capitulo 11

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Llegaron juntos a la empresa, Federico caminaba al lado de Cristina y al entrar ella le tomo la mano, el se sintió incómodo pues sabía que todos ahí consideraban que no tenía carácter con su esposa y llevarla a la empresa solo confirmaría esas habladurías, volteo a mirar a Cristina y pudo notar su mirada de ilusión entonces apretó su mano y siguió caminando decidido, ella era su esposa y lo que sus empleados pensaran no tenía porque importar... Ese pensamiento desapareció rápidamente de la cabeza de Federico cuando paso frente a Debora, la joven mujer se quedó unos minutos en silencio observando a la pareja de esposo llegar, entonces Federico soltó a Cristina

Fede: Debora, Buenos días— saludo incómodamente, volteando a ver a su esposa- Ella es Debora, mi secretaria

Cris: Cristina Alvarez, mucho gusto— extendiéndole la mano amablemente

Debora: Mucho gusto, señora Cristina— respondió secamente y regresándole el saludo

Fede: Debora, Cristina se va a integrar a la empresa el día de hoy, te pido por favor que le busques una oficina, yo sé que la mayoría están ocupadas pero puedes hacer algunos ajustes, no se, lo que sea, y también consiguele una secretaria, alguien que le ayude...

Debora: Si señor Federico, enseguida...

Los celos consumían a Debora ¿Que hacía esa mujer ahí? La empresa era el único lugar donde podía estar con Federico y ahora con su esposa ahí sería casi imposible.

Mientras tanto, en su oficina, Federico le explicaba varios puntos a Cristina, ella sonreía y lo escuchaba atentamente recordando que la noche anterior le había dicho que no le enseñaría nada y sin embargo ahora lo estaba haciendo, estaba feliz de poder estar ahí con el y verlo desenvolverse en los temas de aquella empresa.

Debora llegó echando chispas a la oficina de Eulogio, las cosas no podían ser así, no aceptaba que Cristina estuviera ahi

Eulo: ¿Y ahora? ¿Por qué esa carita?— pregunto al verla

Debora: ¡Está aquí! Cristina va a trabajar aquí- bufó

Eulo: No— respondió con gesto burlesco- no me digas que Federico la trajo aquí, pero si ese hombre parece un muñeco controlado por su mujer— dijo riendo

Debora: ahora todo lo que llevo avanzado con el se va a ir a la basura, yo no puedo perder a Federico—reprocho sentándose frente al hombrea— el quiere que le busque una oficina, eso quiere decir que va a quedarse aquí

Eulo: ¿Y cuál es el problema? Simplemente búscale la más alejada a la de Federico, además no creo que esa mujer dure aquí mucho tiempo, yo la conozco, es incapaz de hacer algo que no sea barrer o cocinar, anda ve y haz lo que te pidió Federico, enseguida hablaré con el.
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Debora les informó que ya estaba lista la oficina que ocuparía Cristina, lejos de la de Federico tal y como Eulogio se lo había aconsejado, Cristina salió de la oficina de su esposo y se metió en la que ahora sería suya, estaba lista para comenzar...

Por otro lado las burlas de Eulogio hacia Federico no se hicieron esperar, claro, típico macho.

Eulo: Así es que Cristina te convenció para que la dejaras estar aquí, cada día me sorprendes más— dijo sentado frente a Federico en el escritorio

Fede: Ella quería hacerlo y yo no pude impedirlo, está también es su empresa...

Eulo: A Debora seguramente no le gustó mucho la idea, ví la cara que tiene, pobre...

Fede: A ella no tiene porqué importarle, sabe que estoy casado— fijando su vista en un par de documentos

Eulo: Si pero ahora tendrá que convivir día a día con tu mujer y eso no será muy cómodo que digamos...

°Tus ojos cuentan una historia° Donde viven las historias. Descúbrelo ahora