not as great.

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QUINN A TRAVESÓ CORRIENDO LA CALLE, sin en realidad fijarse en ambos lados de la carretera.  Pero llegó sana y salva hasta la tienda en remodelación, donde Daniel y Miyagi ya se encontraban.

── Hola, hola.──  saludó Quinn jadeante mientras entraba por la puerta.──  Lo siento mucho, se me hizo tarde.

──  Nada que disculpar.──  Miyagi sonrió a la rubia.──  ¿Cómo ir tu primer día de clases?

──  Cuéntanos todo.──  animó Daniel abrazando a su novia.

── Todo muy bien en realidad.──  asintió la rubia quitándose su chamarra de jean. ── Bonito árbol.

── Gracias.──  dijo Daniel.──  Lo preparó el Sr.Miyagi esta mañana. También hicimos algo de kata.

── Me lo perdí, ¿no es cierto?  ── Quinn dijo de manera desilusionada. 

── No preocuparte Quinn-san.──  negó el Sr.Miyagi.──   Tendremos oportunidad ya de practicar. 

── Oh hablando de eso, ──  comentó Daniel dejando el bonsái en una mesita entregándole un pedazo de carbón al Sr.Miyagi.  ── Abrí esa carta que llegó hoy, la del Torneo de All Valley. Hay una regla nueva este año. ¿Quiere leerla?

── No.──  dijo Miyagi acomodando el árbol. Quinn miró al mayor con una sonrisa.

──  Bien por que la memorice, ──  respondió Daniel alzando los hombros.── dice según las nuevas reglas, el campeón solo luchará en la pelea final.

──  O sea tú.──  señaló Quinn buscando unos guantes de látex que había dejado ahí para empezar a pintar.

──  O sea yo.──  asintió el moreno con una sonrisa ──  ¿No es fantástico? Solo pelearé una vez. Es mejor que el año pasado, ¿no? Si debemos admitir que es otro año, tengo más experiencia, ¿sí? 

──  Si.──  dijo Miyagi. 

──  Creo que deberíamos pensarlo bien. ¿Si?

──  No.

── ¿No?──  preguntaron Quinn y Daniel al mismo tiempo mirando a su maestro.

── Deberíamos pensar en una maceta para el bonsái.   ── Daniel se negó, de verdad quería participar de nuevo, y con la nueva regla, era casi que su segunda victoria estaba asegurada. ──Si el karate se usa por honor, defender la vida, el karate significa algo. Si karate se usa para defender un trofeo, de plástico y metal, el karate no significa nada. Ve en frente a buscar maceta bonita, yo iré a ferretería.

── Claro.──  suspiró Daniel y se giró hasta Quinn cuando Miyagi salió.

── Iré por la pintura.──  sonrió la rubia encaminándose en busca de los botes.

──  Déjalo, yo lo haré.── se ofreció el chico con una sonrisa.── Iré por la maceta y te ayudaré con la pintura.

── Esta bien.──  asintió Quinn alzando los hombros, pero era muy testaruda. Salió en busca de las pinturas. Trató de tomar una, pero su dedo todavía no había sanado del todo y chilló de dolor.

── ¿Estás bien?──  Quinn giró su cuerpo encontrándose con un chico  de ojos azules y sonrisa encantadora.── ¿Necesitas ayuda?

── Ah, si.──  asintió la rubia sonriendo levemente. El chico tomó los botes de pintura por las manijas y miró a Quinn.

──  Bueno, tu me diriges. ──  asintió este.

──  Ay, ay si.──  titubeó Quinn── Por aquí. ── dijo llevándolo hasta la tienda en proceso.

──  Bonito lugar.──  observó el chico dejando las cubetas en el piso.

──  Abriremos una tienda de bonsáis.──  explicó Quinn.──  Bueno, eh, muchas gracias...

──  Keith, Keith Reed.──  se presentó este extendiéndole una mano a Quinn quien la aceptó.

── Quinn Aldine, un gusto.──  dijo estrechándola.  ── Cuando por fin esté abierta, deberías venir a hachar un vistazo, Keith. 

── Lo haré.── asintió el rubio con una sonrisa.── ¿Qué le pasó a tu dedo?── preguntó señalando el yeso de la mano en la rubia.

── Me lo rompí, golpeé a un tipo.── explicó frunciendo el ceño, queriendo parecer ruda pero solo le causó gracia al chico.── Hubieras vito como quedó el otro.

── Gracias por avisar.── rió Keith bromeando un poco.── Tendré cuidado contigo señorita Aldine. 

── Es mejor.── carcajeó la rubia, la puerta se abrió dejando paso a Daniel quien miró la escena algo confundido. ── Oh, hola Danny.

── Hola, nena.── saludó Daniel acercándose a ambos entrecerrando los ojos. ── Metiste las pinturas.

── Me ayudaron. ── dijo Quinn con una sonrisa señalando a Keith.── Daniel, el es Keith, Keith él es Daniel, mi novio. 

── Un placer.── sonrió Keith extendiendo su mano en dirección al moreno quien la estrechó nada confiado.

── ¿Se conocen?  ── preguntó Daniel pasando su mirada entre ambos rubios.

── Acabamos.── dijo Quinn apretando los labios. 

── Te dije que yo metería las pinturas.── se quejó Daniel mirando únicamente a Quinn ahora. La rubia lo miró frunciendo el ceño peor no dijo nada. 

── Bueno, creo que es momento de que me retire.── sonrió Keith caminando hasta la puerta.── Fue un gusto, ambos.

── Adiós.── se despidió Quinn mientras miraba al rubio salir. 

── Te dije que yo metería las pinturas.── repitió el moreno mirando a Quinn.

──  Te ahorré trabajo, además se ofreció.──  se defendió la chica.

──  Yo también lo hice.──    negó el chico.

── Oh, ¿ahora no se me permite que me ayuden si no eres tú?──  preguntó Quinn cruzándose de brazos.──  Muy maduro Daniel.

──  Nunca dije eso.──  Daniel negó.──  Mira, no quiero pelear, me alegra que estén las pinturas y conseguí una maceta.  

── Bien.──  sonrió levemente la rubia. 

Tal vez las cosas no irían tan geniales como lo había pensado después de todo.  

✓ 𝐛𝐥𝐨𝐨𝐝𝐥𝐢𝐧𝐞 , daniel larusso ¹Donde viven las historias. Descúbrelo ahora