5 - Un ángel🌻

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—Fue aquel día, cuando ayudé a esa chica… sentí algo dentro de mí, es como un fuego que no quema ofensivo, solo se dirige a mi palma completa y me mantiene encantado hasta que vuelvo a mi… —explicó mientras miraba a la luna, negó con su cabeza. El suelo del balcón estaba helado, pero no importaba en lo absoluto—. También ayudé a un perro… —Sonrió y la miró, ella atendía a su explicación con sus ojos brillantes.

—Eres especial… Noah, puedes curar a la gente… —habló carismática, estaba emocionada—. ¿No te parece increíble?

—No cuando no sé qué soy realmente… —respondió viéndola con seriedad, con sus brazos abrazando a sus piernas—. No sé de lo que soy capaz.

—¿Acaso estás oyendo tus palabras? ¡Noah! —alzó la voz y elevó sus cejas ofendida—. No digas tonterías.

—Viste con tus propios ojos la forma que toman las venas de mis brazos al curar a alguien. —Resopló agobiado—. Ni siquiera sé si eso es lo que hago en verdad, me siento absurdo hablando sobre esto.

Tomó su mentón y direccionó su rostro hasta dejarlo frente al suyo, frunciendo el ceño lo miró desafiando a sus ojos celestes.

—Deja de engañarte, quizás lo que sucede sea parte de tu don… pero no puedes permitirte dudar…

—¿Qué tal si este solo es el comienzo? ¿Y si me convierto en algo maligno? ¿Qué sucederá si soy un monstruo? —preguntó con desespero, sintiendo temor.

Acarició su mejilla, y liberó a su frágil dentadura, lo observó compasiva.

—Al contrario… —habló, sin apartar su mirada, y con su voz reseca—. Eres un ángel, Noah…

Ambos se observaron en silencio, él con su mirada angustiante, en su mente solo había destrozos, ella era su calma. La joven dejó caer a su mano afectiva, y miró hacia el suelo sintiendo tristeza, tenia una conexión con él y era evidente, algo más allá de lo creíble, un latido proveniente de su alma, imposible de explicar, de comprobar. Volvió a verlo y algo extraño sucedió, veía un reflejo, una especie de imágen en transparencia dentro de los ojos del chico.

—Noah… —susurró inmóvil, anonadada.

—¿Qué ocurre? —preguntó elevando aún más sus párpados, inquieto.

—Estoy viendo a través de tus ojos… —susurró analizando la imagen expuesta.

—¿Qué? —interrogó atontado, ella cubrió sus labios con su palma y se centró completamente.

Era un recuerdo, de Noah; se podía ver una cámara de video reproduciendo a la luz del día, estaban frente a ella grabando con su mano derecha, era Léa junto al chico, llevaban remeras finas, ambas blancas. Le sonreían al lente mientras él le daba un apretón a su mejilla, y la joven con flequillo sobre su frente en ese entonces, reía hasta caer al césped.

—Somos nosotros —afirmó frunciendo el entrecejo—. Estabas viendo una grabación, es un recuerdo…

El chico sorprendido, se quedó petrificado al ver la mirada de Léa, mientras lo analizaba, sus ojos ya no mostraban su color, sus pupilas estaban dilatadas, se expandía el color por todo su iris, hasta dejar un borde celeste delgado.

La escena se borró de su mirada, ella parpadeó luego de varios segundos, dejó de tomar su rostro y suspiró. Lo observó confundida con su expresión recaída, él frotó sus ojos secos y resopló.

—¿Qué fue eso? —preguntó suspirando, esperando una explicación lógica pero ninguno podía pensar con claridad.

—No lo sé… —dijo, con su voz partida a punto de romper en llanto.

Hallarnos sobre el abismoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora