Once

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(El capítulo comienza con escena de sexo, si no te gusta ve más abajo donde indico que terminan)

[Einar]

Escucharla gemir mi nombre mientras le practicaba sexo oral era la sensación más placentera de todas, sentía que en cualquier momento me iba a venir de solo verla disfrutar de esa forma. Ver sus ojos más oscuros de lo normal y con ese brillo de lujuria era un real estímulo, ni que hablar de su delicioso cuerpo, y su sexy gemidos.

Cuando se vino en mi boca, me dediqué a prolongar aún más su orgasmo, mientras me tragaba todos sus deliciosos jugos.

-Delicioso – le dije mientras pasaba mi lengua por mis labios con lujuria.

-Ven conmigo – me pidió y yo no pude más que obedecer a sus órdenes, para dejar que me bese a su antojo, mientras se recuperaba del orgasmo.

Entre besos noté como su mano descendía lentamente hasta llegar a mi pene, lo rodeó y comenzó a moverlo, dándome placer, ese placer que aún recordaba perfectamente, el mismo que me había dado hace cuatro años. Gemí cuando su boca se dedicó a besar mi cuello y parte de mi pecho, y cuando ya no pude más retiré con suavidad sus manos y abrí aún más sus piernas. Entré suavemente por su apretada cavidad y una vez que todo mi pene estaba dentro me quedé quieto, dándonos tiempo para acostumbrarnos a este placer.

-Einar muévete – me pidió mi hermosa Luna y yo no hice más que obedecer, mientras movía mi boca hacia la de ella. Comenzamos a movernos en una perfecta sincronía, el ruido que salía de nuestros cuerpos nos excitaba aún más. Sus gemidos eran música para mis oídos, una fina capa de sudor cubría ambos cuerpos y yo no quería que esto termine.

-Más, más Einar – me exigió y yo estaba feliz de que lo pida, comencé a moverme con más violencia y cuando estaba a punto de acabar sentí como Kenai quiso apoderarse de mi cuerpo.

-Márcala – me exigió.

-Cálmate aún no – le dije, intentando controlarlo.

Aitana gimió mi nombre con fuerza al tiempo que sentía cómo su vagina me apretaba más y allí mismo me aventuré en el mundo del orgasmo, ese que me dejó en otro mundo. Una fina capa de sudor nos cubría, y nuestras respiraciones agitadas se entrelazaban. Sin ganas de salir de adentro de ella, me giré, dejándola arriba de mí.

(Fin de escena sexual)

Sentí como Aitana apoyó su cabeza en mi pecho mientras intentaba controlar su respiración, al mismo tiempo comenzó a acariciar mi pecho con suavidad. Yo llevé una mano hacia uno de sus glúteos y con la otra mano me dediqué a dejarle caricias en su espalda.

-Einar tenemos que levantarnos – susurró, mientras su cuerpo me decía lo contrario al apretarse más a mí.

-No tenemos – aseguré.

-En cualquier momento va a volver Briana con Kilian, y quiero que hablemos – me dijo levantando su cabeza para poder mirarme. Yo bufé sin ganas, pero sabía que tenía razón.

-Antes tenemos que bañarnos – dije son una sonrisa pícara. Sin salir de ella me levanté y caminé hacia el baño.

-¡Einar! – escuché como se quejó mientras se reía, amaba verla reír de esa forma, tan feliz, y más me gustaba cuando yo era el que la hacía reír.

-Hay que ahorrar agua – me excusé cuando logré regular la ducha y juntos entramos. Ella desenredó sus piernas de mi cadera con cuidado y yo salí de dentro de ella. Cuando apoyó sus pies en el suelo abrió grande sus ojos, su corazón empezó a palpitar fuertemente en su pecho y me miró con horror.

Una Humana para el AlfaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora