Cap 42 Dónde empecé

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El ciclo no duró tanto como pensé al principio que Hanabira me dijo que las cosas empezaron a cambiar. Me imagine un ciclo tardado, cosa que fue lo contrario y fue mejor recalcar en mi cabeza que un mínimo error en mis acciones puede provocar el fin de todo. Tengo que reconocer que he sido una tonta al decir cosas que no debo, cosas que no debería de decir a gente del siglo XVIII. Me sentí culpable por tener que afrontar la responsabilidad que me tocó corregir por dar un salto más largo que uno corto. Al principio sentí que las cosas iban a ser difíciles. Mi piel se herizo demaciado,  tanto que con un regaño de Hanabira, me dió una buena lección mejor que un profesor de universidad en pleno examen lanzando el borrador a uno de sus estudiantes que copia el examen al ser visto. Es una expresión un tanto sarcástica que es como yo me lo imaginé. Hanabira, mi protector corrigiendo mis errores para no afectar a otros. Es un buen protector a mi parecer, pero en lugar de lanzarme borradores o gises a la cabeza, me dice con seriedad lo que debo o no hacer.
Hanabira menciono que llegamos al día en el que yo estaba vestida con mi uniforme de colegiala llegando al castillo de Tsukino. Se había repetido el ciclo, pero todo cambio. En lugar de volver a caminar aquel doloroso y agrietado bosque, conociendo a esa persona, yo solo estaría esperando el momento para ser reconocida como la Sayuri parte del castillo de Tsukino, o mejor aún, del futuro padre Kensaku Me he estado preguntando porque él padre de Shin vive en el castillo. ¿Acaso está de acuerdo en que Rizu este viviendo con ellos? ¿Acaso Hanabira en parte de ese castillo?

Había llegado la noche, Hanabira me dijo que no me quitara el kimono que llevaba puesto por nada en el mundo, y que solo Tsukino se haría cargo de mi peinado. Habia sonado la campanita de la puerta que estaba en la entrada principal del castillo. Unos zapatos de suela fina golpeaban el suelo de madera tallada deslizante y barnizada del pasillo para quitarse sus zapatos y dejarlos en la entrada. Estuve nerviosa mientras Tsukino  inconscientemente me decía que decir y hacer, y recordándome como debía de sentarse y arrodillarme como una mujer con talento y clase. Eso me dió la idea de que era un castillo para personas de mediana y alta clase. No lo se.

- ¡Bienvenido señor Kensaku, lo estábamos esperando!
- ¿Desde cuándo están aquí? —— Que comentario sarcástico
- Bienvenido señor Kensaku —— se aguarda un silencio corto y es cuando me presento —— Mi nombre es Sayuri Nishimura, Tsukino me permitió ser parte de este castillo de ahora en adelante, espero que no le moleste que en estos días he tomado mi lugar en este lindo castillo. ¡Que por cierto es acogedor!. ¡Mucho gusto!
- ¡Ella es una linda señorita que ahora es parte del castillo Higaku, que cocina muy bien! —— Tsukino me presenta cómodamente a su manera, al hombre no le sorprende en lo más mínimo o eso es lo que ví en su expresión
- Tsukino, ¿Esta señorita es parte de las acompañantes, o algo por el estilo?
- ¡Para nada, es una señorita que no tenía a dónde ir por su viaje a estos rumbos! ¡Dejar que se quede no fue mala idea!
- No soy ninguna acompañante o maiko solo soy una chica común y corriente —— Aclare exclamando a pulmón
- ¡Ella está con monjes en los rosarios de las estaciones, es especial! —— Tsukino hablando por mi, me incómoda
- Prepárenme un baño, estoy agotado
- ¡Si señor! —— Él menciono la misma expresión y el mismo tono de cansancio como cuando conocí el castillo por primera vez. Me sorprendió que algunas cosas no han cambiado desde que inicie el ciclo. Solo paso una semana completa desde que llegué. No he olvidado que también las sirvientas hicieron la misma reverencia
- ¡Sayuri!, ¿Me acompañas a las aguas termales detrás del castillo? ¡Me daré un baño, estoy cansada y eso que dormí mucho! ¡Esta será la segunda vez!
- ¡Por supuesto, solo necesito ropa y una toalla! —— Empecé a quitarme la liga que me había dejado puesta estando sentada en el jardín en la tarde de hoy. El hombre me miró. Yo solo me dirigí persiguiendo a Tsukino sin que note que de reojo lo mire
- ¡No te preocupes, hay muchas por las que puedes secarte!

EL AMULETO CENTRAL DEL UNIVERSO - EL PORTADOR CONTEMPORÁNEO VOLÚMEN IDonde viven las historias. Descúbrelo ahora