Capítulo 3

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"Amar es ponerse al cuello el nudo corredizo de la ilusión; adorar a alguien mientras pareces asfixiarte. Pero incluso el amor no correspondido, el amor fugaz, es mejor que nada."

― Susan Vreeland, The Passion of Artemisia


POV Armando

La puerta del estudio está abierta, la veo desde el corredor, Betty ya está casi lista, es muy rápida y organizada, así que sigo derecho para no interrumpirla, no sé si me ha visto, yo creo que no.

En la mesa del comedor está Catalina, está en bata y tiene frente a ella un plato repleto de trozos de fruta que disfruta despacio mientras va ojeando una revista de farándula.

-Hola Cata –la saludo tomando asiento al otro lado de la mesa, quedando frente a ella.

-Hola Armando, veo que ya estás arreglado, me alegro que estés tan juicioso usando ese cabestrillo.

-Me toca usarlo Cata, me toca –le respondo sonriéndole -¿Te molesta si te acompaño un rato?

-Claro que no, pero ¿Y Beatriz dónde está?

-Se está arreglando para irse, tú sabes, tiene que encargarse de la empresa pero además quiere pasar primera a casa de sus padres, quiere ver a su mamá.

-Ayer estaba muy afectada por la discusión que tuvo con su padre, pero sabes que yo creo que eso tarde o temprano iba a suceder –me dice Cata -ella debía salir de su casa, necesita aprender a ser independiente.

-Yo creo lo mismo Cata, pienso que esto puede ser muy bueno para Betty.

-¿Te ha dicho algo sobre donde va a vivir? –Me pregunta –Es decir, no me malinterpretes Armando, puede quedarse aquí todo el tiempo que quiera, pero lo mejor es que consiga su propio apartamento. Tú debes tener gente conocida en el gremio para recomendarle algún buen proyecto, para que consiga un apartamento a su gusto.

-Yo si conozco algunas personas Cata pero la verdad es que... -Lo mejor sería explicarle a ella las condiciones que tendrá esta relación –Mira, Betty si ha decidido que me dará una oportunidad, que nos daremos una oportunidad otra vez, si, ella sabe cuánto la amo porque no me canso de decírselo y me ha dicho por igual que me ama, pero por ahora ella no quiere que esto se haga público, no quiere que se entere nadie.

-¿Betty no quiere que su relación se haga pública? –me pregunta Catalina algo extrañada.

-No Cata, no quiere que nadie sepa que estamos juntos.

-No entiendo Armando, ¿Por qué querría eso?

-Ella no quiere un escándalo ahora mismo, y yo la entiendo Cata, porque tú sabes cómo está Marcela desde que terminamos y se enterarían los medios, correría la voz de que Betty fue la culpable de la ruptura nuestra, de la cancelación de la boda del año, eso sin contar como lo tomarían mis padres, creo que mi madre su opondrá desde el primer instante que lo sepa.

-Claro, entiendo a Betty, especialmente por su forma de ser, tú la conoces y ella a pesar de todo es muy reservada con sus cosas.

-Cata ella es perfecta como es –le aseguro yo sonriendo como un tonto, sin poder evitarlo y ella me ve a su vez con una sonrisa muy angelical, de esas que solo Catalina tiene.

-No sabes lo mucho que me encanta verte así Armando –extiende su mano y toma cariñosamente mi brazo libre que está sobre la mesa -te siento tan tranquilo y veo lo bien que les hace a los dos estar juntos, me alegro tanto que no te dieras por vencido, porque ella sufrió demasiado con todo lo que pasó, y yo dudé mucho que volviera a confiar en ti. Te confieso que en algún momento pensé que lo mejor para los dos era alejarse, rehacer su vida por separado.

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