Cap 35 Mentira piadosa

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- ¿Fuiste tú la que dejó esta nota en mi casillero? Emiko... -- enseñe la nota rosa sostenida por mi mano, y espere a que me respondiera
- Sí, fui yo. Quiero hablar contigo, Sayuri, pero primero cierra las puertas. No me tomara mucho tiempo antes de que los demás lleguen -- con voz desmotivada comenzó la conversación -- Te pedí que vinieras a este club por qué es el único con el que me siento cómoda, no podría estar en un lugar diferente que no fuera este. No me siento en casa... -- La escuché sin decir nada al principio de la plática, la mire todo el tiempo que hablo. No tenía la seguridad de estar con ella a solas antes de que los demás lleguen. Era de esperarse que solas podríamos estar y sin remordimientos, Supana seguía hablándome tranquilamente si se movía yo seguía mis ojos en ella y movía mi cuerpo a otra dirección y no quedar en la misma posición cansada. Con mirada fija no fui tan obvia y solo la escuché -- Para serte sincera... No me pareció correcta la forma en que te humillaron aquella mañana antes de clases, fue muy déspota aquella acción. Es lo peor que pueden hacerle a alguien, no te culpo yo también pase lo mismo que tú, no se siente para bien. Sientes que quieres morirte y vengarte de todos aquellos que se burlaron de ti. Al menos el consejo estudiantil no se quedó de brazos cruzados ante esa ocasión. Sayuri, has estado algo extra estás primeras dos semanas, eres más cuidadosa con lo que dices y haces con los demás. Por ejemplo, el día que quería hablar contigo y me hiciste a un lado por qué querías dejar tu mochila en tu pupitre, cuando solo quería tener una conversación clara y sólida contigo, senpai... ¡Qué curioso! Hace semanas que no te llamaba así, y pensar que podríamos entendernos -- da un pequeño suspiro -- Tú no eres la misma que Shin me contó el año pasado. ¿Qué cambio en ti? Es curioso que no me respondas y te quedes callada, Senpai... Eso me da una nueva pregunta por la que plantear -- no empecé con nerviosismo pero si con diligencia de lo que me haría responderle, no confío en Supana en lo más mínimo. Sus intenciones me crearon un espacio en mi ser que no debería de confiar en ella, así como en él principio de decirle mi nombre. Supana cambio su expresión vacía a una decaída y dijo -- Ya no he visto a Shin a tu lado, ¿Tuvieron alguna discusión de novios? Pensé que ustedes serían felices, pero al parecer veo lo contrario...
- Solo tuvimos una discusión que no se ha resultó aún -- contesté
- Entonces ¿Estuve bien?, Vaya... Creí que estaría mal pensar que solo habían discutido por algún tema algo "importante" para ustedes -- al mencionar la palabra "importante" movió sus cejas y sus párpados, haciendo que suponía que debería de ser así -- se que no es de mi incumbencia tratar de saber sus problemas, pero a mí me interesa el estado de ánimo de Shin ¿Lo sabes? Aquella vez en el parque zen detrás de la escuela, quería que comenzarán el los recorrido del club. No se pudo por qué tu querido Shin quería terminar "una conversación" con su Sayuri es por eso que no hubo y se canceló para la tardé antes de salir. Eso me enojo mucho... Soporte semanas para decirte esto a la cara y quiero decir esto, tú en realidad no sientes lo mismo que Shin siente por tí. Te fuiste con tu maestro y compañero de clases, y ahora Shin está solo. Teniendo que soportar cada cosa que los estudiantes de esta academia piensan de él y de su relación. Te preguntarás ¿Qué pasa ahora con él? Bueno, él ya no tiene la misma emoción que siempre llevaba a principios del día desde que te vi por primera vez. ¡Y eso no es todo! El colegio piensa que de estar con el lindo de Shin, pasaste a estar con el chico más fuerte de toda la escuela, solo por un rumor que se creo en la escuela. Yo no lo entiendo, Budo es guapo, pero Shin tiene más que ese hombre fornido, Sayuri. Budo le gusta el combate, tiene tanta energía como el quiera para sus combates, pero Shin quiere algo más que descubrir sobre la magia, es sentir algo más allá de lo que no se puede imaginar. Eso es lo que pienso. Dime tú ¿En realidad sientes algo por Shin? -- no tarde en responderle que sí, sentía algo por Shin, que podría hacerlo feliz. Aunque él rompió su promesa de ser felices, teniendo en cuenta que nos fallamos al principio. La imprudencia de Emiko estaba llegando a mi límite, no quería decir nada más de nuestros problemas y asuntos personales, una voz que conocía me salvó el momento de poder irme sin decir nada. Esa persona fue Shin

EL AMULETO CENTRAL DEL UNIVERSO - EL PORTADOR CONTEMPORÁNEO VOLÚMEN IDonde viven las historias. Descúbrelo ahora