Federico y Cristina habían acatado muy bien las indicaciones de la doctora, ella se veía radiante con su hermosa barriguita de 21 semanas y vivían su amor sin imaginar siquiera que esto le causaba una rabia inexplicable a Raquela que con las semanas se había echo muy "amiga" de Cristina y por ende convivía más con Federico, y eso era precisamente lo que buscaba.
Esa tarde Federico llegaba del trabajo, Cristina estaba sentada con Raquela en la mesa cuando lo vieron entrar...
Fede: Buenas tardes.
Raq: Buenas tardes Federico- sonriendo coquetamente
Cris: Buenas tardes, mi amor ¿Quieres comer?- levantándose
Fede: Yo me sirvo Cris, siéntate, mira- sacando un trajecito blanco de lana- compré esto hace rato...
La ropita se veía diminuta entre las grandes manos de Federico y Cristina no pudo evitar emocionarse, era la primer cosita que compraba para su hijo...
Cris: Está precioso- tomándolo entre sus brazos- Gracias Federico...- dándole un besito
Raquel observo la escena y sentía como la sangre le hervía, ¿Cómo podía ser posible que Federico no se diera cuenta de que le gustaba? Le daba rabia ver cómo podía estar tan enamorado de la insignificante Cristina y a ella ni la volteaba a ver, así que muerta de celos se despidió y salió de la casa dejando solos a los dos.
Ellos cenaron, Federico entro a darse una ducha y cuando salió vio que Cristina se habia quedado profundamente dormida, sonrió y se acercó a besarle la frente y arroparla más, y al ver su semblante de cansancio no pudo evitar sentirse culpable por tenerla viviendo en esas condiciones a las que ella no estaba acostumbrada.
A la mañana siguiente Cristina ni siquiera se dió cuenta de a qué hora Federico salió a trabajar, se levantó de la cama para comenzar a hacer sus quehaceres y vio una nota en la mesa que decía "No quise despertarte porque anoche te acostaste muy cansada, hoy llegó más temprano. Federico" ella sonrió, no había necesidad de poner el nombre porque esa letra espantosa que hacía Federico era inconfundible...
Estaba barriendo cuando Raquela llegó a entregarle una tanda de ropa para que la lavara y el pago de la de un día antes, la realidad es que a Cristina le pagaban poco pero a ella no le importaba, lo poco que le daban los usaba para comprar más cosas de la despensa o cosas que empezaban a faltar en la casa y lo que sobraba lo guardaba para cuando fuera necesario, el acuerdo de Cristina y Raquela era que Cris lavaba la ropa temprano para que antes de que Federico llegará de trabajar estuviera seca y así poder doblarla, y llevarla a la casa de Raquela para que la entregará al día siguiente, Federico llegaba casi siempre a las 7 de la noche y los días que llegaba temprano siempre lo hacía a las 6 de la tarde, nunca antes así que le daba tiempo a Cristina de hacer todo.
Y así había sido, Cristina ya tenía todo hecho para cuando Federico llego ella acaba de dejar la ropa en casa de Raquela
Cris: Que bueno que hoy pudiste llegar más temprano.
Fede: Quería estar más tiempo contigo Cris... Sabes, he estado pensando en que sería bueno que nos casaramos antes de que nazca nuestro hijo, es decir, al menos por lo civil...
Cris: Si por mi fuera me casaba contigo en este mismo momento- Sonriendo.
Raquela estaba afuera escuchando todo, le cansaba ver tanta felicidad por parte de ellos, a pesar de no tener ningún motivo para hacerlo, porque Federico jamás le había dado entrada, le daba rabia verlo ser feliz junto a Cristina, así que estaba dispuesta a causar por lo menos un buen disgusto entre ellos, tocó la puerta
Fede: En lo que abres iré a cambiarme está ropa y ponerme la de dormir ¿Si?
Cristina asintio y abrió la puerta mientras Federico se perdía entre la cortina que tapaba la entrada a lo que era la recamara.
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°Tus ojos cuentan una historia°
FanfictionCristina Alvarez y Federico Rivero vivieron muchos obstáculos desde el inicio de su amor, ahora la vida les enseñará a enfrentar la adolescencia de su hija y la "infidelidad", premiandolos después con la oportunidad de empezar de nuevo y que sus ojo...