Capítulo 36

9K 688 141
                                    

Perdí la estabilidad por unos minutos, mis piernas flaquearon al pensar que ese loco estaba suelto y que podría hacerme algo en cualquier momento, o peor, a mi hija, es lo que más me preocupaba en estos momentos, Megan no tiene por qué pasar por l...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Perdí la estabilidad por unos minutos, mis piernas flaquearon al pensar que ese loco estaba suelto y que podría hacerme algo en cualquier momento, o peor, a mi hija, es lo que más me preocupaba en estos momentos, Megan no tiene por qué pasar por lo que yo pasé, no quiero que ella tenga recuerdos como esos.

Antes de que ambas piernas me fallaran, Travis me sujetó por la cintura, pegándome a su pecho para no caer, Megan se aferró a ambos, observándonos sin entender qué estaba pasando, Jack en cambio, lo comprendió rápidamente, logré escuchar un poco de su conversación cuando mi mente se conectó con la realidad otra vez.

Los recuerdos de lo que Travis padre me hizo seguían repitiéndose en mi cabeza, lo que me hacía pensar que quizá no estoy tan bien como pensé.

— Sí papá, te esperamos en Playa del Carmen, Lu no se siente bien.

Dijo Jack antes de cortar.

— Ya lo dije, te doy veinticuatro horas, si no lo encuentras, mañana a esta misma hora estarán cortando tu cuerpo en trozos para hacerte desaparecer.

Dijo Travis antes de cortar la llamada, guardar su móvil y centrarse por completo en mí.

— Lo voy a encontrar, te lo juro.

Dijo.

Besando mi coronilla.

— ¿Y si no logras dar con él? Pudo haber ido muy lejos, a mí me llevó a un lugar del que tú no estabas enterado ¿Qué voy a hacer si yo...?

— ¿Mami?

Dijo Megan, tocando mi rostro con su diestra.

— Ven con tu tío Jack, Megan, los jóvenes somos más divertidos ¿Vamos a ver al loro otra vez?

Jack cargó a Megan, observándome con seguridad.

— Sí, esa es una buena idea — Travis sacó dinero de su bolsillo, entregándoselo— Comprense algo bonito, estaremos observándolos justo aquí.

Dijo Travis.

Mi hermano asintió y se llevó a la niña, alejándose apenas unos metros, para darnos privacidad.

— Pudin — Travis me giró en sus brazos para quedar de frente, acunando mi rostro con una de sus manos mientras la otra sostenía mi cintura firmemente para que no cayera— Lo voy a encontrar, tenemos algunos días aquí aún, y en el peor de los escenarios, es mejor que tú, Megan y Jack se queden en México si no logro dar con su paradero, nadie volverá a ponerte las manos encima, nunca, ni a ti, ni a tu hija, ni a tu hermano. Todo estará bien.

— ¿Y si no está bien? — dije con preocupación— ¿Y si me encuentra? ¿Y si me hace daño? Travis... tu papá... tú no tienes idea de lo mal que lo pasé, yo... tengo miedo...

Apretando su camiseta con fuerza.

— Te juro por mi vida que pase lo que pase, no dejaré que te ponga las manos encima, vas a estar bien, Pudin, no necesito fingir más — besando mi mejilla de manera corta— haría lo que fuera para que estés bien, ya viste de lo que soy capaz, podría hacer cosas peores si se trata de tu bienestar.

Deja que ocurra #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora