Capítulo 48

992 64 271
                                    

«El amor es el más hermoso de los sueños y la peor de las pesadillas»

― Aman Jassal, Rainbow the shades of lover.


POV Armando

No sabría poner en palabras la forma en que me siento, pero la felicidad que tengo desde que salí de su apartamento y me subí al taxi, no tiene precio.

Como si siguiera existiendo dentro de algún libro de historias medievales, de esas donde el caballero de brillante armadura después de regresar de la terrible batalla, conquista épicamente a su princesa y ambos pueden mágicamente disfrutar por fin de su amor.

Así me siento.

Como un tonto adolescente, totalmente enamorado, tanto así que cree que morirá si no vuelve a ver a su amada cuanto antes.

Es enorme y abrumador el amor que siento por ella, estando a su lado deja de importarme todo lo demás. Mi centro y mi paz, todo lo que necesito, todo es ella.

Me miro al espejo que tengo dentro del vestier de mi habitación y no puedo evitar sonreír aún más.

Pensar en ella me da vida y energía para todo lo que pueda sucederme.

-Me encanta verte tan feliz hermanito - Me dice Camila mientras, sentada en el borde de mi cama, me ve como saco y organizo cuidadosamente la ropa que voy a ponerme para salir a la oficina.

-¿Tanto se me nota? -le pregunto yo algo extrañado.

-Para mí es muy evidente todo lo que estás sintiendo, lo que has cambiando para bien, lo maduro que estás y todo es solo por ella -mi hermana sonríe cuando la miro y freno por un momento, absorbiendo lo que me dice -en la forma en que la miras Armando, en como ella se acerca a ti, con la ternura con que te habla... es muy claro que ustedes dos están conectados -agrega Camila -y por eso me alegro tanto ¿Sabes?, porque veo que Beatriz te corresponde, que te ama tanto como tú a ella.

-Gracias Cami, no sé qué decirte... -respondo yo y luego suspiro -ella es la mujer de mi vida, es algo que jamás pensé que llegaría a tener y es que ella es el amor verdadero, no pienso perderla nunca más -afirmo mientras dejo en mi mesa de noche las gafas y el celular que aún tengo en el bolsillo -y es por eso que mañana mismo iremos a la primera cita de terapia, tal como ya te había contado.

-¡Me parece fantástico que los dos estén de acuerdo en eso Armando! -exclama ella -va a ser muy beneficioso para ambos, te puedo asegurar que es una gran idea.

En verdad espero que no sea algo contraproducente y terminemos perdiendo todo el terreno que ya hemos ganado. Pero por ella estoy dispuesto a hacer lo que sea, incluyendo sobreponerme a la extraña sensación que todo el asunto de la terapia me produce.

-Voy a darme una ducha rápida y a volar para la oficina, ya se me ha hecho demasiado tarde.

-¿Ya comiste algo? ¿Quieres que te prepare al menos un café?

-No Cami, no te preocupes que yo como algo al llegar a la oficina, en serio debo irme, pero gracias en todo caso.

-Bueno, te dejo entonces para que te arregles.

-Gracias hermanita.

Entro al baño y mientras me desabotono la camisa me miro al espejo. Este hombre que puedo apreciar tan sonriente, a pesar de las cicatrices aún visibles en su piel, no parece ser el mismo que el mes pasado moría de dolor por la ausencia de Beatriz Pinzón Solano.

-Y tú que pensaste que estabas condenado a no vivir el verdadero amor jamás, mírate ahora Armandito, solo mírate esa cara de tarado enamorado que tienes -me digo a mí mismo -mira que tienes una suerte increíble y Beatriz no solo te salvó la vida, sino que te está dando la oportunidad de vivirla a su lado.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: May 29 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

IlusiónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora