Unas semanas después.
- ¡Asco! -chilló Amity de sorpresa, observando cómo el curioso taliamigo, parecido a su papá al tener el mismo corte de cabello, salía de una bolsa de papas mientras ella le llevaba el desayuno-. ¡Papá, ponle una correa a esa rata tuya!
-Oh, Mittens -saludó Alador, inmediatamente deteniendo sus labores con abominables para atender a su pequeña-. Pensé que hoy pasarías el día con tu madre.
-Ya es fin de semana -señaló Amity entregándole la bandeja con el desayuno: panqueques con forma de abominación, cortesía de ella que aprendió a cocinar "sin motivo" alguno.
- ¿En serio? -Alador revisó su pergamino. Mittens suspiró por lo perdido que puede ser a veces su padre-. Lo siento. Estos días han sido muy pesados y... creo que no he visto la luz del sol desde que te fuiste la semana pasada.
-Esto es grave, papá -reprochó Amity-. Sé que el negocio es importante y bla, bla, bla, pero tu salud lo es más. ¡Mírate!
-Me miro.
Alador invocó un espejo con mango de abominación. Amity, por su parte, subió a la mesa de atrás, con cuidado para no ensuciarse, para aparecer por sobre el hombro de su padre y señalar sus imperfecciones producto del pesado trabajo dentro del taller.
-Tu barba está muy desarreglada, tu atuendo lleno de baba de abominable... sin mencionar la peste, la comida desparramada por tu rata y la extraña sensación de que... no lo sé -enumeró, acto seguido sintió un pinchazo en su cuello que la hizo peinar el taller rápidamente con la vista-. Es cómo un picazón en la nuca.
-Son los ojos de los abominables -señaló Alador, entendiendo que se refería a la sensación de ser observada de la que su hija menor siempre se quejaba.
-Lo veremos después, primero lo primero.
La peliverde le quitó el espejo y jaló del brazo para forzarlo a salir del maloliente cuarto. Alador alcanzó a llevarse un panqueque morado.
-Tienes que salir un poco... literalmente te divorciaste de mamá para hacer más cosas, ¿verdad?
-Algo así.
Alador rascó su nuca, nervioso de que su hija piense mal de él o su madre por aquella idea.
-Estuve leyendo sobre actividades que hacen las brujas divorciadas -comentó Amity, invocando una revista de farándula que confundió con una de consejos para solteras. Todavía se extraña que haya imágenes raras de chicas con poca ropa-. Ayer reservé y junto a mamá tuvimos una cita en el spa, ahora es nuestro turno de tener un día de relajo.
-No puedo, cielo -interrumpió Alador-. Tenemos que entregar el nuevo lote de abominables guardianes para...
-Que tu equipo de trabajo se encargue de eso, el jefe necesita un día libre -refunfuñó Amity, molesta de que al parecer su padre sea el único sacrificado a tiempo completo, pero en serio completo de 25/7-. Date un baño, iremos de compras
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La lucha de una Madre Búho - TOH
CasualeBajo una tormentosa lluvia en medio de un oscuro bosque, una recién nacida Luz fue abandonada por su madre en una antigua cabaña. Por azares del destino, Edalyn Clawthorne, bruja salvaje, la encontró justo antes de que ocurriera una desgracia y se l...