EL AMULETO CENTRAL DEL UNIVERSO - EL PORTADOR CONTEMPORÁNEO VOLÚMEN I

Cap 7 Dudosas Complicaciones

Ya han pasado varios días, desde que regrese a Japón, y que volví a ver a Shin. En ese momento estuve tan feliz de volver a verlo, más aún. Ver a la señora Fuyuka y, alguien más...
No sé que es lo que pasaría después, tengo la certeza de que es lo que pasaría desde que recibí la carta, nunca me había llegado una así.
Será más probable que alguien se de cuenta tarde o temprano, Shin podría ayudarme, pero la verdad puede que no sé me ayude, espero que pueda entenderme, pero había dicho que no debería saberlo nadie. Puede que el me ayude, el estudia este tipo de cosas, me ayudara no tengo duda. Solo espero que nadie se de cuenta después de Shin.
Me dirigí al colegio y pensé sobre la carta, si debería de decirle a Shin, o no decirle nada a nadie.
Cuando iba camino a la entrada de la escuela, me encontré a Mantaro, parecía nervioso.
- Hola senpai, eres muy oportuna.
- Hola Mantaro, ¿estás bien?, Pareces alterado.
- ¿Parezco?, Lo estoy. Realmente no pensaba que te encontraría aquí...
-¿Qué quieres decirme?,¿Me estabas esperando?
- Al parecer sí. ¿Tienes un momento? -- Su inquietud nerviosa presentaba inseguridad en su interior -- Será muy imprudente de mi parte preguntarte esto, pero, ¿Tienes algo que ver con ese chico? -- Dudosa de responder, querer saber sí debería él saberlo -- ¿Por cierto, sabes cómo está Budo? ¿Has sabido de él?
- No, hace dos días que no he sabido de el.
- Ya veo, y ¿No te preocupa?
- ¿Por qué lo dices?
- Por qué he escuchado que tú y el son muy cercanos -- Confundida de tan entrometida forma de hacer una conversación -- Hay rumores de las chicas de segundo año y de tercer año.
- ¿Es de mi clase?
- Al parecer si. No sé el movimiento del colegio, pero sabes ... No creo ese rumor sobre ti y Budo. Pero se verían bien juntos...
- ¡Deja de meterte en la vida de los demas!. Tengo que irme..
- Espera, no era mi intención.
- Tengo que irme .. hablamos luego

Cuando escuché las palabras que salían de la boca de Mantaro, supe que ese rumor estaba haciéndose más creyente que un chisme. No quiero que empiezen a molestarme por un simple rumor tonto.
- ¡Sayuri!... -- Volteo mi cabeza y era Supana.
Parecía que estaba feliz, no quiero que ella también crea el rumor que hicieron, además, es totalmente ridículo.
- Senpai, te he estado buscando
- Te pido disculpas, ¿necesitas algo?
- No te preocupes, solo quería decírtelo

Tener ganas de conversar con ésta chica no me daba el potencial suficiente como para quedarme a soportar intentar joderme. En ese sentido no puedo expresarlo de otra forma más clara.

- Ya veo... parece que ha sido pesado para ti. Pero no te preocupes, puedes contarmelo todo.
- Ya te dije que estoy bien, me manejó sola...
- Una persona no es experta manejandose sola... también puede atraer problemas.
- Tienes razón, pero nesesito ir a mi salón de clases.
- ¿Te acompaño?
- No es necesario, sé el camino.
- Pareces cansada, te ayudo con tu maleta -- Inmediatamente arrebate del alcance de sus lechosas manos de mi maleta. Entendió que no la quería cerca de mi.
- Por cierto, Sayuri... pensaba... en invitarte a una fiesta, solo de amigos, y tambien a Shin -- mostró una sonrisa que daba alusión de que era un premio sin etiqueta de marca, algo más que el oro puro.
- Está bien, ¿Nesesitas algo más?
- No pero, muchas gracias por preguntar. Adiós.
- Adiós.
-"Parece que Sayuri se siente muy cansada, tendré que ayudarla..."

Cuando iba a mi salón de clases dejé mi maleta en mi pupitre, pero todavía no llegaba la profesora, además faltaban diez minutos para que comenzarán las primeras clases.
Estaré muy cansada después de clases.
De pronto ví entrar a Shin, su expresión desolada, debía preguntar, pero algo me decía que no era nada bueno, al parecer, se veía enojado y decaído.
- Shin, buenos días.....
Cuando saludé a Shin, no me dirigió ni una sola palabra, pensaba que se había enterado de algo -- Shin, ¿Estás bien? -- No respondió. Un amargo sentimiento en mi pecho, como rebanar un órgano y después quemar aún palpitando la sangre mientras hay vida.