EL AMULETO CENTRAL DEL UNIVERSO - EL PORTADOR CONTEMPORÁNEO VOLÚMEN I

Cap 4 Mis recuerdos se desvanecen - Corregido

Me tomó por sorpresa el amigo de la señora Fuyuka, decía que él me conocía desde hace años, pero la verdad yo no lo recuerdo. Yo no sabía nada de él. No sabía quién era este chico tan alto, no sabía que la señora Fuyuka era tan sociable. No tiene nada de malo, sólo que él momento cuando el chico me miraba a los ojos con una sonrisa no me hizo sentir bien. Como la última vez que recordamos nuestros momentos de la infancia. Por alguna razón, fue cálida su sonrisa.

El conocido de la señora Fuyuka era un joven de buena actitud y era muy amable, a lo que él mostraba. Al conocerlo por primera vez, en mi caso, me di cuenta que la señora Fuyuka tenía confianza en el joven. Me había dicho la señora Fuyuka que él era un niño cuando la conoció. Quiere decir yo probablemente era una bebé o todavía no había nacido cuando se conocieron. Además, me alegra que la señora Fuyuka no esté sola y tenga amigos.

- Mi nombre es Ueda kirishima soy el amigo y vecino de la señora Fuyuka, es un gusto conocerte. Bueno, nos volvemos a ver... -- Me extiende su mano y yo correspondí a ella. Algo había en él, no sentía nada malo en este jóven.
- Mucho gusto -- Le mostré una sonrisa para no ser grosera.
- Sí quieres, puedes llamarme kirishima.
- Mucho gusto, kirishima, mi nombre es Sayuri...
- Hermoso nombre... -- Sus ojos centrados en mi, fueron como la noche estrellada en una lluvia de meteoritos. Su luz me dejó centrada en él -- Entonces, ¿Fue un intercambio cultural? -- Mirada continua entre nosotros -- ¡Sí!, la señora Fuyuka me contó que vienes de México. Increíble experiencia.
- Sí, así es... -- No lo negué, estaba con la señora Fuyuka, estaba feliz de estar con ella -- ¿Qué es lo que hay en el aeropuerto?, ¡dicen que hay robots inteligentes allá!.
- En efecto -- Fuí amable, sonreí un poco -- Sus opciones serviciales nos dan un servicio muy bueno por el lugar, hasta pueden hablar.
- Increíble...
- Tranquilo, Kirishima -- La señora Fuyuka se alegraba que su hijo, siendo su nana, le guste aprender del mundo en el que se mantenía enérgico. De propia iniciativa, tomé la tetera para calentar agua para el café, yo tomaría leche fría. Shin me siguió hasta la cocina, no quería ser obvio, diciendo que me ayudaría en servir.
- Shin, ¿Tú lo recuerdas?
- No mucho ... De hecho, tú me decías de un niño llamado kirishima hace años, mucho antes de que te fueras de Japón, y de... bueno, la verdad no lo recuerdo perfectamente pero la señora Fuyuka dice que es como su hijo...
- ¿Él te conoció desde cuándo éramos niños?.
- Sí, pero hace años que no nos veíamos... que extraño, es como sí algo lo atrajera cuando todos estamos juntos ahora -- Servimos café para la mañana templada, a la que, vestidos sin tanta holgadura de ropa, sólo una blusa de tirantes y un sueter ligero.
- A shin lo conocí una vez, estaba jugando con nosotros ... -- agregó el chico alto -- Ustedes eran los más pequeños... -- Comenzó a reírse se su propio comentario.

"Conversación en la sala principal"

- Kirishima, ¿Puedo hablar contigo?
- Sayuri parece que me ha olvidado.
- Puedo verlo -- lleva sus ojos a Sayuri -- De hecho le dijiste sobre el juego de mesa, pero ella sólo recordó una cierta parte. Es decir cuando Sayuri jugaba contigo. Esos recuerdos se desvanecieron... -- su tono de voz se notaba preocupante -- Mira, Sayuri se golpeó muy fuerte la cabeza y fue al hospital. Ella estuvo inconsciente por una semana. Recuerdo que cuando estuviste con ella en su camilla a los doce años, ella no te recordó y dijo:

"Seis años atrás"

- Hola Sayuri, que bueno que ya te encuentras bien.
- Cariño, te trajimos flores -- La señora Fuyuka se acerca a mí y me enseña el ramo. Unas Lilis muy lindas, espero que sean de tu agrado -- me toma de las manos y me da un beso en la frente -- kirishima y shin Las escogieron para tí.
- ¿Kirishima?... ¿Quien es kirishima?
- ¿Cómo, Sayuri? ¿No me recuerdas?
- Señora Fuyuka ¿Quien es él? -- estaba agitada y su pulso en el sistema fue aumentando. Una escena dramática pero auténtica. Olvidar a tu mejor amigo es un reinicio de vida.
- ¿Cómo que no lo recuerdas?
- No... no recuerdo nada...