Capítulo 40

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JESSA

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JESSA.

Me dejé caer en el sofá otra vez, completamente agotada, no fui capaz de pegar un ojo durante toda la noche, e incluso ahora, sabiendo que ambos están vivos, no soy capaz de conciliar el sueño, tengo miedo de cerrar los ojos, despertar y que algo esté saliendo mal, yo... tengo que estar despierta, ya los perdí una vez, a ambos, no podría tolerar perderlos definitivamente.

Par de estúpidos...

Lucia debió sacar un poco de mi sensatez en vez de la falta de criterio de Luca.

— Te traje algo de comer, no te vez bien.

Dijo Connor, dejándose caer en el sofá a mi lado. Oren y Marcus fueron a cambiarse de ropa, cuando regresen, iré yo a casa a hacer lo mismo para después volver, no pienso despegarme del hospital, debo esperar a que Travis regrese también, fue a ver cómo estaban los niños, dijo que compraría lo que come Megan para que Nick pueda hacerse cargo mientras tanto.

— Gracias — suspiré— Creo que aún no tengo hambre, pero sí comeré un poco — recibiendo lo que me trajo— Pasé... un susto de muerte, Luca... casi lo pierdo otra vez...

Mis ojos se llenaron de lágrimas, el sólo pensar en que no podré verlo o tocarlo me destroza el corazón, yo simplemente no puedo vivir sin él.

— Sabes que, si eso sucede, yo estaré para apoyarte, siempre voy a estar esperando mi oportunidad.

Rodé los ojos.

— ¿De nuevo con eso Connor? Sabes que jamás existirá un nosotros, Luca es mi todo, y mételo en tu cabeza, nunca voy a estar contigo.

Frunció el ceño.

— ¿Qué has dicho? ¿Ni siquiera tengo una oportunidad? ¿Nada? ¡¿Es que no soy suficiente para ti?!

Sujetando mi brazo con fuerza.

La verdad, no me sorprendía, Connor siempre fue agresivo cuando no le daban en el gusto, y no es como si me asustara, le perdí el respeto al miedo hace mucho tiempo.

— Luca es mi esposo, mi compañero y mi amante, después de él, dudo mucho que llegue a gustarme alguien más.

Me apretó más fuerte.

— No me retes Jessa, porque puedo hacer que las cosas se pongan muy feas para ti.

Amenazó.

— ¿Quieres que las ponga aún peor para ti? Ya eché a Blake de la pandilla, podrás ser mi cuñado, pero si tengo que sacarte y arrastrarte a un psiquiatrico, lo voy a hacer, yo no soy como tu papito, que se compadece de ti.

— No te atreverías.

La mano que me sujetaba tembló.

— Sí que me atrevo, así que aprieta un poco más fuerte si quieres, para que los moretones queden más profundos y tenga pruebas en tu contra — señalando mi brazo— ¿Ves como comienza a cambiar de color? Mi piel es muy sensible.

Deja que ocurra #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora