Througt The Fire (Traducción)✔️

Chapter 3: Visiting Hogwarts

Harry miró a su alrededor con asombro.  Estaba en un castillo de verdad.  Se llamaba Hogwarts, que era un nombre muy tonto, pero Minerva había sido tan seria cuando lo dijo que Harry no se rió.  Todavía tenía problemas para creer que sería un estudiante en Hogwarts y aprendería magia, pero era muy emocionante pensar en ello.

Harry estaba asombrado mientras veía cambiar las escaleras y moverse a las personas en los retratos.  Se susurraban el uno al otro y saludaban al niño pequeño, ocasionalmente haciéndole preguntas.  Harry simplemente le devolvió el saludo tímidamente.

Nick Casi Decapitado, uno de los fantasmas de la escuela, le dio a Harry un gran susto mientras flotaba a través de una pared frente a Minerva.  Harry gritó alarmado, alejándose del fantasma con lágrimas de miedo brotando.

Minerva se giró y levantó a Harry, dejándolo esconder su rostro contra su hombro.  Tembló en sus brazos.

"Oh cielos", murmuró Sir Nicholas.  "No tenía la intención de asustar al muchacho."

"Está bien", suspiró Minerva.  "Me olvidé de advertirle sobre los fantasmas".

"¿Qué en el nombre de Merlín está pasando?"

Una voz enojada rugió desde la sala de profesores y un hombre abrió la puerta con un estruendo.  El ruido solo hizo que Harry apretara su agarre sobre Minerva con un gemido.

"Severus, cálmate," gruñó Minerva con cautela.  "Está lo suficientemente asustado".

"Estás hablando del hijo de James Potter," le recordó Severus, su tono no estaba impresionado.

Harry se movió al escuchar el nombre de su padre.  Se dio la vuelta y miró al hombre que parecía enojado.  Tenía la piel muy pálida y el cabello oscuro y larguirucho.  Sus ojos oscuros miraban a Harry y sus delgados labios estaban apretados, como para dejar de hablar.  Harry estaba un poco distraído por su gran nariz torcida.

Severus miró a Harry brevemente.  Se parecía mucho a James.  Pero esos ojos verdes brillantes eran definitivamente los de Lily.  Fue un poco desconcertante ver las mejillas surcadas de lágrimas del hijo de James Potter.  Harry no lucía malicioso y arrogante como Severus se había convencido de que sería el chico.  Parecía aterrorizado.

Albus cruzó la puerta y suspiró con simpatía por las lágrimas de Harry.  "Esta no es forma de comenzar tu primera vez en Hogwarts", lo reprendió gentilmente, extendiendo los brazos.  Harry se acercó a él de buen grado, acariciando el largo cabello de la barba de Albus.  "Entra. ¿Quieres un racimo de cucarachas?"

Harry sollozó y luego arrugó la nariz.  "No me gustan las cucarachas", dijo en tono de disculpa.

Albus hizo una pausa y luego se rió entre dientes.  "Supongo que ese nombre es un poco desagradable," estuvo de acuerdo, dándole un suave golpe a la barriga de Harry y haciendo sonreír al chico.  "¿Qué tal una galleta?"

Harry asintió y de inmediato le dieron una galleta de chocolate.  La habitación a la que acababan de entrar estaba llena de adultos.  Todos miraban a Harry con curiosidad y Harry estuvo tentado de esconderse debajo de la barba de Albus.

"Ahora Harry," dijo Albus, colocando al niño en una silla en la mesa.  "Tenemos que tener una pequeña reunión para los maestros. No tomará mucho tiempo. Tengo un libro para que lo veas mientras hablamos. ¿Puedes sentarte aquí para mí?"

"Sí señor," respondió Harry con un pequeño asentimiento mientras Albus dejaba un libro de cuentos de hadas sobre la mesa.  Harry le sonrió a Minerva mientras ella se sentaba a su lado y le entregaba su dragón.  Albus le dio unas palmaditas en la cabeza y regresó a su propia silla.  Harry se comió su galleta y comenzó a hojear el libro.  No podía leer mucho, pero había muchas imágenes divertidas para mirar.