La Boda De Su Prima

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Las dos mujeres que acompañaban a Anne pronto supe sus nombres; Rose, y Kate.
Rose era una mujer delgada, rubia de ojos grises muy hermosa con un lunar muy sexy cerca del labio superior,  James la presentó como su prima. Por otra parte Kate una mujer peliroja con ojos verdes, muy alta con un aspecto bastante serio y simple resultó ser una amiga de Anne y de Rose. 
-Hola Rose, cuanto tiempo sin verte, Anne, Kate. Les presento a mi novia, Sky.
En ese momento se giró a hablarme  de una forma muy tierna.
-Vida, te presento a mi prima y a dos de sus amigas.
-hola, mucho gusto.
Fue lo primero que vino a mi mente responder, enseguida su prima a quien yo estaba segura que no le agradé ni un poco comenzó a hablar.
Rose: vaya, es hermosa. Tía Eve nos había hablado de ella pero no pensamos que fuera, tu sabes... real.
James soltó una risa, seguía sosteniendo mi cintura y yo seguía con mi brazo en su espalda.
Anne: así que es tu novia. Entonces ella es el motivo por el cual ya no sales con los amigos?
James:  mis prioridades cambiaron.
Él respondió y volteó a besar mi frente mientras sonreía. Rose y Kate se miraron incómodas mientras Anne estallaba en ira. Pronto él las ignoró y volvió a hablarme. -vamos a sentarnos, vida?
-claro que si, cielo.
Movió la cabeza como disculpándose porque nos marcharíamos. Llegamos a la mesa y comenzó la recepción en la cual brindamos por los novios. James seguía platicando bastante relajado conmigo contándome sobre sus vacaciones en esa casa y yo lo escuchaba con atención.
me preguntó sobre mis padres y yo comencé a contarle sobre ellos y mi hermana, sobre lo felices que éramos.
Inconscientemente nuestras manos se entrelazaron en la mesa, la conversación siguió,  James me miraba serio y atento. Me dí cuenta que ahora el momento era un tanto melancólico y me disculpé por eso.
Me sonrió Y respondió que no tenía por qué disculparme.
Volvimos a beber chocando nuestras copas, ya todo mundo bailaba, así que mi apuesto amigo se puso de pie, se quitó su saco y extendió su mano para invitarme a bailar. Accedí ya que quería verlo bailar. ÉL siempre jugaba conmigo y bailaba de formas graciosas para hacerme reír, pero esta vez era muy enserio. Tomé su mano y dejé mi bolso en la mesa. Fuimos a la pista de baile y volvimos a sentir las miradas sobre nosotros.
James era sumamente serio, parecia que todo el tiempo estaba evaluandote y tenía una mirada intimidante, sin embargo eso no le quitaba ni una milésima lo agradable y atractivo. Comenzamos a bailar, noté que Bailaba demasiado bien, al principio yo me sentía apenada, unos cuantos minutos después me solté a bailar sin pena motivada por él y pensando en que nadie me miraba.

James
Sky Lucía radiante, tenía los ojos más hermosos que jamás había visto y no me cansaba de mirarlos. Ella era perfecta en cada milímetro. Gran cantidad de personas en la fiesta hablaban sobre nosotros y yo me sentía afortunado de sostenerla en mi brazo.
El contacto había sido limitado hasta que fuimos a la fuente a platicar y ella se acercó demasiado a mi. Supuse que Anne venía hacia nosotros y por eso Sky se había acercado tanto. Se abrazó a mi y nos comenzamos a besar lentamente. Al separarnos la seguí mirando y ella vino a plantar otro beso, entonces ya no pude contenerme, deboraba sus labios con impaciencia. Ningún beso de los que le había dado era fingido, ella me gustaba y la confusión con mi madre además de como las cosas se acomodaron solo había provocado que llegáramos a él punto en el que yo no me atrevía a llegar con ella.
Me gustaba la forma en la que ella seguía el juego que para mí ya no lo era. Me gustaba sentir que en verdad era mi novia, me gustaba nuestra cercanía, nuestra interacción, me gustaba que sin decirnos una palabra podíamos ponernos de acuerdo, ella se había vuelto mi cómplice, mi confidente, mi amiga, mi todo. 
En ese momento no me preocupaba nada más que ella, que sentirla, que disfrutar cada pequeño instante que pasábamos juntos "fingiendo".
Todo se centraba en ella y yo no había sido capaz de aceptarlo. Todo eso pasaba por mi mente mientras me la comía a besos aún sabiendo que tenía que parar al escuchar a mi prima llamarme, me separé de Sky y me quedé observándola unos segundos para ver como abría los ojos y me sonreía antes de voltear a ver a Rose y compañía.
Saludé y presenté a Sky como mi novia. Incluso me sentí un poco idiota de intentar hacer enojar a Anne cuando ella no me importaba. No debía haber punto de comparación entre Anne y Sky, ya que mi joven acompañante era lo máximo en todos los aspectos, aún con quienes apenas la conocían la adoraban por la energía tan positiva que transmitía. Intercambiamos algunas palabras y regresamos a sentarnos un rato más. Platicábamos muy animados,  ella colocó su mano sobre la mesa y cuando comenzó a hablar sobre sus padres y su hermana llevé mi mano sobre la de ella y nuestros dedos se entrelazaron. De pronto un tinte de nostalgia la invadió y vi sus ojos cristalizarse. Para disimular tomó su copa y bebió para desviar la atención. Me incliné hacia ella y le hablé al oído preguntando si estaba bien, pese a su tristeza ella me miró sonriente.
-No siempre tienes que tratar de ser  fuerte. Está bien sentirse triste y ser vulnerable.
-estoy bien, este no es ese momento, estamos en una fiesta, vengo con un hombre maravillosamente guapo y hoy soy la envidia de más de una que esta dispuesta a mandarme a un internado y hacerme más de un hermano. Todo esta bien James Mcavoy. Sonreí y por muy triste que se sintiera trataba de no preocuparme, ella sabía como hablarme para elevar mi ego.
Llevé mi mano a su mejilla y ella cerró los ojos suspirando y sintiendo el contacto, cuando abrió los ojos una lagrima salió. Con mi pañuelo le di un suave toque y lo regresé a mi bolso. Me levanté, me quité el saco y extendí mi mano hacia ella.
-bien señorita Blackwood, entonces viene a bailar conmigo?
-no puedo decir no, Sr. MCavoy.
Rodé los ojos y ella tomó mi mano y para ponerse de pie, caminamos hacia la pista y comencé a bailar para hacer que se sintiera cómoda, se movía lento si, pero con un muy buen ritmo. Comencé a bailar para ella a modo de insinuacion y no paraba de reír, sus mejillas estaban rojas pero no se veía incomoda, se veía feliz y reía espontáneamente. Unos minutos después me siguió el juego, nos acomodabamos bien para bailar. La música cambió y ambos no íbamos a parar, ella ya había perdido la pena, bailaba realmente bien, sus movimientos no caían en lo vulgar, al contrario eran delicados y muy suyos. Me parecía hipnótica la forma en la que se movía.
Su cabello ya estaba completamente suelto por todo el rato que llevábamos ahí pero no se veía ni un poco desarreglada. Solo eramos ella, yo y el momento tan extraordinario que estábamos teniendo.
La música una vez más cambió, ahora era más lenta, nos acercamos, la tomé en mis brazos y ella se abrazó a mi cuello.  Nos miramos muy cerca por muchos segundos mientras nos movíamos suave, al darse cuenta que muchos a nuestro alrededor nos veían con atención esperando ver más interacción, acostó su rostro en mi hombro, sus zapatillas altas le permitian quedar un poco más a mi altura y cerca de mi oído cómodamente.
Comencé a cantar a su oído, ella me miraba emocionada pero a punto de soltarse a reír. Contenía su risa mordiendo su labio inferior, después de los besos que ya nos habíamos dado y lo que habíamos comido y bebido no tenía labial, pero el color natural rosa intenso de sus labios la hacía lucir fantástica.
- Todo es perfecto, no lo crees?
-te refieres a mi? Claro que lo soy.
Rodó los ojos y soltó un poco la risa.
-Si, también tu. Me refiero a esto, las bodas siempre se sienten perfectas, dos personas que se aman llegan hasta este punto, rodeados de las personas que quieren y parece que nada malo puede pasar y tendrán su felices por siempre.
Asentí pensando en qué responder, solo tenía ganas de besarla y que lo fingido entre nosotros dejara de serlo, salir de ahí e ir cualquier habitación para desnudarla. Aunque me sentía muy asustado de llegar a tener algo con ella. La diferencia de edad era algo importante para mí y lo pensaba asi también para ella. Pensaba que ella merecía estar con alguien de su edad y vivir esta etapa de su vida antes de llegar a la mía donde ya todo era trabajo para mi.
Ella miró hacia arriba y en sus ojos pude ver el reflejo del cielo estrellado, los cerró y respiró. Cuando abrió los ojos viéndome directo solo lo dije, sin pensarlo.
-quizá está escrito en las estrellas.
Me miró fijamente pensativa y yo miré hacia arriba. Estaba seguro de que ella vió lo mismo que yo vi en sus ojos. Cuando regresé a mirarla estaba sería pero no enojada,  pensativa. Me quedé viéndola y volví a preguntar: puedo?. No tuve que esperar respuesta, los dos unimos nuestros labios tratando de prolongarlo lo más que pudimos. Me separé un poco de lo que enseguida me arrepentí y volví a besarla sin dar oportunidad a que el momento se perdiera. Los besos eran verdaderos. Tiernos, delicados demostrando el cariño que yo sentía por ella y ella acariciaba mi cabello con demasiada ternura.
Detuvimos el beso pero seguíamos cerca mirándonos y moviéndonos lentamente. Para ninguno de los dos era incomoda la cercanía. Llevé una de mis manos a su rostro para mover su cabello detrás de su oreja y verla completamente de cerca con su piel perfecta y sus facciones tan delicadas.  Ella me sonrió y la música se detuvo. Estábamos apunto de regresar a sentarnos cuando mi prima, la novia vino a tomar a Sky para llevarla hasta el frente junto con todas las solteras para el ramo. Le guiñé el ojo y la animé.
-ve por él, vida.
Ella me miró con una sonrisa fingida y se fue hacia allá. Regresé a sentarme y mi madre me miró emocionada. La evité volteando a mirar a Sky, estaba ahí entre las chicas esperando, solo esperando. Ella no se veía desesperada como las demás. Estaba en el medio con sus manos entrelazadas. Mi prima bromeó un par de veces y todas trataban de agarrarlo pero Sky no se inmutaba. De pronto la novia lanzó el ramo hacia el lado contrario de donde parecía que lo iba a lanzar y todas se movieron dejando a Sky libre, ella seguía con sus manos entrelazadas y el ramo cayó justo entre sus manos, ella lo atrapó por reflejo más que por decisión propia. Mis primos, tías y mi madre y padre gritaron emocionados al igual que muchas personas que estaban ahí. Incluso la novia gritaba emocionada a Sky felicitandola. Ella sonrió y volteó hacia mí, su cara de felicidad era más de incomodidad, me reí y me levanté para ir hacia ella ayudarla a bajar de la pista. Mientras llegaba a ella más de uno me cuestionaba que cuando sería la boda. Yo solo sonreí y corrí hacia ella. La música volvió a sonar y antes de que bajara la abracé y felicité.
-Felicidades! Peleaste a muerte por ese ramo.
Me miró y soltó una carcajada.
-te juro que no era mi intención que todos lo notarán. Solo no esperaba que llegara a mi.
-no te preocupes, lo único que se notó es que no tienes la urgencia de todas las demás.
-me das unos minutos? No quiero volver a la mesa. Iré al baño. Tus papás se ven demasiado emocionados y vi como te molestaban mientras venías a mi.
-buena idea, vamos.
La ayudé a bajar y nos dirijamos al baño. Me dió el ramo y se metió al baño. Yo me quedé parado afuera viendo el ramo y revisando mi celular. Respondí un par de mensajes y lo guardé. Estaba viendo todo mientras esperaba. De pronto apareció mi ex mejor amigo Archibald quien Vino a saludarme.
-hey James, tu chica fue la afortunada. Eso quiere decir que pronto habrá boda?
-probablemente.
-es hermosa y joven, bastante joven.
-Si, lo es.
-se nota que te tiene muy feliz. Jamás te habíamos visto tan expresivo con nadie. Ni siquiera te veíamos sonreír tanto.
-ella es muy especial.
Estaba hablando con él cuando Anne y Kate salieron del baño. Anne vino hacia nosotros y Archibald al momento la abrazó posesivamente aún cuando ella intentaba llamar mi atención. Volteé hacia el baño para ver a Sky, ellas dos estaban ahí adentro y pudieron hacerle o decirle cualquier cosa, me preocupaba. la puerta se abrió y ella venía con su cabello acomodado de lado y sonriente.
-me disculpan.
Caminé hacia ella y le di mi mano.  la tomó y bajó las escaleras. En el último escalón se detuvo y me acomodó el cuello de la camisa.
-todo bien?
- tu camisa estaba un poco doblada del cuello.
Me tranquilizó escucharla feliz y relajada.
- me quiero quitar el moño, me dió calor después de bailar. Me ayudas?
-yo lo hago. Ella se acercó y me quitó el moño. Yo desabotoné el primer botón de mi camisa y ella se enrolló mi moño en su muñeca como pulsera. Cuando acomodé un poco más mi camisa ella se acercó para tomar mi rostro entre sus manos muy delicadamente y siguió a besarme suave. levantó su ceja de forma juguetona y eso me hizo morir un poco, yo pasé mi lengua sobre mis labios y le dí su ramo. Lo tomó y entrelazó mi brazo. Íbamos de regreso a la mesa cuando Archibald la felicitó por el ramo. Me detuve y le dije a Sky, vida, te presento a Archibald. Un buen amigo.
Ella lo saludó muy casualmente y agradeció el cumplido. De inmediato nos retiramos hacia la mesa.
-que sucedió ahí dentro?
-ellas hablaban sobre ti demasiado bien. Yo estaba arreglandome en el tocador y cuando me vieron Anne me empezó a decir que aún con el ramo seria muy difícil que te quedaras conmigo. Yo solo me reí.
Sky se detuvo y me besó tan intensamente que me electrizó por completo, no me contó nada más pero confíe en ella. Después proseguimos a sentarnos. Al llegar a la mesa todos comenzaron a felicitarla y a cuestionar por el compromiso. Noté que Sky se incomodó un poco así que para hacerla sentir segura hablé.
-por qué apresurar las cosas? No se trata de que yo le pida que esté a mi lado, se trata de que ella se sienta cómoda y feliz de estarlo sin que tenga que pedírselo.
Me incliné y besé su mano. Todos nos miraron muy conmovidos. Ella se agachó y sonrió apenada. La abracé para ocultar mi rostro de todos.
Estuvimos una hora más platicando con los de la mesa, ya eran las dos de la mañana, el tiempo se había ido muy rápido. Al ver la hora me levanté y disculpé con todos para retirarnos. Todos comentaron que después de lo mucho y bien que bailamos era obvio. Mis padres también se empezaron a despedir y empecé a caminar tomando la mano de Sky hacia nuestra camioneta. La ayudé a sentarse y noté que ya estaba cansada. Me quedé parado frente a ella y le sonreí.
-gracias por todo.
Me sonrió guiñando un ojo y tomó mi saco. Cerré la puerta y me subí a mi camioneta.
-no tienes que agradecer. Me la pasé muy bien. Incluso me gané el ramo.
-oh si, no deseabas nada más de la fiesta que a ese ramo, casi matas a alguien por él.
-por favor, yo fui a quien casi todas querían matar por ti.
Nos miramos y reímos. Chocamos nuestros puños y ella comenzó a sacarse los zapatos.
-estoy muriendo de cansancio.
-me imagino, son enormes. Estoy hambriento. Por cierto, Como sigue tu pie?
-esta bien mi pie. Ntp. También tengo hambre.
-pizza?
-tu sabes como hacerme feliz.
Llamé a mi padre diciéndole que nos adelantaríamos y ellos aceptaron. Dijeron que no querían nada así que me fui con Sky, compramos las cosas y nos quedamos en un mirador. Comimos y reímos comentando todo de la fiesta. Seguimos al departamento, ya era de madrugada. Subimos al elevador y yo me recargué viendo como se quitó los zapatos y se quedó descalza. Intenté cargarla pero no quiso. Entramos a la casa y todo estaba en silencio. Dejé su ramo sobre la mesa y ella fue directo al cuarto.  vi como se tiró en la cama. Fui por su pijama y la puse a su lado. Le pasé las toallitas que usaba para desmaquillarse y entré al closet a desvestirme. Cerré la puerta a la mitad y me empecé a desabotonar. La vi sentada en la cama y ya estaba preparándose para dormir. Al salir me pidió ayuda con su vestido. Bajé el cierre, el vestido pesaba bastante así que la ayudé deslizando mis dedos con delicadeza por su espalda para ayudarle a salir de él, el rose de mis dedos contra su piel trajeron a mi mente muchas ideas e inquietud que había comenzado con los besos que nos dimos. Traté de disimular y me fui a meter al baño para lavarme la cara. Cuando salí ella había dejado su vestido sobre la cama y se había metido a las sábanas durmiendo casi al instante de que se acomodó. Me acosté junto a ella y me volví a quedar de lado mirándola dormir, tomé valor para pasar mi mano apartando su cabello de su frente y noté que dormía profundamente. Puse mi mano en su cintura deslizando la hacia su espalda para abrazarla. Instintivamente ella se acercó a mí cuerpo aún dormida buscando refugio. Tomé su mano con mucho cuidado y la llevé sobre mi para que ella también me abrazara. Entre su sueño se acomodó entrelazando sus piernas con las mías. Subió flexionando su pierna hasta tocar con entrepierna. Traté de disipar mi excitación lo mas que pude. Me gustaba la forma en la que se acomodaban nuestros cuerpos y que ella se sentía cómoda conmigo. Besé suave su frente y mejilla. Movió un poco su rostro quedando prácticamente de frente al mío. Me acerqué una tercera ocasión para dar un ligero toque de mis labios contra los suyos y de inmediato me detuve abrazándola y cerrando los ojos para dormir así con ella toda la noche.

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