Bajo una tormentosa lluvia en medio de un oscuro bosque, una recién nacida Luz fue abandonada por su madre en una antigua cabaña.
Por azares del destino, Edalyn Clawthorne, bruja salvaje, la encontró justo antes de que ocurriera una desgracia y se l...
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— ¿¡Ya lo oíste!? —cuestionó la morena de uñas pintadas de negro, rubor en las mejillas, sombra de ojos y labial.
Amity vio de reojo por sobre el hombro de Luz, que señaló haber escuchado uno susurros nuevamente por la puerta abierta que daba hacia los pasillos, pero nada
—Amity, ¡te juro que estoy escuchando algo! Un susurro que dice "washa, washa, washa. Gu, gu, gu" —actuó graciosa, actitud que causó una pequeña risilla de la peliverde—. ¡Juro también que no estoy loca!
—Luz, yo no escucho nada. Y no hay fantasmas, la semana pasada expulsamos al que vivía en el estudio de mi papá. Debe ser tu imaginación —explicó Amity, queriendo proseguir con su maquillaje pintando sus pestañas—. Ahora, no te muevas o te puedo sacar un ojo.
—Ugh... hablando de imaginación —resopló, acariciando por tercera vez la sien que tanto malestar y continuo martillar provocaba en su cabecita—. Cambiemos de tema. Amity, ¿por qué pintas tu cabello?
—Eso es un secreto —canturreó chistosa, síntoma de la gran comodidad que le generaba tener cerca a la morena. Su confianza fue en aumento las últimas semanas, y Amity ya no necesitaba que su madre le pida por favor ser amable con Luz, ella misma lo era por voluntad propia.
La convivencia en Hexside era un pequeño problema. La peliverde consideraba que los demás todavía no estaban preparados para aceptar la amistad tan singular que empieza a formar con la delegada de la pista mágica de pociones. Mucho menos cierta peli rosa que cada cuánto le interroga sobre las pequeñas miraditas de reojo que ambas se regalan por los pasillos.
— ¡Vamos! Por lo menos déjame adivinar. —Amity ni se inmutó; Luz de todos modos preguntaría—. ¿Lo haces para parecerte a tus hermanos? Según la foto familiar de su sala, ellos tenían el cabello verde antes de teñírselo de morado *Gasp* ¿Acaso piensas pintártelo también de morado?
— ¿De dónde viene tanto énfasis por mi cabello? —Amity preguntó, y Luz todavía no quería revelar que deseaba saber el motivo para que ella le ayude a pintar su oscuro cabello.
Tantea uno que otro matiz. Lo que tiene claro, es que será alusivo a las brujitas que tanto ama y han cuidado de ella. Naranja en un mechón, azul marino en otro, y así hasta cubrir todas sus hebras. Luz anhelaba ver la conmovida expresión que su madre esbozaría al verla.
— ¡Buuu! Sin una historia interesante de trasfondo no es divertido...—Otra vez el dolor que daba martillazos en su cerebro—. Auch.
— ¿Te encuentras bien? —Amity dejó de pasar el cepillo para pestañas cerca del rostro de Luz, insegura de continuar maquillándole en un decaído estado—. Es más, ¿segura que tus abuelos te dieron permiso de venir?
—Sí... creo —asintió en un pesado titubeo.
Los abuelos Dell y Gwen no estaban preparados para Luz y su increíble habilidad de chantaje gracias a sus tiernas mañas. El punto malo es que la próxima semana tendrá que ayudarlos en el jardín y con problemas de plagas en el sótano, pero considera que valió con tal de pasar tiempo con brujitas cool.
