DarkSteve

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Omegaverse.

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Tony en esta situación tan adorable y aterradora no sabía que hacer. Solo podía sonreír enternecido ante las cejas fruncidas del niño, no, reír por la carita de seriedad que ponía y es que, según el rubiecito, quería que él, fuera su Alfa.

—Lo digo en serio Stark, tú, serás mío—señaló el pequeño de ojos rojos. Halo al hombre de la corbata, provocándole estupefacción.—o sino mi papi vendrá por ti y te obligará. No estoy jugando.

Lo soltó con brusquedad. Se tiro en el mueble de cuero, cruzando las piernas y los brazos lo miro esperando respuesta. El mayor paso una mano por su cabello y después por su rostro, sonrió conectando su mirada avellana con la carmesí del chico.

—Steve, eres solo un niño y yo un hombre ya adulto, no puedo ser tu Alfa, lo que me pides es imposible—trato de razonar con el terco rubio pero este se negaba a escucharlo.—yo también habló en serio mocoso. Me sacas de quicio con tu comportamiento.

—¿Y? Soy un Omega hermoso, soy el cachorro de Hydra y tú me obedeces porque a partir de ahora soy tu dueño. Voy a crecer, me harás tuyo y tendré a tus cachorros, también te daré el mundo ¿¡Que más quieres!? Lo que te ofrezco no lo hace cualquiera de tus zorras—casi grito exasperado. Quería dar a entender su punto, pero ese Alfa idiota no parecía comprender.

Abrió los ojos impresionado. Por supuesto que era hijo de Hydra, porque ningún niño normal hablaría y se comportaría de esa manera tan... territorial y posesiva.

—Por supuesto que nadie me haría una oferta tan interesante como esa, pero entiende de una vez Rogers ¡No serás mi Omega!, punto y final.

Principalmente porque no quería meterse con terroristas asesinos. Eso dañaría la imagen que tanto se a esforzado por mantener. La de buen hombre y empresario. Suspiro pensando que Steve Rogers, un chiquillo de once años pararía con sus locas ideas después de ese rechazo, pero no. Más alejado de la realidad no podía estar.

Escucho una pequeña risita a su lado. Lo vio levantarse y acomodarse el trajecito que portaba.

“Es lindo” no lo negó su lobo, y él tampoco, pero era una locura.

—Está bien, ¿Pero sabes lo humillante que es un rechazo para un Omega? Es horrible y doloroso. Pero bueno, dejaré que lo pienses mejor, o sino acabaré con toda tu familia—entrecerró los ojos orgulloso. A pesar de todo mantuvo su dulce carita en alto.

—No eres capaz...

—¿A no? Mi papá no dudará en matar a mis suegros y a mi hijastro—sonrió ladino.—Peter es un buen chico y me cae bien, siempre juega conmigo y sería triste acabar con un amigo—hizo un puchero, alzándose de puntillas alcanzó la mejilla del moreno, la acarició con dulzura.—te daré una semana para que aclares la mente mi Alfa, piénsalo detenidamente y no pienses en huir, porque te encontraré y será peor para ellos. Te amo.

Aún confundido sintió los fríos y suaves labios del Omega sobre los suyos. Fue un simple roce que le causo escalofríos. Pudo ver como Steve salía de su oficina metiéndose en el ascensor, y marcando planta baja, donde seguramente lo esperaban sus guardaespaldas. Dirigió sus dedos a sus labios y los toco sintiéndose perdido.

Maldita sea la hora en que conoció a ese pequeño demonio vestido de dulce angel.

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¿Se imaginan a Stevie Hydra acosando a Tony adulto? ❤️👄❤️

Solo Stony Donde viven las historias. Descúbrelo ahora