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QUINN SE ENCONTRABA SENTADA a los pies del Sr.Miyagi quien se encontraba arreglando una caja de luces para la casa.
── ¿Todo bien Quinn-san?── preguntó el Sr.Miyagi mirando de reojo a su alumna quien suspiró con pesadez.
── Ya no lo sé, Sr. Miyagi.── contestó la rubia apoyando su cabeza en sus manos.
── Decirme, Miyagi tal vez viejo, pero dar buenos consejos.── bromeó este con una risilla, Quinn sonrió con cariño en su dirección.
── Siento que Daniel y yo, no sé Sr. Miyagi, tal vez solo estoy desproporcionando las cosas.
── ¿Kumiko y Daniel-san?── preguntó el mayor intuitivamente, Quinn asintió en silencio.── Bueno, si las personas hechas para otras, al final, ambos quedarse juntos, cosas del destino, cosas que no podemos cambiar ,Quinn-san.
── De verdad espero que Daniel y yo estemos hechos para el otro.── murmuró la chica tamborileando sus pies en el cemento. Daniel llegó rápidamente hasta ellos con una sonrisa y detrás de él. Kumiko estacionó su auto en la calle tocando el claxon para llamar la atención de Daniel.
── Vamos, Quinn.── dijo Daniel tomando de la mano a la rubia.
── ¿Qué?── preguntó Quinn algo confundida dándole una mirada Miyagi quien asintió pacientemente.
── Kumiko se ofreció a llevarnos de turismo.── explicó Daniel caminando hasta el auto.
── Ah, si.── asintió Quinn sin mucha emoción subiendo al auto al igual que el chico.── Hola, Kumiko.── saludó está con una sonrisa simple, Kumiko saludó de igual manera
── ¿Estás bien?── preguntó Daniel. Quinn titubeo, pero asintió. De verdad no quería que Daniel supiera que estaba algo celosa de su pequeña amistad con Kumiko, pues eran solo eso, amigos, o eso creía.
La japonesa los llevó hasta unas extrañas rocas y el océano. El lugar era hermoso a ojos de Quinn, Kumiko bajo por unas rocas seguida de Quinn y Daniel.
── Me recuerda a Palisades.── habló Daniel pisando fiermemente.
── ¿Palisades? ¿Dónde es eso?── preguntó Kumiko con una sonrisa.
── Nueva Jersey.── respondieron ambos chicos, ambos se miraron y le fue imposible a Quinn no sonreír.
── En donde solía vivir.── explicó Daniel más detalladamente mirando a la rubia de forma cariñosa.
──¿Es lindo?── Kumiko cuestiono.
── Algunas partes. ── dijo este sin mucha importancia, cuando terminaron de bajar, Kumiko señalo lo que parecía un lugar destruido.
