¿Celoso?

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Hoy era un día maravilloso. Después de un mes mi perfecto amigo volvía a la normalidad. Pasó a dejarme a la academia y se fue a hacer sus asuntos.
Por mi parte yo había acordado ir con Valery a comer y a dar una vuelta por el centro comercial.
Había una diferencia de solo dos años entre nosotras. Ella fue la primera persona que conocí cuando llegué a la academia y me cayó muy bien desde ese momento.
Yo tendría que esperarla un rato ya que su clase terminaba una hora después que la mía.
Iba caminando hacia unas bancas en el jardín mientras la esperaba cuando escuché una voz conocida hablarme.
-Hola, hermosa. Te extrañé tanto!
Al momento me giré emocionada para ver a mi amado Spence. Mi felicidad fue desbordante. Sólo pude gritar su nombre y correr a abrazarlo.  Él me cargó y giró un par de veces conmigo en sus brazos y me volvió a regresar al piso. Estaba realmente feliz de verlo después de tanto tiempo.
Spencer tiene la misma edad que yo, solo hay un par de días de diferencia entre nuestros cumpleaños, él es alto y muy delgado. Su cabello es castaño y sus ojos son marrones. Spence siempre usa camisa y suéter, ese es su estilo.
Después de nuestro saludo me senté con él a conversar, lo había extrañado tanto y teníamos tantas cosas sobre las que hablar que no sería suficiente una tarde.
-mi corazón, no sabes cuanto te extrañé.
-yo te extrañé más, mi amor. Estás hermosa, tu cabello me encanta.
-un momento. Que haces aquí?
-no te alegra verme?
-claro que me alegra, soy inmensamente feliz. Solo que no me dijiste que vendrías.
-quería darte la sorpresa.
-fue maravillosa. Cuánto tiempo estarás aquí?
-sólo por hoy, pero muy pronto me tendrás aquí a diario. Vine a firmar mi contrato para trabajar aquí.
-en verdad? Waoo eso es increíble. Me alegra mucho pero... Puedo saber qué te trajo hasta aquí? Hace unos meses tú no quisiste aceptar venir y dijiste que no lo harías.
-tú me trajiste aquí, hermosa.
Lo miré con los ojos entrecerrados. No podía creer que yo fuera el motivo de su próxima mudanza.
-no importa, sea cual sea el motivo yo estoy feliz de tenerte cerca.
-en poco tiempo vendré para buscar departamento. Ya estás lista para dejar a tu "amigo" y venir a vivir conmigo?
-yo... Extraño demasiado los fines de semana juntos, metidos en la cama y dormir abrazados... Pero no lo sé.
-entonces si hay interés de ti hacia James?
Lo Imaginé aun cuando lo has negado siempre que hablamos.
-no, claro que no. James solo es mi amigo.
-si claro. Ahora te besas con tu amigo, también te acuestas con él?
-yo no me he acostado con él...
-Está bien, no me digas nada más. No me respondas ahora. Solo piénsalo, sabes que yo estaría encantado de tenerte conmigo igual que antes.
Asentí y me acerqué a abrazarlo acomodandome en su hombro. Spence siempre me hacía sentir a salvo en sus brazos.
-hey, te traje un regalo. Espero que te guste.
Sacó algo de su portafolio. Un pequeña bolsa negra, la tomé emocionada y al abrirla saqué rápidamente su contenido. Fue una mala idea. Ahora sobre mi mano tenía un juego de lencería diminuto y transparente.
-Spence! Te lo agradezco pero no tenías que. Y menos aquí en la academia. Pensé que sería otra cosa y lo fui a abrir.
Él reía bastante divertido de mi reacción.
-tú decides con quien lo usas... La última vez que nos vimos no dejabas de molestarme por haber arruinado tu ropa interior en la lavadora, de camino aquí vi una tienda y decidí enmendar mi error.
Rodé los ojos y lo guardé en mi bolsa.
El tiempo se fue volando y al darme cuenta Valery ya venía hacia mi para que nos marcharamos.
Presenté a ella y a Spence, le mencioné que había quedado de salir con Valery, él respondió que se iría para seguir con nuestros planes, sin embargo mi ahora amiga lo invitó con nosotras.
Él aceptó, ofreció su auto para trasladarnos.
Valery comentó que ella traía el suyo, así que yo podía ir con Spence y ella nos guiaría con su auto.
Aceptamos y salí con Spencer de la academia. Como siempre tan caballeroso me dió su brazo y me llevó para abordar su auto hasta la parte frontal de la academia. James siempre solía estacionarse ahí cuando venía por mi.
Mientras Spencer abría la puerta del auto noté que en el semáforo había una fila de autos y entre ellos un auto negro. Me acomodé en el asiento pensando en mi hermoso y perfecto amigo.
Estaba presente en mi mente todo el tiempo y en cuanto llegara al restaurante le llamaría para saber de él, me preocupaba como estaba yendo su primer día ya que solo me había enviado un mensaje a medio día y no supe más de él. Así lo hice, me respondió muy rápido y conversamos ligeramente.
Una sonrisa quedó dibujada en mi rostro después de colgar su llamada, de inmediato Valery lo comentó.
V: tú estás rodeada de hombres hermosos y perfectos. Cómo es que  sólo son tus amigos?
Sky: por qué lo son, son buenos amigos.
Valery: y el adjetivo de buenos es por que lo son en la cama?
Sky: yo...
Me quedé apunto de responder y ella volvió a hablar.
V: elige a uno de los dos y déjame al otro. No importa quien, ambos son guapísimos,
Eres muy extraña sabes?
Sky: lo dices solo por que tengo amigos guapos?
V: lo digo por que ves a Spencer de una manera tan amorosa y especial, pero a James  lo miras como si no quisieras mirar a nadie más y después de la sonrisa que te dejó hablar con él por un minuto podría jurar que...
Valery se quedó a la mitad de su comentario cuando Spence volvió y se unió a la platica tratando de presionarme.
Spence: así es Sky, no conozco a James pero la forma en la que hablas de él me hace pensar que sientes algo por él. Y no soy el único que lo piensa.
Sky: podemos dejar de hablar de James un rato? Estoy con ustedes aquí para que hablemos de cualquier otra cosa.
Valery: si, tienes razón. Cuéntame Spencer, a qué te dedicas?
Después de esa pregunta toda la conversación cambió de rumbo, yo estaba muy feliz de estar con ellos dos ahí en ese momento.
Toda la tarde estuvo llena de risas hasta que llegó el momento de despedirnos.
Valery se marchó y Spence me llevaría de vuelta a casa. Durante el camino estuvo platicandome de su mamá y de que estaba arreglando todo para venir a vivir aquí. Al bajarnos de su auto en la puerta del edificio bajó a despedirse de mi y fue ahí donde lo empecé a interrogar,  tomó mis manos, su semblante era de tristeza. Lo conocía bien para saber que algo le ocurría.
-es hora, Spence. Dime que te sucede. Te conozco y tú no eres así como te comportas te hoy. Dimelo, corazón.
Él asintió y comenzó a relatarme lo que estaba pasando. Nos quedamos conversando ahí por un largo rato hasta que se tuvo que marchar.
Antes de que se fuera lo abracé y lo llené de besos, sabía que lo iba a extrañar con todo mi corazón igual que las ocasiones anteriores en las que nos separamos.
Entré al edificio y al ir en el elevador me quedé pensando en que no había prestado atención si ya estaba ahí el auto de James. La puerta se abrió y saqué mis llaves para entrar al departamento.
Las luces estaban apagadas, supuse que él aún no llegaba y decidí ir a tirarme al sofá, quería asegurarme de hablar con él y verlo cuando llegara a casa.
Sorpresa, James ya estaba acostado en el sofá y caí sobre él.
-debo de dejar de tirarme sin ver en el sofá.
-no hay problema.
Al sentir mi cuerpo sobre el suyo, jay llevó sus manos a mi cintura y pude apreciar entre la oscuridad una sonrisa traviesa en su rostro. Yo había quedado acostada sobre su pecho y mis piernas entrelazadas con las suyas. Levanté mi torso para hablarle sin apartarme de él ya que yo estaba cómoda y él también lo parecía.
-cuéntame! Cómo te sentiste?
-bien, me sentí bien. Fue un poco extraño no sentirme vigilado todo el día, pero estuvo bien. Te divertiste con tus amigos?
Noté que eso último lo dijo en un tono ligeramente molesto, seguramente solo era mi imaginación.
-estuvo muy bien, fue bastante divertido en realidad pero nada extraordinario. Fuimos a comer algo y a platicar.
-me alegra mucho que también retomes tu vida después de...
Él iba a comenzar a  hablar sobre todos los días que estuve cuidándolo y yo lo interrumpí.
-no te atrevas a decirlo.
Soltó una risa por mi intento de amenaza.
-está bien, no diré nada de eso que no quieres escuchar.
-perfecto, sabes? Me siento agotada.
Me dejé caer por completo sobre su cuerpo y planeaba moverme para quitarme de encima de mi amigo, él al sentirlo llevó su mano a mi cabeza y empezó a acariciar mi cabello de una forma muy relajante, tanto que de lo tuve que decir.
-estoy tan cansada que me podría quedar dormida en menos de dos minutos.
-pues entonces duerme.
-no, no puedo. Necesitas dormir en tu cama, cómodamente sin nada encima de ti que afecte tu circulación. Aún debes cuidarte James. Y yo necesito ir a ver a Kiwi y jugar un rato con él, está apunto de despertar.
-ya me dieron de alta, Sky. Ya estoy bien y puedo seguir con una vida normal.
-no importa, yo seguiré asegurándome que descanses, comas y cuides.
En contra de mi voluntad me levanté y recogí del piso mi bolsa de mano. Me quedé a su lado mirandolo acostado.
-gracias...
-entonces, tu también irás a dormir o te quedarás aquí?
-solo 5 minutos más.
-está bien, entonces descansa. Me alegra mucho que tu día haya ido bien.
Me agaché y besé su mejilla. Él seguía observándome pensativo.  Enseguida me di la vuelta para ir a mi habitación y atender a mi pequeño amigo.
Un poco más tarde escuché que James entró a su habitación cuando yo ya estaba casi dormida.
Dos semanas después
James
Entré al departamento y me quedé en el sofá con las luces apagadas.
Algo confuso estaba ocurriendo en mi interior. Sentí mi corazón acelerarse, mi estómago contraerse y una combinación de enojo y tristeza.
Quizá allá abajo estaba mi pequeña y perfecta Sky besándose con aquel hombre.
Me sentía como un imbécil. No soportaría escuchar a Sky decir que tenía alguna relación sentimental con él.
Tomé y mi teléfono y para distraerme entré a  fb. Comencé a ver las publicaciones de mis contactos, reaccioné a un par de estupideces que compartió Justin y justo abajo de su publicación estaba una foto de un par de cafés y unas manos entrelazadas.
Aquellas hermosas manos las reconocería donde fuera. La inquietud me invadió y decidí ver a detalle aquella publicación.
De entrada decía Spencer Reid ha etiquetado en una foto a Sky Blackwood. Él había escrito un breve texto mencionando lo feliz que se sentía de haber estado con ella y a la vez triste de tener que separarse.
Un momento, ella había dicho que fueron compañeros de trabajo, claramente él no lo era. Pero de donde había salido?
Mi mente comenzó a pensar en todos los escenarios posibles.
Sky respondía que pronto estarían juntos y se verían a diario. Esto me inquietó aun más. Él venía de no sé dónde persiguiendo a Sky?
Acaso él había sido su novio y por eso ella le tenía tanto cariño y lo miraba de esa forma?
Basta James! No tienes por qué ponerte así. No debes andar averiguando cosas que ella no te quiere contar.
Muy en el fondo sabía exactamente lo que me estaba ocurriendo, sabía que estaba celoso de no ser yo quien estaba allá abajo con Sky.
Pasaron casi 15 minutos cuando la puerta se abrió y Sky entró dejándose caer en el sofá. Mi respuesta automática fue llevar mis manos a su cintura y sostenerla así mientras me lo permitiera, sus piernas encajaron perfectamente cómodas con las mías. Su rostro tan angelical y su perfume adictivo.
Deseaba que ella se quedara así conmigo todo el tiempo posible, quería seguir sintiendo la así de cerca y que durmiera entre mis brazos toda la noche, sin embargo pronto se levantó y se marchó. No percibí que se sintiera incomoda conmigo, al contrario, estaba seguro que ella se sentía cómoda y le costó decidir entre marcharse o permanecer ahí conmigo.
Me levanté y fui a dormir a mi habitación con la inquietud de aquel hombre que claramente tenía una gran ventaja sobre mí en la vida de mi hermosa y perfecta amiga.
Los días habían transcurrido con normalidad hasta ayer. últimamente Sky pasa bastante tiempo con Valery, me alegra mucho que ella tenga una buena amiga con quien salir y divertirse.
De aquel hombre que vi con mi pequeña amiga no he sabido nada más.
Hoy llegué a la oficina bastante alterado, estaba molesto conmigo por ser un imbécil con Sky ayer. Después de lo que sucedió  anoche no sé cómo verla a los ojos, dar un paso atrás y seguir como si nada hubiera pasado.
Me tiré en el sofá de mi oficina para pensar como resolver esa situación cuando Justin apareció en la puerta de mi oficina.
-Cansado? Acaso te fuiste de fiesta ayer?
Necesitaba desahogarme y él era la persona ideal para hacerlo.
-si y me quiero matar por eso. Ayer fui un imbécil con Sky, todo se arruinó y no sé cómo seguir. Estoy seguro que en este momento está odiándome y yo no sé cómo verla a los ojos después de lo que hice ayer.
-cálmate y dime que sucedió.
-yo....
No sabia como empezar, me sentía increíblemente apenado.
Continuará.....

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