[Einar]
No dormí más de dos horas cuando mi celular me despertó, vibraba sobre la mesa de noche sin cesar, despegué con cuidado la cabeza de mi Luna de mi pecho y deposité a su lado a nuestro cachorro, para después tomar el celular y salir al balcón de la habitación, para poder responder la videollamada.
-Anoki – saludé soñoliento.
-Einar, disculpa que te llame, no sabía que dormías, pero de todas formas es urgente – escuchar la acelerada voz de mi Beta hizo que me despierte en menos de dos segundos.
-¿Qué sucedió? – pregunté con voz de Alfa sin darme cuenta.
-En la madrugada un grupo de vampiros intentaron entrar por la zona sur, los guardias actuaron justo a tiempo, así que no pasó a mayores.
-¿Cuántos? ¿De qué clan?
-Eran cinco, ninguno escapó, están todos muertos – levanté una ceja con molestia – Eran dos de los nuestros contra ellos cinco, cuando lograron avisarme ya habían matado a dos, y cuando llegamos a la escena estaban todos muertos, era eso o que los nuestros terminen más heridos – me explicó Anoki, nosotros no solíamos matar – No sé de qué clan son – susurró, mientras yo bufaba exasperado y apretaba la baranda del balcón con mi mano libre.
-¿Cómo que no sabes? – gruñí y sentí como mis ojos se pusieron rojos, todos mis músculos estaban en tensión.
-No se puede identificar Einar, lo siento – me dijo bajando su cabeza en señal de sumisión.
-Anoche intentaron atacar a mi Luna y mi cachorro, llegué justo a tiempo y ellos no dejaron ningún rastro, pero eran chupasangre, no es una coincidencia, dos ataques en un mismo día.
-Tienen que venir a la manada Einar – me dijo Anoki y yo pasé la mano por mi pelo frustrado, no podía llevarme a Aitana y Kilian, ella nunca lo aceptaría.
-Vas a tener que encargarte tú de los ataques, Aitana recién ayer se enteró de todo esto, no está preparada para ir a la manada.
-Sé que es tú Luna y quieres respetar su decisión, pero lo mejor para ella y tu hijo es estar protegidos en la manda. Y la manada necesita a su Alfa, ya estuviste ausente mucho tiempo – me dijo desesperado Anoki.
-Y ahí vamos a estar – dijo una dulce voz a mi espalda, me giré y vi a mi luna caminando hacia mí, rodeó con sus brazos mi cintura y puso su cabeza en mi pecho, miró mi celular y se sonrojó – Buenos días, soy Aitana – se presentó ante Anoki, sentí como tensó sus músculos ante la reverencia que le hizo Anoki, y su carita estaba toda roja de vergüenza. Yo puse mi brazo libre en su cintura y la acaricié para tratar de tranquilizarla, aunque yo mismo no podía tranquilizarme, acababa de decir que quería ir a nuestra manada.
-Es un placer conocerla mi Luna, yo soy Anoki, el Beta de la manada – dijo con voz formal, en otras circunstancias seguro me burlaría de Anoki, pero aún intentaba procesar lo dicho por mi dulce Luna.
-Oh por Dios, no vuelvas a hacer eso – dijo mi Luna mientras intentaba esconderse en mi pecho.
-Eres su Luna, es una señal de respeto – le expliqué con una sonrisa en mi cara.
-Pero es abrumador – me susurró y yo sonreí y besé su cabeza, intentando reconfortarla.
-Lo siento Luna – se disculpó Anoki y ella asintió, sin salir de mis brazos – Se te ve radiante amigo, hasta sonríes y todo, pensé que no lo hacías porque se te habían caído los dientes – sentí como Aitana rió suavemente y yo no pude evitar reírme con ellos.
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Una Humana para el Alfa
WerewolfAitana no creía en el amor a primera vista, pero no supo explicar qué le sucedió cuando lo vio por primera vez, no entendía porque su cuerpo reaccionaba a él como si fueran un imán. Esa noche que se conocieron, Aitana no supo todo lo que iba a cambi...