[Aitana]
Dos días habían pasado y solo venía una persona por día para traernos algo de comida, la única compañía que tenía era Aila quien no paraba de hablar ni un solo minutos, si bien a veces era irritante, agradecía estar con ella, era una chica muy simpática y no dejaba que yo perdiera las esperanzas.
Desde que estaba aquí nadie había ido a hablar conmigo, pensé que iban a amenazarme, tal vez golpearme, pero nada de eso había pasado, el Conde nunca se apareció por nuestra celda.
-¿A ti tampoco nadie te ha venido a ver? – le pregunte a Aila.
-Sip, no he corrido con tu suerte, el imbécil del principito Mijaíl ha venido a intentar que lo ame, pobre desgraciado, no entiende que manteniéndome encerrada solo me genera tiempo libre para pensar mil formas de vengarme por esto – bufó y yo solté una suave risa.
-¿Te han golpeado? – pregunté con miedo que me golpeen a mí, tenía miedo por mi bebé, inconscientemente llevé una de mis manos a mi abdomen plano.
-Solo cuando hago enojar a Mijaíl – alzó sus hombros restándole importancia, haciendo que yo la miré abriendo mis ojos muy grandes.
-Humana – dijo una voz del otro lado de la reja, miré hacia allí para encontrarme con dos hombres y una mujer, quedé muda al observarlo, los tres son realmente hermosos, dos de ellos pelirrojos y uno con el pelo castaño claro.
-Arrodíllate Aitana, estamos ante la gran realeza – dijo irónica Aila, yo la miré frunciendo mi ceño.
-Cállate bruja estúpida, no tengo la paciencia de mi patético hijo, así que no me toques los cojones – dijo con voz fría el de pelo castaño.
-Auch, eso debió doler – dijo con mirada desafiante Aila al pelirrojo. El chico pelirrojo quiso avanzar pero el castaño lo tomó con fuerzas del brazo.
-No vinimos para esto Mijaíl – sentenció, y al fin pude ponerle cara al príncipe Mijaíl, supuse que la que estaba a su lado era la princesa, de la cual había olvidado su nombre, ¿quién era el castaño?
-¿Para que vinieron entonces? – pregunté acercándome un poco más a los barrotes de hierro. La pelirroja me miró, y sentí su mirada angustiada, no quería estar acá con nosotros, se le notaba.
-Humana impertinente – gruño el castaño - ¡No vuelvas a hablarme así! – gritó y golpeó los barrotes, haciéndome saltar asustada hacia atrás.
-Conde – murmuró la pelirroja, él la miró y suspiró, asintiendo con la cabeza.
-No estás marcada – me dijo despectivamente y yo negué con la cabeza, encogiéndome de miedo, sus fríos ojos azules solamente destilaban rabia – no me sirves si no estás marcada, no puedo torturarte para hacer sufrir al estúpido perro – apretó sus puños a los costados de su cuerpo, dejando sus nudillos totalmente blancos.
-Huele bien, estoy seguro que nuestro hombres estarán felices de probarla – Mijaíl me miró de arriba hacia abajo con una sonrisa pervertida que causó náuseas en mí.
-Maldita humana inútil – gruñó – todo lo que planeamos fue inútil –dijo frustrado.
-No es inútil – habló la pelirroja con voz suave – es su mate, debe estar sufriendo al estar lejos de ella. Va a actuar por impulso, va venir hacia ella y nosotros vamos a estar esperándolo, vas a poder torturar al Alfa tú mismo una vez que venga a buscarla y lo capturemos – un escalofrío recorrió todo mi cuerpo al imaginarme lo que le harían a Einar si lo atrapaban, esperaba que no haga lo que la pelirroja había dicho, que no actúe por impulso, que no me busque sin un plan y refuerzos.
-No la marcó, significa que no la quiere, no la va a buscar, se la daremos a alguno de los nuestros para que disfrute el bocadillo – sentenció el Conde.
-Que equivocado que estás Conde – dijo de forma distraída Aila, mientras fingía mirar sus uñas.
-Bruja, puedo ofrecerte como bocadillo a ti también – le gruñó el Conde.
-Oh, ¡me encantaría! Sería muy divertido, sobre todo si me sacan estas mierdas – sonrió de forma que dio un poco de miedo – Pero estás equivocado respecto al Alfa, no la ha marcado porque la ama tanto como para darle todo el tiempo que ella necesita para acostumbrarse a este mundo, ese estúpido lobo estoy segura que está moviendo cielo y tierra para encontrarla – el Conde miró con atención a Aila, para después sonreír de manera escalofriante, yo me abracé a mí misma, ¿qué estaba planeando este hombre?
-La conservaremos – sentenció – Espero que la bruja tenga razón, si en diez días no viene el estúpido lobo, entonces le mandaremos su cabeza – me miró por última vez y desapareció dejando a los dos pelirrojos con nosotros.
-No veo las horas de que se deshagan de la humana para poder venir a divertirme contigo primor – Mijaíl le sonrió de forma pervertida a Aila, y ella puso sus ojos en blanco.
-Si me sacas estas – señaló sus esposas – Nos divertiríamos muchísimo – Mijaíl negó con la cabeza y comenzó a caminar hacia la salida. La pelirroja se quedó en su lugar, mirándonos, parecía que nos quería decir algo, y cuando fue a abrir la boca, la voz de Mijaíl la interrumpió – Vamos hermana – ella asintió y giró sobre sus talones para irse. Cuando escuchamos como se cerraba la puerta del lugar dónde estábamos suspiré con tranquilidad.
-¿Por qué dijiste eso de Einar? ¡Van a tenderle una trampa! – le grité a Aila con rabia, no quería que Einar muera.
-Porque iban a matarte Aitana, a ti y a tu bebé, nos iremos antes de que a Einar se le ocurra venir, tú no te preocupes.
-¿Y cómo vamos a salir? Tú tienes esas esposas y yo no puedo sacarlas, ¿Cómo vamos a salir? – volví a preguntar desesperada.
-Tiempo al tiempo Aitana, tiempo al tiempo – dijo más bajo.
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Holaaaaa, acá vengo a traerles un nuevo capítulo!
En las imagen de arriba se encuentra el Conde Maksim, acá abajo les dejo una foto del príncipe Mijaíl
Espero disfruten el capítulo, un beso grande para todos!
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Una Humana para el Alfa
WerewolfAitana no creía en el amor a primera vista, pero no supo explicar qué le sucedió cuando lo vio por primera vez, no entendía porque su cuerpo reaccionaba a él como si fueran un imán. Esa noche que se conocieron, Aitana no supo todo lo que iba a cambi...