Hoy era sábado estábamos empezando el mes de otoño, un septiembre que por Japón no se celebran cosas significantes. Sabía que el día de hoy sería invitada a la casa de Budo, a conocer y visitar a su abuelo. Me he preguntado si la casa de Budo era un dojo gigante de artes marciales, si todo lo que he visto en las películas de este tipo de modalidad también se veía en la realidad. Me da mucha gracia que no me contradiga con lo que he visto en otros lugares, me he informado de todo sobre los modos y la educación en este país. Me preguntó cómo estaría el abuelo de Budo.- Sayuri, buenos días ¿Estás lista para salir? -- saludo a la señora Fuyuka y bajo las escaleras formalmente sin apuros a irme tan temprano -- Pero, ¿Qué es esa ropa, jovencita? ¡No, no, no! ¡Te cambias ese vestido de una buena vez, y vas decente a esa casa!
- ¡¿Está mal el vestido largo, señora Fuyuka?! No está corto...
- ¡Ni te has peinado! Te arreglaré ese cabello.... -- la señora Fuyuka me quito todo lo que llevaba lo más rápido posible, no le gustaba la idea de que fuera a la casa de Budo pero si que viniera por mi a la puerta de la casa. La señora Fuyuka me decía cada cosa que debería de considerar buena para salir con "un hombre como él" aunque se equivocaba, la poca probabilidad de que diga que es un "chico malhumorado" es del 2% solo cuando se enoja o desanima, pero eso es muy poco probable -- ¡Te protejo y quiero lo mejor para tí! ¡Todo el tiempo la persona más cercana a ti es la que te dirá esa frase por el resto de su vida y la tuya cuando sea el fin de los tiempos! Recuerda, Sayuri si trata de hacerte algo debes de golpearlo en... -- la interrumpo rápidamente sin que termine de hablar -- Listo, se ve mejor que lo que llevabas puesto... -- La señora Fuyuka me había hecho una trenza muy linda y me había dejado unos flequillos caídos de lado a lado, me dió un "sombrero para el sol" cuando solo estábamos a 32° de temperatura. En Japón la temperatura es tan extrema que quisieras comerte un helado todos los días y no podrías hacer ejercicio por lo cansado y decaído que podrías estar, solo no se debe de exagerar en estás circunstancias. Habían tocado el timbre solo una vez, en ese toque me imaginé que era Budo del otro lado de la puerta esperando que yo salga y me valla con él y era Budo en realidad. Me fui con él de camino a casa y conversamos todo el caminó- Abi, me alegro mucho que te dejarán venir conmigo, te ves hermosa como siempre -- me acerca a él y empieza a besarme suave y tiernamente, le seguí el paso me vio de pies a cabeza de cómo estaba vestida. Le gustó el vestido que lleve para la ocasión.
Budo se vistió con pantalones de mezclilla un poco doblados, llevaba puestas unas botas color camello para caminatas de montañismo, una playera blanca. En sus muñecas tenía pulseras que me llamaron mucho la atención, colores oscuros y otras naranjas. Budo me llevo caminado tomándome de la mano y seguíamos hablando todo el rato, fue muy linda la caminata ya que si yo hablaba, Budo no quitaba su mirada en mí. Su mirada era tan tierna como si vieras un ángel o una flor enfrente de tí o eso, Budo vio en mí. En un momento, Budo me acerco a él tomándome de la cintura tocándola suavemente midiendo su fuerza en mí, uno de los vecinos cerca de la casa de la señora Fuyuka nos llamó la atención, me conocían ya que sabían que yo era la Sayuri de siempre y gritaron que si era mi novio yo solo los saludé diciendo "buenos días" para cambiar de tema y empezaron a chiflarnos y sonriendo yo voltee mi mirada. Me dió tanta pena que Budo se ruborizo y sonrió acercándome más a él diciéndome que no me preocupara.
Era una bonita mañana al lado de él y al cambiar de emociones cada veinte minutos era casi ya una rutina para mí, estábamos a unos pasos de la casa de Budo y al pasar su dojo era casi grande como la altura de la casa de la señora Fuyuka y tan ancha como un campo de colegio. Me sorprendí tanto que me quedé parada viendo la casa de arriba hacia abajo Budo empezo a reírse en voz baja tomándome de la mano me jaló hacia la entrada principal para ir a la de servicio o la parte trasera. Budo me dijo que quería sorprenderlo por atrás y decirle que ya habíamos llegado, solo me dijo que me escondiera y Budo haría ruido por los pasillos para distraer a su abuelo y atacarlo. Yo grite antes de lo previsto en Budo hasta que quería atacarlo de frente lo más rápido que podría él, yo grite que es lo que estaba haciendo hasta que él abuelo de Budo lo aventó hacia atrás y Budo le dio tanta gracia que se quedó aún en el piso, lo que me relajo es que los zapatos los habíamos dejado en la entrada de la primer puerta de afuera
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EL AMULETO CENTRAL DEL UNIVERSO - EL PORTADOR CONTEMPORÁNEO VOLÚMEN I
Historical Fiction¿Alguna vez has tenido un amuleto por el cual has ocultado toda tu vida y no has querido sacarlo a la luz por no querer que sepan la verdad? ¿Te gustan los mundos místicos? ¿Alguna vez te ha pasado que al dormir en tu cama de tu habitación al día si...