Capítulo 7

12.6K 980 343
                                    

TRAVIS

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

TRAVIS.

Desperté sintiendo como si todo el aire del cuarto me aplastara la cabeza y luego la partiera en dos, justo en medio, me sentía como la mierda y para variar, no había medicamentos en esta maldita casa.

Me arrastré fuera de la cama y golpeé mi cabeza unas tres veces con la pared para ver si este dolor suplantaba al anterior.

Me equivoqué.

Ahora me dolía la cabeza por dos razones.

Salí del cuarto sintiendo mi casa oler a flores ¿Por qué olía a flores?

Las ventanas estaban abiertas de par en par y había una chica con una de mis camisetas golpeando la alfombra de la sala con una escoba en el exterior.

— ¿Qué mierda...?

Mi intención era caminar hacia ella y gritarle quien joder era y por qué estaba aquí, hasta que ladeé la cabeza y vi la cocina completamente ordenada y repleta de bolsas de supermercados.

— Ahora sí que esto es sospechoso.

Caminé a paso rápido hasta la chica, apoyando mi mano en su hombro, llevaba audífonos inalámbricos puestos, como no me escuchó llegar, saltó tan alto que hasta a mí me asustó.

— ¡Mierda! Anúnciate, muévete o algo, casi me matas de un infarto.

Quitándose los auriculares.

— ¿Qué haces aquí?

¿Qué hace Lucía en mi casa? Acaso ella y yo...

— ¿No te acuerdas?

Alzando la ceja incrédula.

— No me digas que cogí contigo anoche — llevando las manos a mi cabeza— No... joder... no... yo quería recordarlo ¿Cómo fue? Fui un asco ¿Cierto? Estaba muy ebrio... no... — retrocediendo un paso— tuve que haber dado pena ....

Carcajeó.

Señores... ese es el sonido más bonito que he oído en mucho tiempo.

— No tuvimos sexo, tonto — cargando su peso en la escoba, yo no recuerdo haber tenido escoba— anoche me llamaron del bar de dónde no fuiste capaz de salir por tu cuenta, me dijeron que te sacara de ahí, no iba a dejar que durmieras en el piso fuera de ese lugar, así que fui por ti, me diste la dirección de tu casa luego de insistir muchas veces, te traje, y me dije a mí misma que hasta ahí iba a llegar, pero comenzaste a vomitar y si te mueres por ahogarte en tu vomito, sería mi culpa. Resumen — tomó aire— te vomitaste, vomitaste el pasillo, y tu cuarto, a mí, y tuve que arrastrarte a la bañera para limpiarte, mi ropa aun no se seca, así que saqué una de tus camisetas, y un bóxer también, las bragas también me las vomitaste.

Golpee mi rostro con la mano extendida, sintiendo vergüenza de mí mismo.

Que buena primera impresión...

Deja que ocurra #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora