Cap. 45 - La triste chica basilisco

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Sí les gusta los capítulos hasta ahora, ¿me apoyarían con una estrellita? TT

Penúltimo capítulo de este arco de la historia <33 
Luego continuaremos  con problemas mayores o.o

«Quiere decir que no fue tu intención», habló Phillip, acariciando la cabeza del emplumado búho, comprensivo con lo que el demonio le terminó de narrar mediante algunos escenarios hechos dentro de la cabeza de Eda

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«Quiere decir que no fue tu intención», habló Phillip, acariciando la cabeza del emplumado búho, comprensivo con lo que el demonio le terminó de narrar mediante algunos escenarios hechos dentro de la cabeza de Eda. «Por tu tono y mirada agachada, infiero que simplemente actúas por impulso. Realmente no quieres lastimar a Eda, quieres también separarte de ella, pero en el proceso accidentalmente provocas que se transforme en una bestia».

El búho asintió, enseñándole con ahínco el hilo rojo amarrado en su patita trasera derecha. Ni con mordidas, arañazos o ayuda del rubio, al demonio le era imposible escapar de Eda, cosa que lo entristecía.

Aquellas emociones negativas manifestaban la maldición en el cuerpo de su portador.

«De acuerdo, es imposible que ustedes se separen».

Phillip analizó, llevando una mano al mentón, mientras que con la otra no dejaba de darle mimos en el lomo. La esponjosidad de las plumas era adictiva al tacto.

«Me hablaste de algunas cosas que quisieras Eda comenzara a hacer por ti. En represalia, y si ella acepta tus términos, ¿podrías de alguna forma disminuir el consumo de elixir que ella deba de tomar a la semana?», preguntó, recibiendo un pequeño asentir de la bestia emplumada. «De ese modo puede que lleguen a una convivencia más armoniosa».

No estaba seguro, pero si la bruja empezaba a tratarlo de mejor manera, el búho también pondría de su parte y haría lo posible para controlar sus emociones y que la maldición no se manifieste tan seguido.

—Cállenseee —renegó la bruja, muteándose pesadamente con una almohada en su cara para no dejar escapar bufidos y bostezos—. Despierto y lo primero que escucho es tu molesta voz de... Espera...

«Espero», remedó el rubio, esperando con algo de sarcasmo que Eda caiga en cuenta de su entorno. «Y mientras lo hago, te diré dos cosas. Tengo una buena y una mala noticia».

— ¡QUÉ PASÓ! —chilló, incorporándose rápidamente en la orilla de su camilla—. Lo único que recuerdo es que todo el cuerpo me dolía. La sensación de hambre se incrementó, luego... me dormí. Oh, no. —Dado su historial de las últimas fechas, una simple "siesta" no puede ser buena señal—. ¿Cuánto transcurrió?

«No lo sé. ¿Recuerdas?, tu no vez, yo tampoco», explicó, aunque esta vez fue más perceptivo con el paso del tiempo. «Sin embargo, presiento que han pasado muchas, muchas horas. Juzgando por el calendario frente tuyo...».

—Tres días... —complementó la bruja, enfocando su vista en el calendario de su mesa de noche.

Odia todo; detesta el Reino Humano y sería capaz de gritarlo con toda su fuerza si es que el pecho no se le hubiera contraído en un nudo.

La lucha de una Madre Búho - TOHDonde viven las historias. Descúbrelo ahora