Oneshots en el Olimpo.

Un buen amor para Hefesto (1ra parte)

Halo!! He vuelto y con una historia de mi queridisimo Hefesto. Yo lo adoro y creo que todos aquí concordamos en que merece mas, mucho mas que... Afrodita. Por suerte para él y para la mismísima Afrodita Hefesto encontró el amor, en algunos mitos se divorcia de la diosa del amor y en algunos otros simplemente tiene... consortes. Yo prefiero creer que después del vergonzoso momento vivido con Ares y una red, estos dos entendieron que era mejor decir adios. 

Sea como fuere, esta historia vino a mi un tanto diferente. En un mundo diferente que estoy intentando hacer historia completa EL BAR DE LOS DIOSES. Pero... por ahora... nos conformaremos con esta primera parte de la historia de Hefesto y Aglaya. Espero la disfruten. Mil besos.  

.......

El Olimpo rebosaba esa noche, el ambiente era caliente y húmedo, la mujer estaba extasiada, parecía que sería una noche prospera y...

-Señora – la chica la saco de su concentración. – Su esposo llamo... él, llega esta noche.

Y así de simple... su noche y probablemente su semana entera estaba arruinada.

Afrodita bufo exasperada.

-¿Por qué justo ahora? – soltó mientras veía entrar al hermoso chico de ojos lavanda. – Adonis – saludo cuando estuvo frente a ella.

Y ahora debía decirle que no podría estar con él porque su horrible y hosco marido había llegado de su viaje de negocios.

Rechino los dientes tratando de contener su furia. No, no podía hacerle eso a Adonis, ella quería estar con él pero...

Miro a la chica nueva. Su nuevo diamante en bruto. La había encontrado mendigando por las calles de Grecia hacia un par de semanas. Un baño y había quedado lista. Se suponía que hoy sería su gran debut, sabía que los hombres darían mucho dinero por ella, tan joven y pura. Pero... tal vez... ese lindo pedazo de carbón podía ser justo lo que necesitaba.

-Aglaya – la llamo.

La castaña se acerco con la cabeza baja.

-Señora...

-Oh querida, luces hermosa.

Era verdad. Lucia un pequeño vestido blanco, era la tradición, todas sus vírgenes iban de blanco en su debut.

-Señora Afrodita yo... no estoy segura de esto, se que dije que sí pero...

-Querida, es normal estar nerviosa pero... - tomo sus hombros para darle apoyo – todo valdrá la pena, lo prometo... aunque... creo que... los planes han cambiado.

-¿Cambiado?

-Si... - Afrodita miro a Adonis y le sonrió – querido, sube, estaré contigo en un minuto. El chico obedeció y Afrodita continuo – Aglaya... no habrá subasta.

Aglaya suspiro aliviada. Apreciaba lo que Afrodita había hecho por ella, pero ejercer la prostitución, era algo que no quería hacer. Se había sentido acorralada por la dama por haberla salvado de las calles pero... realmente no creía poder...

-Ya hay un hombre para ti.

-¿Qué? – susurro la chica sintiendo lagrimas escocer sus ojos.

-Así es querida, así que sube a la habitación que te he dado y ponte cómoda, él llegara en cualquier momento.

-Pero yo... yo... señora no quiero...

-Anda. ¿O es que quieres volver a las calles? ¿A pedir limosna bajo la lluvia? ¿Prefieres perder tu virginidad violada antes que venderla a un hombre que pagara una fortuna por ella?