sol, todo era diferente, era de noche, hacia frio. Habíamos llegado a un lugar que no he conocido nunca, ni sabía que existía. El chico me dijo que estábamos en el bosque de pinos dónde se ocultan los restantes de la familia Higaku. Me exalte y le grite "¡¿Cómo sabes que ese es el bosque de la familia Higaku?!" El me contestó "Yo soy parte de este mundo y se dónde está exactamente ubicado. No te asustes, soy el que te guiará en este recorrido nocturno. No tenemos tiempo" No comprendí como sabía sobre ese bosque lleno de pinos, claro esta que era de una época muy antigua, pero no me imaginé que mi segunda llegada sería en el bosque de pinos dónde la familia Higaku permanecía oculta.

- Podemos caminar tranquilamente, nuestra presencia se canceló. Solo ten cuidado con el piso, hay trampas
- ¡¿Por qué habría trampas en este bosque?! —— Pregunté atareada mientras evitaba y brincaba las trampas cubiertas por pasto y hierba
- Para proteger la magia blanca, la más poderosa hasta ahora, no solo hay una magia blanca. Existen muchas más magias que son de magia pura pero no están aquí
- ¿En dónde están?
- Eso es lo que no te voy a decir ahora. Apenas estás empezando a descubrir la magia blanca, y ¡¿Quieres descubrir más de ellas?! ¡No te lo diré aún señorita! —— El chico al contestarme exclamó con gracia que no me diría lo que hay más allá de la magia blanca
Me había olvidado que apenas podía soportar mis heridas del collar, que no tengo por qué preguntar de algo que todavía no se ni he visto, me disculpé con él y seguimos caminando
- Y dime, ¿Cuál es tu nombre?
- Hanabira Yoi, pero puedes llamarme por mi primer nombre —— La mitad de la cara de Hanabira se mostró  sonriente y volteo, aún iluminaba el bosque oscuro con un farolillo típico que en las calles estrechas, restaurantes y casas utilizaban, cubierto de kanjis color rojo y negro. Pasamos unas cuantas rocas y tenían aquellos lazos trenzados que se ponen en la entrada de un templo, dónde los kanjis eran. 白い (Shiroi) blanco y  黒 (Kuroi) que es negro.

Hanabira y yo seguíamos caminando dónde me decía y advertía que había una trampa, como si ya conociera el lugar de punta a punta. Me dió cosquillas en los pies, mis zapatos no eran aptos para caminatas lejanas, por lo que me dolieron los dedos de mis pies y la parte de atrás que se habia cortado, le pedí que nos detengamos y me revise mis pies y estaban cansados, Shin y Budo tienen buen ojo para los zapatos. Supongo yo

- ¿Ya te duelen los pies? No puede ser...
- Como es que a ti no te duelen, hemos caminado mucho... —— jadeaba mientras descanse en una piedra que era un pequeño asientito, el miro mis pies y dijo que tenía unos zapatos muy extraños —— Las mujeres de estos años son más resistentes a este tipo de caminatas, no solo eso rectas y con Zetas puestas
- ¡Pues yo no estoy acostumbrada a llevar Zetas puestas! Además, no contestaste a mi pregunta...
- No te voy a decir... Ya no nos falta mucho, hay que llegar
- ¿Siendo observadora, no podemos teletransportarnos hasta ese lugar?
- Mi poder es muy arriesgado si lo uso con una persona además de mí, no lo he dominado aún
- ¡¿Quieres decirme que me llevaste hasta acá solo para tenerme una trampa?! Que es lo que quieres, ya dime qué es lo que quieres hacer
- Si te llevará hasta acá para tenderte una trampa, entonces saldrían varios de mis compañeros a atraparte y te llevarían a un lugar desconocido. Eso ya te lo sabes ¿No? Ya te dije que no soy lo que crees, yo soy el que te va a ayudar
- ¿Y quién eres en realidad? Además de ser un "protector del amuleto" hoy en la tarde después de clases te Vi desaparecerte, yo fui la única que te vio. Por alguna razón quisiste llevarme hasta esa calle, y llevarme...
- No por qué me desaparecí quiere decir que pueda teletransportarme o desaparecerme...
- ¿Entonces cómo es que abriste un portal? Tienes el poder de hacerlo ¿O eres un bufón?
- ¿Si lo fuera supiera que hay alguien que viene detrás de nosotros ahora mismo? —— Hanabira me escondió entre un tranco de árbol y apagó el farol que llevaba para alumbrar la noche, y era cierto había alguien o algo que venía hacia acá, pero no venía solo hacia nosotros, había otras dos personas a sus costados con un farol prendido, y riendo. Estaban hebrios y riendo hablando de una reunión con muchas mujeres, que es lo que pienso eran geishas. Estaban vestidos como aquella ropa que en mi época llaman "trapos" algo más allá de lo que me dijeron lo estaba viendo con mis propios ojos, y observe que lo que decían no era objetivo para las mujeres, osea que no les parecía bien, incómodo, y malo y más que eso algo fuera de mi alcance femenino.

EL AMULETO CENTRAL DEL UNIVERSO - EL PORTADOR CONTEMPORÁNEO VOLÚMEN IDonde viven las historias. Descúbrelo ahora