Travis se acercó a nosotros temblando como gelatina, normalmente él no aparentaba emociones, no sonreía, no tenía miedo, no demostraba ira a menos de que lo estuviesen atacando directamente, Travis es una persona cerrada y me siento afortunada de haber tenido la oportunidad de ver sus sonrisas y oír sus carcajadas, por eso me duele tanto ver como tiembla del miedo al ver cómo su padre destruye el futuro que estaba intentando construir, y al mismo tiempo, como quiere lastimarnos... yo puedo salir sola de esto... quizá, pero ¿Esa bebé? La pobre no tiene culpa de nacer, menos de tener como padre a una bestia como su donador de semen ¿Cómo... puede consentir que le hagan daño a esa criatura?
- Papá, por favor... haré cualquier cosa, lo que quieras, iré dónde sea que me digas y seguiré tus ordenes, no volveré a escapar ni a faltar a lo que prometí.
Travis padre con un solo movimiento de cabeza, hizo que uno de sus ángeles se acercara a Travis, cortándole el paso, estábamos a dos malditos metros de distancia.
- No lo escuches - dije- No caigas en su trampa, no creo que un padre lastime a su propia hija.
- Princesita, yo no soy el Diablo que te crío - aplastando más la navaja contra mi cuello. Otro hilillo de sangre, más dolor- Yo si soy capaz de deshacerme de lo que interfiere en mis planes, lastima que tu mamá no sabe escuchar, deberían haberte abortado.
- ¡Lucia, no lo escuches! - Dijo papá agitado, luchando con el ultimo bastardo que tuvo la valentía de enfrentarlo- Para tu mamá y para mí has sido lo mejor que nos pasó.
- Lo dice el que desapareció años porque no quería saber de esta perra.
Jalando mi cabello más fuerte, obligándome a descubrir una nueva porción de mi cuello.
Mierda.
No sé qué me duele más, si el corte en el cuello o sus palabras.
- Lucia, lo sabes, te amo, yo te amo.
Dijo papá.
- Lo sé. Papá, yo lo sé, no caeré en su trampa.
Comenzando a respirar agitada, esto tenía toda la pinta de despedida y no estoy lista para dejar este mundo.
- Te voy a ayudar ¿Sí? Papá te va a ayudar, siempre voy a estar para protegerte.
Acercándose a grandes zancadas, mamá seguía ocupada.
- Alto ahí Diablo, o le corto el cuello aquí mismo - provocando otro pequeño corte- vas a hacer lo que yo diga.
Papá se detuvo.
- Travis, te juro que, si le haces algo, nada te va a salvar de la muerte, voy a reventar tu cabeza contra el piso hasta que tu cerebro no tenga forma.
Amenazó mi progenitor.
- Papá, por favor, dije que haría lo que fuera, déjala ir - Travis dio otro paso hacia nosotros- Sólo vamos a casa, vámonos, deja a los Diablos en paz, tuviste tu venganza, me tienes a mí, lo conseguiste, ahora por favor... sólo... acabemos con esto y vamos a casa.
ESTÁS LEYENDO
Deja que ocurra #2
RomanceLucía es bailarina de ballet, como su madre, aunque con un estilo más agresivo. Siendo su padre un reconocido boxeador, no será una delicada flor como su madre, sino más bien, un cisne negro grácil y poderoso. Su mundo cambia cuando llega un nuevo c...