¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
── OH, SEÑOR MIYAGI, OLVIDE DEVOLVERLE ESTO. ──Daniel se giró estirándole una banda azul y blanca.
── No, quédatelo tú. ── pidió este con una sonrisa, ── Esta para Quinn-san. ── el señor Miyagi con una mano le entregó una banda igual a la de Daniel a Quinn, pero en lugar de azul, esta era verde.
── Muchas gracias, señor Miyagi. ── agradeció Quinn tomando la banda desdoblándola.
── ¿Están listos? ── preguntó el mayor.
── Si, claro. ── respondieron ambos.
── Quinn-san, Daniel-san, debemos hablar. ── el señor Miyagi dijo hincándose junto a dos cubetas, los chicos repitieron su acción. ── Caminar por la carretera. Caminar por el lado derecho, seguro. Caminar por el lado izquierdo, seguro. Caminar por el medio, antes o después... ── hizo un sonido. ── aplastados como uvas. En karate igual. O hacer karate 'si'... o hacer karate 'no'. Ustedes hacer karate, 'quizá'. Igual que uva, ¿Comprenden?
Daniel y Quinn se miraron unos segundos, seguían procesando la información.
── Si...comprendemos. ── asintió Quinn con algo de duda en su cara.
── Ahora, ¿listos?── volvió a preguntar, ambos asintieron al mismo tiempo. Los tres se levantaron y el señor Miyagi tomó las bandas de ambos. ── Primero, hacer pacto sagrado. ── las dobló y le colocó la primera a Quinn. ── Prometo enseñar karate. ── le ató la banda y se giro a Daniel. ── Ésa es mi parte. ── repitió las acciones. ── Ustedes aprender karate. Yo digo, ustedes hacer. No peros. Esa su parte. ¿Trato hecho?
── Trato hecho.── ambos respondieron asintiendo con una sonrisa, el señor Miyagi con la misma sonrisa les extendió a ambos unas esponjas desvaneciendo de apoco las expresiones de los jóvenes.
── Primero, lavar todos los autos. ── indicó el señor. ── Después, encerar.
── ¿Por qué debemos ence...── Daniel empezó pero Miyagi lo interrumpió abruptamente.
── Recuerden el trato. ── Miyagi prosiguió. ── No preguntas. Poner cera con mano derecha, quitar cera con mano izquierda. Poner cera...── hizo el ademán. ── quitar cera. Inhalar por nariz, exhalar por boca. Poner cera, quitar cera. No olvidar respirar, es importante...
Y con eso, el señor Miyagi se fue repitiendo las instrucciones, ambos chicos bufaron pero empezaron a lavar los autos haciendo las maniobras indicadas por el mayor. La tarde se pasó, al final ambos habían acordado que se dividirían los autos. Cuando terminaron se dirigieron a la pequeña casa.
── ¿Señor Miyagi? ── llamó Quinn avanzando junto a Daniel a su lado. El lugar estaba en silencio completó, ambos se miraron y entraron a la casa en busca de su maestro.
Más al fondo se hallaba el hombre hincado con los ojos cerrados, Quinn y Daniel solo observaron, se veía pacifico...y privado.
La rubia tomó la mano de Daniel y la jaló llevándolo fuera del complejo, caminaron un rato en la oscuridad en silencio, no era necesario hablar así que ninguno lo hizo, Daniel llevó a Quinn a su casa y ambos se despidieron con un abrazo, pero no fue incómodo para nada, fue más bien dulce y cálido.
Y soló tal vez, Quinn pensó que se estaba enamorando del chico.
