Cap 44 No se pierde la confianza

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Seguía en el castillo de la emperadora Higuchi, habían pasado solo diez minutos después de que al hombre lo encerraran bajo tierra, que los ecos de la habitación terminarán afinándose en las esquinas hasta no escucharse, puede ser un poco. Hablando de lo mismo, yo seguía en la misma habitación desde que llegué en la mañana. El señor Kuma antes de lo imprevisto, se encontraba fuera del castillo, estando preguntándose de lo que ocurrió en ese momento y segundo exacto. El escucho un cerrón de puertas de hierro que provenían de la última habitación, en la que nos encontrábamos y en la que la emperadora habitúa estar. Por lo que me dijo el señor Kuma, algo lo preocupó que su expresión se preocupara mas, arrugando más su frente y dibujando más sus expresiones faciales que decidió correr hasta la última habitación no importándole cuantos escalones sean, el se preguntaba por qué había murmullos de la gente preocupada, cubriendo todo el camino lleno de tierra color ceniza y mirando el castillo de Higuchi. Kuma estaba cuestionándose qué es lo que ocurrió, pero no sabia si decirle o quedarme callada, estaba nerviosa, mi corazón palpitaba muy rápido que no podía hablar. Pensé más de cinco cosas a la vez que no sabía si hablar o callar. Sabía que si me callaba habría un cambio en la historia, y si decía, el mismo señor Kuma iría a preguntar a Higuchi o a los guardias sobre el estado mental de Higuchi. No tenía tanta seguridad de lo que debería de tener en ese momento. ¿Qué puedo hacer? mi intuición me decía que debo decir la verdad, que pasará nada si tengo seguridad en mi misma, no había sentido esta sensación antes, es como escuchar tu voz eco en tu cabeza, o ¿Me lo decía el corazón?, no sabía por qué sentía esa sensación de confusión, seguridad y tranquilidad al mismo tiempo. No soy buena diferenciando más de tres cosas a la vez, pero si sabía como tomar una decisión en momentos de decir sí o no. El señor Kuma me preguntó sobre lo que paso, que le describa que ocurrió. 

- Todo paso muy rápido. Escuche que los guardias o samuráis estaban muy apurados con una noticia inesperada para la emperadora Higuchi y para mi. En esa habitación —— Soy interrumpida por Kuma. Sus ojos se abrieron por un pequeño momento cuando le dije la verdad, se sorprendió tanto que me dejo seguir contando lo que ocurrió.
- ¿Qué habitación, señorita Sayuri? ¿Se refiere a una gigante roja y con eco?
- ¿La emperadora le contó eso? espere, ¿Está bien hablar de esto ahora?
- Sí, desde que le sirvo en el castillo. Si preguntas hace ocho años aproximadamente que me hizo saber sobre esa habitacion. Me sorprende saber que a usted también le contó sobre ese secreto... Pensé que a nadie le contaría —— Pregunté el por qué después de que habló contestado mi pregunta —— La emperadora Higuchi no cuenta lo que vive como emperadora en realidad, no cuenta las realidades que vive en esa habitación. Puede ser muy obvio al principio, pero hasta ahora no quiere que se sepa lo que ella vive siempre desde que empezó como emperadora, como la primera mujer emperadora de Japón —— No hable después que el señor Kuma me dejará sin palabras. Higuchi he visto que es muy seria, estricta y con una voz fuerte, que por otro lado, es una buena mujer con buenas aspiraciones e intenciones de hacer que su pueblo se mantenga a salvo de la catástrofe. Kuma hablo más tiempo que yo, trayéndome unas galletas y dulces japoneses tradicionales del estante de la cocina del fondo del comedor para poder sentirme mejor. Sentía que debía de hacer algo antes de arrepentirme. Pensé bien las cosas que mejor decidí retirarme dejandole una nota a Higuchi, que tenía que retirarme y que le agradecia el tiempo que tomó al dejarme pasar a su castillo. Me puse las zetas sin hacer ruido y desarrugando mi kimono, pude escuchar la voz del señor Kuma hablando con alguien que tenía una voz que me parecía familiar. No haciendo tanto ruido, me cubrí con la pared de espaldas para escuchar la conversación entre ellos dos. No quería observar, pero la voz aguda de un hombre que parecía la de un adolescente mayor de edad o parecido a la de un puberto, mire que era Hanabira hablando con el señor Kuma. El sonreía como siempre, y reía de las palabras de Kuma, decía que esperaba a una persona que estaría dentro del castillo a una chica, refiriéndose a mi, no hice ruido. Seguí escuchando la conversación. 

EL AMULETO CENTRAL DEL UNIVERSO - EL PORTADOR CONTEMPORÁNEO VOLÚMEN IDonde viven las historias. Descúbrelo ahora