Lucía es bailarina de ballet, como su madre, aunque con un estilo más agresivo. Siendo su padre un reconocido boxeador, no será una delicada flor como su madre, sino más bien, un cisne negro grácil y poderoso.
Su mundo cambia cuando llega un nuevo c...
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Decidí no hacer nada y observar el comportamiento del pelinegro por el resto de la tarde, pero nada nuevo ocurrió. Sólo me preparó el batido, limpió la cocina, le dio un baño a la bebé mientras yo me daba un baño para prepararme para la pelea y luego le preparó el biberón mientras yo me hacía dos gruesas trenzas desde lo alto de mi cabeza, hasta el final de estas, he estado viendo videos y la mayoría de las boxeadoras las lleva así para que no estorbe en la pelea, hoy es mi gran día.
Cinco de la tarde, llevamos a Megan a casa de mis padres, mamá y mis tíos se harían cargo mientras tanto, papá y Travis me acompañarían, veríamos allá al abuelo, después de todo, él era mi entrenador, pero al llegar a casa... las cosas estaban un poco... extrañas, digo, normales para su nivel, pero...
— Tío Oren ¿Por qué llevas falda?
Pregunté.
Que bonitas tenía las piernas.
— Tú mamá quiere hacer una fiesta de chocolate, le pegaste las ganas mocosa, así que me conseguí chocolate con Sam y ahora estoy tentando a tu papá.
Miré a papá, sentado en el sofá, intentando no desviar la vista hacia las piernas el tío de ojos bonitos, pero no le resultaba.
— Ah... ya veo.
Encogiéndome de hombros, depositando la silla de Megan frente al sofá con delicadeza.
— Lucia, a tu papá le preocupaba que te enteraras de esto, no quería que supieras que se coge a tu tío.
Carcajee.
Mamá hizo aparición con una de sus frases icónicas.
— Papá, yo ya sé que ustedes dos hacían ciertas cosas de jóvenes, y si mamá y tío Marcus están ahí y dan su consentimiento, no veo cual sea el problema — viendo al avergonzado sujeto— Es tu vida, eres adulto, puedes hacer lo que se te dé la gana.
Tío Oren sonrió.
— ¿Lo ves? Ya admítelo, Diablo, guardaste mis faldas por algo, no te hagas el santo ahora.
Mientras tanto, Travis observaba el dibujo del papel mural como si fuera la cosa más interesante de la vida.
— Oren... no frente a la niña.
Dijo papá, rojo de la vergüenza.
— A tu hija se la follaron entre tres anoche, ya madura, Landon.
Si antes estaba rojo, ahora estaba blanco como el papel.
— Ok, ok, no molesten a mi co-entrenador — caminando hasta mi progenitor— Vamos papá, es casi una hora de camino y no quiero llegar tarde.
— ¿Los tres Lucia? ¿Tres? —Poniéndose de pie— ¿De qué te sirve tener novio si te metes con otros dos? — caminó hasta Travis— ¿Y tú qué? ¿A cuál de los dos te follaste? ¿Jacob o Harry?