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POV autora

Taehyung se encontraba en el asiento del copiloto de su propio auto, mirando al frente con las piernas juntas y jugando con las puntas de sus dedos, no se atrevía a mirar a su hombre por ningún motivo, desde que lo vio salir de los vestidores con su chaqueta negra de cuero desabrochada sin playera debajo todo su ser se removió inquieto, sabía que se había pasado un poquito con las fotos y también con el mensaje que envió pero salir a medio vestir era demasiado.

Era tan excitante ver cómo el moreno tomaba con fuerza el volante de su auto mientras en los semáforos rojos pasaba sus fuertes manos por sus muslos depilados.

Jungkook sentía que su interior estaba a punto de arder de deseo, el castañito se había quedado sentadito como niño bueno en su asiento mientras él pensaba que había decidido ser novio de un demonio, uno muy sexy y que usaba lencería que le quedaba divina.

Recordó las veces que Tae le había pedido tomarse fotos con él para subirlas a su sitio de only fans que aún pagaba de forma mensual, no era suficiente ver la piel canela de su chico en vivo y a todo color, modelando sólo para él atuendos que ya había visto en fotos pero con permiso de tocarlo tanto como quisiera, ver lo que otros cuantos miles de personas podían ver también era estimulante.

Tal vez era tiempo de aceptar su propuesta, de decirle que podía capturar con su costosa cámara la forma en que lo tocaba, la mayor fantasía de su pequeño era subir un vídeo censurado haciéndole un oral y ya no veía lo malo en aquello, después de todo ya había comentarios de más en las fotos donde se veían algunas marcas que su novio ni se molestaba en borrar con edición.

- Amor... - llamó Tae.

Si quería ser dominado entonces iba a ser dominado como se debía, ya basta de jueguitos en donde fingía darle un par de nalgadas como "castigo" por provocarlo, enviarle fotos eróticas mientras estaba en la escuela ya era otro nivel de desfachatez.

- Cállate, mirada al frente, piernas juntas y no quiero que siquiera intentes mirarme. - le contestó con voz dura, sabía que si le hacía sus típicos ojitos de cachorrito iba a ceder ante sus encantos.

Tae soltó un suspiro que pareció más un gemido, la actitud que había tomado su novio desde que salió de los vestidores era demasiado excitante para él, quería corromper esa actitud, ablandarlo y que lo mimara como siempre, pero a la vez quería que continuara así que le hablara de esa forma y que cuando llegaran a casa lo tomara a su modo.

Mordió su labio inferior imaginando cómo rompía su uniforme y también la fina lencería para hacerlo suyo. Oh deseaba tanto estar gimiendo su nombre bajo suyo, desde el fin de semana previo no lo había tocado, ahora que tenían vacaciones por un mes y medio no podía evitar pensar en todo lo que harían.

Su novio aparcó en la entrada de su casa, al lado de su propia motocicleta que llevó esa misma mañana para irse juntos al instituto.

- Espera aquí. - habló Jeon serio.

Bajó del auto abriendo la cajuela donde estaban las maletas con las prendas y artículos personales de ambos, las llevó con prisa a la casa del castaño donde simplemente las arrojó al cuarto de lavado, incluso no le importó quitarse los tennis estaba desesperado.

Volvió rápido al auto de su chico abriendo la puerta del copiloto, le devolvió las llaves de su auto y hogar jalando su mano para bajarlo.

- K-kookie... Yo... - fue besado bruscamente por un par de segundos.

- Dije que te calles, entra a casa. - le ordenó el mayor.

Como niño obediente entró a casa quitándose los zapatos a la entrada, al momento en que se agachó para tomar sus zapatos y llevarlos a la zapatera el moreno aprovechó la oportunidad para pegar su más que evidente erección a su trasero haciéndole dar un respingo.

My secret (KookV) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora