[Aitana]
Dos semanas habían pasado desde que habíamos llegado a la manada, y a pesar del insoportable frío, me había acostumbrado bastante a ella, me gustaba estar acá y amaba el amor que me transmitía cada una de las personas que habitaban aquí.
Estaba poco a poco metiéndome en mi papel de Luna, intentando entenderlo, aunque era difícil, no sabía bien qué era lo que tenía que hacer, pero según Naja lo hacía muy bien sin siquiera darme cuenta, no sabía si eso era así, pero le agradecía enormemente las hermosas palabras que siempre tenía conmigo.
Estamos caminando por la manada, Kilian arriba de Kenai, yo al costado de ellos dos, con mi mano sobre Kenai, siempre que caminamos así, me pide que lo toque. Cada vez que alguien pasa por nuestro lado baja su cabeza en forma de respeto y yo le regalo una pequeña e incómoda sonrisa, no me gusta mucho que hagan eso, pero me tengo que acostumbrar. Cuando llegamos a un lago congelado Kenai se acostó sobre la nieve con nuestro hijo encima y me señaló su lomo para que me siente también y de paso poder darme un poco de calor.
-Mi Luna – me llamó Kenai, supe que era él por su gruesa voz, yo lo miré para que continúe hablando – Hay algo de lo que quiero hablar contigo, Einar no se anima a hablarlo, pero yo lo necesito.
-Dime Kenai – dije frunciendo el ceño, ¿qué sería eso de lo que no quiere hablarme Einar? Miré hacia nuestro hijo quien dormía plácidamente sobre su padre.
-Necesitamos marcarte mi Luna – me dijo con voz lastimosa y yo suspiré, tanto Einar como Kenai me habían tenido mucha paciencia y sabía que tarde o temprano alguno de los dos sacaría el tema.
-No me siento preparada Kenai – le dije por nuestro link mientras miraba hacia mis pies – Intento adaptarme lo más rápido que puedo, pero... aún no estoy preparada.
-¿No estás a gusto con nosotros? – me preguntó con dolor en su voz.
-Kenai no digas eso, por supuesto que estoy a gusto con ustedes y los adoro, pero hace tres semanas no sabía que existía este mundo, hago lo mejor que puedo – dije suspirando, aunque esa no era la verdadera razón por la que no dejaba que me marque, estábamos en guerra, y si mataban a uno de nosotros dos, ¿con quién se quedaría Kilian si ambos moríamos? Si él no me marcaba teníamos más chances de que al menos uno viva para poder criar a Kilian.
-Está bien Luna, siento mucho presionarte – me dijo con pena y yo le sonreí.
-Gracias a ambos por tenerme la paciencia que me tienen – me acerqué a su cabeza para dejarle un beso entre sus orejas y abracé con fuerza su cuello, amaba abrazarlo en su forma lobuna, sobre todo porque me transmitía mucho calor.
-Volvamos a la casa, hace mucho frío para ti – yo salí de arriba suyo para que él se pare con cuidado para que Kilian no se caiga y comenzamos a caminar lentamente hacia casa.
Estábamos junto a Naja terminando de aprontar la mesa para el almuerzo cuando escuchamos muchas voces hablando juntas y un montón de chicos y chicas comenzando a sentarse en las sillas del comedor.
-Ey ¿se lavaron las manos? – les pregunté a todos esos cachorros que acababan de terminar con su entrenamiento y se habían acercado a almorzar.
-No Luna – dijo una chica tímidamente.
-Nadie va a comer hasta que no se laven las manos – los regañe y enseguida todos corrieron hacia los baños disponibles para poder lavárselas.
-Hola mi Luna – me saludó Einar, dejó un corto beso en mis labios y Kilian me dejó otro en la mejilla, él había ido con su padre a ver el entrenamiento de los cachorros.
-Nosotros ya nos lavamos las manos mami – dijo Kilian mostrándome sus manitos, yo me acerqué a olerlas y le mordí una, haciéndolo reír - ¡Mami! – me gritó y Einar y yo reímos mientras él se limpiaba en la ropa de su padre para sacarse mi baba.
-Vamos, a sentarse así comenzamos a comer – les ordené y los dos me obedecieron.
-Hola Luna – me saludó Anoki y me abrazó con fuerzas, yo reí mientras escuchábamos dos gruñidos, a Anoki le encantaba fastidiar a Einar y Kilian.
-¡Es mi mami! – le dijo Kilian cuando nos separamos.
-Es mi Luna – dijo él alzando un hombro y Einar le gruñó.
-Juro que un día de estoy voy a arrancarte la cabeza – le gruñó.
-Nadie le va a arrancar la cabeza a nadie, vamos a comenzar a comer que ya todos estamos en la mesa – pedí y todos obedecieron.
-¡Esta delicioso Luna! – me dijo un cachorro y yo le sonreí.
-Todo gracias a Naja, si me dejan a mi sola seguro quemo la casa – dije avergonzada mientras todos reían.
-Eso es mentira, yo he comido cosas hechas por ti y son ricas – me dijo Einar y yo le sonreí.
-Lo dices solo porque soy tu mate – dije mirándolo con mis ojos entrecerrados.
-¡No lo digo solo por eso! – se quejó y todos reímos.
Amaba estos almuerzos, rodeada de gente, siempre había una anécdota diferente, las risas nunca faltaban, así como tampoco las peleas y los gruñidos de advertencia de nuestro Alfa. Cuando estábamos a punto de terminar el almuerzo una fuerte alarma comenzó a sonar, todos se pararon de su lugar y yo por instinto tomé en mis brazos a Kilian.
-¿Qué pasa? – pregunté con miedo.
-Nos están atacando Luna, necesito que vayan con Anoki ¿sí? Él los va a ayudar a esconderse, cuando todo termine los buscaré, por favor, obedece a Anoki Luna – me pidió Einar y yo asentí con la cabeza.
-Por favor, cuídate – le pedí con mis ojos llenos de lágrimas, él me besó y dejó un beso en la cabeza de Kilian, para después desaparecer de mi vista.
-Kilian, ven conmigo – pidió Anoki, pero Kilian solo se aferró a mi cuello – Si Kilian va conmigo tu podrás correr más rápido – me dijo Anoki y yo asentí.
-Ki, amor, necesito que vayas con el tío – le pedí mirándolo a los ojos y él asintió para pasarse a sus brazos.
-¡Vamos! – me pidió Anoki tomando mi mano y tirando de ella para comenzar a correr.
Cuando salimos de la casa comenzamos a correr rápidamente, había un enorme caos en la manda, todo el mundo luchaba, había visto algún cuerpo ya sin vida, muchos de mi manada estaban lastimados así como los otros, que supuse serían vampiros, mi corazón latía aceleradamente mientras me dejaba guiar por Anoki, no podía parar de pensar en Einar y en que esté bien.
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Holaaa, vengo con nuevo capítulo, espero estén disfrutando la historia!!
Muchas gracias por leer, que tengan un buen finde :)
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Una Humana para el Alfa
Hombres LoboAitana no creía en el amor a primera vista, pero no supo explicar qué le sucedió cuando lo vio por primera vez, no entendía porque su cuerpo reaccionaba a él como si fueran un imán. Esa noche que se conocieron, Aitana no supo todo lo que iba a cambi...