Cap 5 El pasado de shin - Corregido

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Han pasado algunas cosas desde que me mudé aquí, cosas que nunca pasaron en mi vida. Encontrarte con tu amigo de la infancia, tener nuevos amigos, hasta personas que te conocen desde tu infancia. La verdad, yo nunca supe de esa persona. No sé si la ví en una parte o tenga de memoria en alguna parte de mi cerebro en funcionamiento constante de esfuerzo por recordar. Sí puedo decir que no la recuerdo, sólo su voz. Ese sentimiento me pone a pensar muchas cosas. No puedo explicarlo de una mejor manera. Es como sí ya lo habría vivido antes, es muy raro de decirlo, es difícil explicarlo, pero, en mi forma de pensar.

De camino a la escuela. Mis zapatos me lastimaban el calcáneo, la parte de atrás del pie. No me tomaba mucho para ir a pie a la escuela. La institución era grande, muy alta.

- Debiste de mandar la solicitud para que cambiarán tus zapatos a tu medida... te vas a lastimar más de lo que ya padeces...
- Tal vez sean las medias... —— Shin no entendió mi comentario. Depende el grosor de las medias para que entré el pie en el zapato. Hay zapatos que no son para utulizar calcetas —— Es increíble que siendo mi primeros días, mi zapato arruine mis caminatas mañaneras...

Shin tenía la mirada en el suelo de los terrenos de nuestra escuela. Los pétalos Sakura se veían intocables y hermosos. Nuestros zapatos no era necesario limpiarlos, era difícil que se ensuciaran. Sin arrugas en su frente y sus párpados. Algo tenía en mente que sus ojos proyectaban la transparencia de sus pensamientos.

- Abi, ¿Puedes hacerme un favor?
No descuides a la señora Fuyuka, y ayuda en lo que puedas, no queremos que se enferme. Además tu eres la persona que es más cercana a ella, ¿Puedes ayudarme? —— Mis ojos se abrieron tanto, como la luna llena o el sol en el día.
- ¿Enferma...?, ¿de qué hablas?
- No te lo dijo... Nana es raro que te mencioné su estado de ánimo o de salud. Depende de a quien se lo cuente —— Nos cambiamos los zapatos, estábamos separados de uno del otro, por seis casilleros de diferencia —— Por ahora veo que no es grave, pero necesito que la ayudes —— Shin señaló —— Tampoco estoy diciendo que seas obvia a tu cercanía con ella —— Nuestro salon representaba ser los mayores de la escuela. Desde el primer pasillo nos veían desde abajo, por diez centímetros. Nos saludaban
- “¡Buenos días!” —— Contestamos de la misma forma. De la misma forma nuestros compañeros de hombro y del alrededor de nuestros pupitres.
- Habrá días que no podré estar ahí. No quiero que piense que estoy ahí por ella. No quiero que se enfade por hacerla sentir “una mujer vieja”, como ella me dijo una vez...
- Shin, ¿haz ayudado a alguien aparte de mi...?
- Bueno... fue al contrario, esa persona me ayudó a mi... por él ya no...
- ¿Era tu mejor amigo?
- Sí, éramos muy buenos amigos, el problema es que, cuando éramos niños, él se mudó a un ciudad de Japón, no me dijo donde, pero me escribió una carta pensando que regresaría.

Para shin:

Hola Shin, espero que te encuentres bien. Te preguntarás por qué te escribo está carta.
El motivo de esta carta es para agradecer tu amistad y tu presencia a mí lado, estoy muy agradecido contigo, espero nuestro ansioso reencuentro.

Sabias que soy la persona más afortunada del mundo,
¿Sabes por qué ?, porque fuiste mi confidente en un mundo sin sonido. Tú fuiste la sonda que le dió vida a ese mundo. ¡Estoy agradecido!.
Siempre me gustó tu compañía y tu honestidad, nunca olvidaré tus consejos y tus palabras que me ayudaron muchísimo. También quisiera decirte que aunque estés solo recuerda. Encontrarás a alguien que te hará compañía y te dará consejos, sigue adelante no estés triste. Un camino malo no es la razón de una vida miserable. ¡SONRIE!
Shin espero encontrarnos algún día
Y nunca bajes la cabeza, enfrenta tus problemas y ten confianza en tí mismo.

Atte: Sho

- El era un buen amigo, el fue como un hermano al quién confíe más.
Se puede decir que fue como mi contraparte sin ser de sangre... Sonará raro pero lo extraño, el siempre me sorprendió, además... él sabía artes marciales, el único cobarde fui yo, aunque Sho diga que yo era más fuerte que el. Fue mejor que yo, y me quedaría corto. Debo ser fuerte. El era una persona que te hacía reflexionar aunque era solo un niño, era como un hermano mayor en un cuerpo de niño... Me alegro que cumpla su promesa, de hecho siempre quise ser como él. No fallarle a nadie ni menos a la persona que me daría su cariño.

EL AMULETO CENTRAL DEL UNIVERSO - EL PORTADOR CONTEMPORÁNEO VOLÚMEN IDonde viven las historias. Descúbrelo ahora