My secret (KookV)

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Jungkook llegó al campus de su preparatoria, justo después de ponerse el casco se dió cuenta que tal vez iba a joderle el peinado que se había hecho pero bueno, ya lo arreglaría en el baño. Ya estaba acostumbrado a que le miraran, ni quiera le molestaba o incomodaba miró a las chicas y algunos chicos mirándole con rostro de asombro cuando se quitó el casco, ¿Tan descuidado era siempre en su aspecto que por una vez que se preocupó es razón para que le miren así?.
Miró al frente encontrando con la vista a Tae y su rubio amigo, el primero observando a las personas al rededor del estacionamiento, después de que pasó su vista lentamente por el lugar se encontró con él, manteniendo su mirada. Dios, se veía tan bien, parecía un vaquero adorable (y sexy) le sonrió y saludó con la mano, entonces caminó con impaciencia hasta encontrarlo a unos centímetros de distancia.

-Hola Jungkookie- escuchó al bonito chico

-Hola Taehyungie- decidió imitar si tierno sobrenombre, ambos soltaron una risita por aquello. Generalmente el castaño era quien sacaba temas de conversación en persona, y parecía que esta vez no lo haría, solo se quedaron mirándose por unos segundos, no era un silencio incómodo pero quería escuchar su suave y profunda voz.
-Te traje algo en agradecimiento por tu ayuda ayer...- dijo descolgando su mochila de su espalda, y al no encontrar lugar donde apoyarla la puso sobre su rodilla doblada y sacó la pequeña cajita de metal. -Esto es para ti Tae, muchas gracias por tu ayuda y... Muchas gracias por pensar en compartir tu almuerzo conmigo, eres el mejor.- sonrió en grande. A este punto Jeon era consciente de todas las miradas que se posaban sobre ellos, no sabía si eso era lo que mantenía a Tae callado, le iba a decir que fueran a otro sitio pero la mirada del castaño se iluminó al tomar el objeto entregado, parecía un pequeño niño al que le dieron un juguete.

-G-gracias, no te hubieras molestado, en serio no fue nada- tomó con gran alegría el pequeño obsequio -Amo las galletas de mantequilla, ¿Lo sabes?- inquirió sonriendo con las mejillas teñidas de un ligero rosado.

-Oh... Lo siento no son galletas de mantequilla, solo fue el recipiente más bonito que encontré en casa- comentó abochornado, tal vez hubiera sido mejor idea traerle un paquete nuevo de galletas de mantequilla, bueno eso será después, pensó. Igualmente notaba como el pequeño estaba más tímido de lo normal y seguía culpando las miradas que estaba recibiendo.

-Puedes abrirlo después, ¿Vamos al salón?- le invitó esperando que se sintiera más cómodo

-Vamos...- aceptó, por un momento pensó en ofrecerle de manera caballerosa su brazo para que fuera tomado, no obstante, recordó que el castaño seguía siendo un hombre y no sabía si esas muestras de galantería le agradaban, decidió solo caminar al paso que el otro marcaba.

-Me agrada que ahora pueda hablar con alguien, me empezaba a aburrir de estar solo.- dijo el pelinegro mirando a Tae.

-Capitan Jeon, creo que tenías de dónde elegir para hacer amigos, era tu decisión no hablar mucho- se burló el castañito.

-No me van las pláticas de ver quién tuvo más citas el fin de semana- comentó arrugando su naricita -Por eso sólo hablo lo necesario con mi equipo, es el tema de moda siempre- se detuvo por un momento para hablar nuevamente. -Puede que tal vez también tenga un poco de vergüenza porque soy un solteron que no tiene citas nunca- se burló de sí mismo.

Tae se rió con él. -Kookie creo que también tienes de dónde elegir para tener citas si quieres- comentó aún riendo.

-Si... No lo creo, hay muchas de esas chicas que solo quieren salir conmigo para tener popularidad, ya sabes... Ser novia del capitán debe ponerlas en la cima de la jerarquía de chicas, sin mencionar que no me gustan las mujeres- soltó de nuevo, queriendo ver más la preciosa risa del más bajito.