capitulo 2

695 73 13
                                    

Cristina y Federico habían tomado el autobús que los llevaría juntos a un pueblo más grande que el suyo en el que podrían tomar, ahora sí, el autobús que los llevara la ciudad. El viaje a ese pueblo duraria unas 3 horas, tendrían que pasar la noche en la central de autobuses y salir a su destino al día siguiente por la mañana, llevaban más o menos 2 horas de camino, ya había anochecido y al tocar la mano de Cristina, Federico pudo sentirla fría...

Fed: Tienes frío ¿Verdad?- pregunto quitándose el saco que llevaba puesto.

Cris: Creí que mi mamá me había empacado un suéter o algo asi- dijo mostrando una tímida sonrisa...

Fed: ¿Eso era lo que buscababas en tus cosas hace rato?- recordando que la había visto revolver el poco contenido de la bolsa que su madre le había llevado.

Cris: Si...

Fed: Ten, ponte esto- ayudándola a ponerse el enorme sueter- cuando lleguemos a México te comprare uno bonito y calientito...

Cris: Federico, tengo miedo- murmuró sintiendo un nudo formándose en su garganta.

Fed: Todo va a estar bien, yo sé trabajar y estoy seguro que voy a poder sacarte a delante...

Cris: Es que con un bebé todo será más difícil

Fed: Cristina, te prometo que voy a luchar por ti y por ese bebé, no vamos a regresar al pueblo hasta que no tengamos todo lo que soñamos, no vamos a regresar si no es con la cabeza en alto porque el único error que hemos cometido fue querernos, porque yo te quiero, ¿Tu me quieres?...

Cris: Si, Federico, te quiero

Fed: Duérmete un ratito, ya estás cansada, yo te despierto cuando lleguemos a la central...

Federico rodeo con su brazo a Cristina para que ella pudiera recostarse, y pensó en que el también tenía miedo, miedo de tener un hijo, nunca había tenido una responsabilidad tan grande y sabía que en cualquier otra situación lo más probable es que hubiera huido pero no quería hacer las cosas mal con Cristina, ella no lo merecía y aunque de sobra se conocía lo tosco que era, sabía que era porque poco conocía del cariño, porque en toda su vida ella era la única persona que lo había echo sentirse querido y por eso mismo sabía que debía cambiar, tenía que convertirse en una mejor persona y cuidar de esa mujer que ahora llevaba un pedacito de ambos en su vientre...

Estaba tan ocupado pensando que el camino se le hizo corto y cuando menos lo pensó el camión ya se había detenido.

Fed: Cris, Cris- moviendola un poco- ya llegamos...

Ella se estiró un poco en el asiento y el tomo las cosas de ambos para bajar, hacía frío y no era para menos, el mes de diciembre ya estaba anunciando su presencia, ambos entraron a la central y después de comprar los boletos para la mañana siguiente fueron a sentarse a la sala de espera, ahí tendrían que pasar la noche.

Cris: ¿No tienes frío Federico?-recostandose en su hombro

Fed: No, no tengo ¿Tienes más sueño verdad?

Cris: Si...

Fed: Bueno pues entonces duérmete- rodeándola nuevamente con su brazo.

Cristina cerro los ojos y después de unos minutos se quedó profundamente dormida, tantas emociones en un solo día la habían dejado agotada.

Fed: Descansa Cristina, yo te cuido...- murmuró recargando su cabeza en la de ella pensando en que sería una larga noche 
.
.
.
.
.
.
.
Al día siguiente tomaron otro autobús y después de horas de viajar por fin llegaban a su destino, Cristina había estado con nauseas la mayor parte del camino, pero ahora, ya sintiéndose mas recuperadoa caminaba de la mano de Federico para salir de la central de la ciudad y comenzar a buscar algún lugarcito en renta.

°Tus ojos cuentan una historia° Donde viven las historias. Descúbrelo ahora