Navidad

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Sky
No podía con la emoción en mi interior. Sentía que estaba viviendo un sueño.
Después de mucho tiempo sentía que tenia un hogar. Tener a James, a Spence y a los padres de James tratándome de una forma maravillosa me hacían sentir cálida, tranquila y feliz.
A pesar de todo lo que había pasado este año, todo se sentía en calma y como felicidad pura.
Jamás habría creído si alguien me hubiera dicho que de enero a diciembre mi vida iba a cambiar tanto, que aquel accidente donde casi muero en realidad fue el comienzo de una montaña rusa de emociones que me llevaría hasta este justo momento.
Me sentí un poco apenada por la camioneta que James me obsequió pero él insistió en que me lo merecía, y aun más apenada y sorprendida cuando vi la fiesta sorpresa que había organizado con toda su familia, mi hermano del alma y uno de mis mejores amigos.
Ver a Spence y a Patrick aquí me hizo gritar de emoción, no pude frenar mi felicidad y agradecer en repetidas ocasiones a James por todo.
La convivencia, la comida y el pastel fueron exquisitos, disfruté cada instante tratando de memorizar todo.
Cuando Spence y Patrick se fueron regresamos a casa después de hacer una parada donde conversé con James, de un momento a otro terminamos haciéndolo en el auto parados enmedio de la nada.
Amaba cada beso y cada caricia qué intercambiamos, apenas había empezado y yo ya estaba obsesionada con estar así con él en todo momento.
Después de abrir los increíbles regalos subimos a dormir abrazados, nunca había dormido en tanta calma como en los brazos de mi hermoso hombre de ojos intimidantes.
El siguiente día estuve poniéndome al corriente con muchos asuntos de los que me tendría que hacer cargo y me di cuenta que la reserva aun seguía estando en manos de los Blackwood. Me emocioné demasiado de poder visitarla en algún momento y traer a Jay conmigo.

Hoy es 24 de diciembre y es el día en que se celebra la enorme fiesta y cena de navidad. Estoy un poco emocionada de ver la magnitud del evento. Tambien me tiene muy entusiasmada que Eve ha mencionado que está feliz de poder decirle a todos los asistentes que soy como su hija, que así me considera.
Me encanta la idea de por fin poder estar del brazo de James y que todo es real, ya no son simples fantasías en mi mente.
Desperté hace unos minutos y sigo viendo a James dormir a mi lado. Quiero verlo despertar y acomodarme en su pecho mientras platicamos metidos en la cama abrazados.
Incluso antes de abrir los ojos James se mueve y de inmediato su mano está buscándome.
Entrelazo mi mano con la suya y sonríe, lleva mi mano con delicadeza hasta sus labios y deposita un beso delicado y largo en esta. Comienzo a reír mientras el abre lo ojos y se recuesta de lado.
-buenos días, hermosa. Es una experiencia única despertar y ver que te tengo a mi lado.
-buenos días mi vida. Eres tan dulce.
De inmediato me muevo acercándome a él, levanta su brazo para recibirme.
Me acomodo bajo su cuello y respiro su delicioso aroma. Cómo es que siempre huele tan bien, incluso cuando acaba de despertar?
Mientras entrelazo mis piernas con las suyas siento algo endurecido en sus pantalones. Jay me abraza fuerte y trae mi cuerpo pegándome completamente al suyo.
-quieres que yo... Haga algo por ti?
-No es necesario, vida. Quédate así, me gusta abrazarte.
Asentí y mientras lo abrazaba acariciaba su espalda dando un ligero masaje, Jay se quedó dormido un poco más.
Nos dimos una ducha rápida y al bajar vimos a una multitud de personas en el salón y la cocina. Estaban preparando todo para la noche.
Sean le pidió a James ayuda con un par de cosas, por lo que saldrían de la casa. Pensaba que James me invitaría a ir, pero no lo hizo, me avisó que debía esperar en casa. Unas personas irían a arreglar nuestras uñas, cabello y a darnos un masaje a su mamá, a Karen, a la tía Emm y a mi.
Aproveché para ir al jardín con Caramelo a jugar un rato, poco después se unieron Danielle, Camile y Karen.
Cuando volvimos adentro, a la sala. Vimos a Joy aparecer de la mano de un hombre enorme, de cabello rojo ligeramente largo, ojos verdes y muchas pecas.
Saludó a todos y mencionó que había llegado de madrugada, nos presentó a su nuevo novio llamado Elijah y vino a abrazarme disculpándose por no haber llegado a mi sorpresa de cumpleaños, también me entregó una bolsa de regalo. Agradecí y por petición de las chicas lo abrí.
Adentro venían varias cosas. Algunos accesorios que había comprado en sus viajes que eran bastante coloridos y extravagantes. Otra pequeña caja la saqué y me sentí algo apenada al ver que había caído en la trampa. Era Joy, seguramente iba a tratar de incomodarme. Dentro de la caja venía lencería y un par de juguetes sexuales. Reí igual que los demás y le agradecí.
Más tarde ya estábamos karen y yo en la habitación de James donde vinieron a arreglarnos las uñas cuando Jay y Justin llegaron.
James vió la bolsa de regalo y preguntó que si los regalos seguían llegando, sonreí y le respondí que Joy me lo había dado.
Muy curioso fue a ver junto con Justin, cuando notaron que era comenzaron a reír.
James mencionó que era muy linda la lencería los juguetes se veía interesantes.
Reí de vuelta y los dos caballeros abandonaron la habitación.
El masaje relajante qué me dieron me hizo quedarme dormida, cuando desperté James acaba de ducharse y estaba vistiéndose. Me apresuré a hacer lo mismo mientras mi hermoso novio fue abajo para recibir algunos invitados.
El vestido verde que Jay me había obsequiado hace unos días sería lo que estaría usando hoy, junto con la peineta qué me dieron sus padres.
Me arreglé lo mejor qué pude, con mucho cuidado me coloqué mi vestido y tacones.
Una vez que estuve lista salí de la habitación para dirigirme a buscar a mi amado novio.
Todos los miembros de la familia que vi a mi paso ya estaban elegantemente vestidos para la ocasión, seguí hacia la entrada y fue ahí, a medio recibidor que vi a James saludando a varias personas.
Preferí guardar mi distancia, un minuto después Jay me miró y me sonrió al momento que extendió su mano invitándome a acercarme. Sonreí y fui a tomar su mano, aquellos hombres con los que él charlaba sonrieron y saludaron muy amablemente cuando él me presentó como su novia.
Sentía mi corazón muy acelerado de felicidad, quería abrazarlo y gritar de emoción, pero me tuve que contener.
Estuvimos bastante tiempo ahí, recibiendo invitados junto con sus padres, Eve cada oportunidad que tuvo mencionó que me consideraba una hija. Siempre James se aseguró de tomar mi mano o tocar mi espalda para mantenerme cerca de él.
Vi a Elizabeth y a Melody llegar con Anne a la fiesta. Noté incomodidad en las miradas de la tía Emm y la madre de James pero no había nada que hacer, ellas ya estaban ahí.
En cuanto nos apartamos un poco de las personas Jay se detuvo a hablarme mirándome muy sonriente.
-te agradezco tanto que estés aquí, cada vez que te miro no puedo creer que eres real, y que me permites estar tan cerca de ti.
-no eres el único que se siente así. Eres como un sueño hecho realidad, Jay.
James sonrió y besó mi mano en varias ocasiones.
Nos movimos hacia el gran salón para comenzar a tomar asiento, la música sonaba maravillosamente, la cena transcurría muy tranquila mientras todos se divertían, conversaban, las luces alumbraban todo calidamente.
Joy vino junto a nosotros y platicábamos muy entretenidos, Elijah se veía muy serio, pero una vez que comenzamos a platicar su actitud fue muy amable y agradable. a James apreció caerle bien y Joy se veía radiante de felicidad.
Estaba distraída riendo con Joy cuando la vi entrecerrar sus ojos y mover su cabeza en negación. En seguida fue empujar la cabeza de su hermano quien me miraba muy sonriente.
James le regresó un empujón suave, justo después me invitó a bailar con él y acepté.
Nos pusimos de pie y nos comenzamos a mover al ritmo de la música lentamente.
Me abracé a su cuello mientras él sostenía sus manos suavemente en mi espalda. Aquella mirada fija y sonrisa tierna seguían en su rostro.
-qué sucede?
-estoy feliz
-yo también lo estoy, mucho. Pero te veo pensativo.
-lo estoy. No puedo dejar de pensar en lo afortunado qué soy de estar a tu lado.
-eres un exagerado, pero te adoro.
-no exagero, en realidad me siento así y quiero que lo creas. No eres consciente de lo maravillosa que eres, Sky.
-ay Jay, creo que te entiendo. Yo me siento así respecto a ti. Eres mi sueño hecho realidad.
Me sonrió y asintió. Después siguió hablando.
-pero...?
-no hay un pero. Eres perfecto.
-si lo soy, tu lo eres. Y también hay un pero. No sabes mentir, te conozco bien y sé que hay algo más que no has dicho.
Sonreí y solté aire. Yo quería que él siempre fuera sincero y honesto conmigo, por lo tanto yo debía serlo.
-prométeme que no te vas a molestar.
-te lo prometo. Nunca, nunca debes sentirte temerosa de decirme algo, incluso si piensas que me voy a molestar. Tu no te preocupes por eso, yo veré como lo resuelvo.
-pensaba en que si algo llegara a salir mal, vas a doler como nadie más podría. Sé que no debo si quiera pensar en eso por que estamos empezando, pero no puedo evitar que esa idea cruce por mi mente.
-lo sé, también pasó esa idea por mi mente. Creo que el miedo a arruinarlo fue lo que me hizo retrasar tanto el acercarme a ti y hablarte con la verdad. Cuando fingíamos era fácil por que nada podía salir mal.
-Es verdad, aunque las cosas que hacemos ahora son mil veces mejores y valen el riesgo que tomamos.
-estoy de acuerdo.
James se acercó a darme un delicado beso y yo cerré los ojos para sentirlo.
Permanecimos juntos bailando por un largo rato, hasta que su padre le pidió ir por el regalo de su mamá. James dijo que volvía en un momento y me pidió acompañarlo.
Fuimos caminado tomados de la mano por el pasillo hacia el estudio. Íbamos riendo y jugando.
James me invitó a entrar, cerró la puerta y sacó de su bolsillo una llave.
Movió su cabeza invitándome a acompañarlo, así que lo seguí.
Lo vi mover un cuadro al centro de un enorme librero, enseguida metió la llave en una pequeña cerradura y al abrir una puerta pequeña, apareció una caja de seguridad.
Rápidamente ingresó los números y la abrió para sacar una caja negra pequeña. Cerró todo como lo encontramos y cuando planeaba darme la vuelta para irnos se quedó sosteniendo mi mano. Me tuve que girar a verlo y sonreí.
-qué pasa, guapo?
-te ves hermosa y perfecta. Te puedo dar un beso?
-qué sean dos.
Me acerqué y me abracé a Jay. La caja la había dejado sobre el librero para poder envolverme con sus brazos. Reí y me acerqué a besarlo.
Muy rápidamente el beso se intensificó, me aparté un poco para recordarle qué nos estaban esperando.
-amor... Tu padre te espera.
-lo sé.
-entonces deberíamos ir.
-un minuto más.
Me abracé a su cuello y James me cargó para sentarme sobre la parte amplia del librero. Sonreí y lo dejé seguir. Podía sentir mi cuerpo envolviendo el suyo.
-me encanta tu vestido. Ya quiero ir arriba y quitártelo... Pensandolo bien, creo que lo dejaremos puesto por un momento.
-ya quiero ir a tu habitación.
-nuestra. Tu Quieres...?
-es en serio? No crees que alguien nos vea?
-solo si quieres. Cerré la puerta con seguro.
-no lo sé...
-está bien, no hay problema. Puedo esperar a más tarde.
Los dos estábamos intentado separarnos, simplemente no queríamos.
Nos miramos un par de segundos y de inmediato nos unimos en un beso profundo.
Sus manos fueron bajando por mi cuerpo hasta colocarse en los muslos.
Las aberturas laterales del vestido me permitían dejar mis piernas expuestas para sentir lo delicado de sus manos.
Mientras él bajaba por mi cuello con besos, fui directo a abrir su cinturón y pantalón. Mientras lo hacia ya podía sentir lo impaciente que estaba. Mi cuerpo quedaba a la altura exacta del suyo. Lo logré liberar, James en respuesta movió un poco la tela de mi vestido para tener acceso a mi ropa interior. La hizo a un lado con mucha facilidad, sin perder más tiempo lo abracé llevando nuevamente la atención de su rostro al mío, él se acomodó y comenzó a entrar en mi.
No fue para nada incomodo, yo estaba lista para recibirlo desde muchos minutos atrás.
Levanté un poco mis piernas abrazándose a su cintura, Jay miraba mi expresión. Siempre se portaba muy cuidadoso y se aseguraba de que yo lo estuviera disfrutando. Solo había entrado un poco, me abracé completamente a él jalándolo contra mi, una vez que estuvimos completamente unidos él empezó a moverse con más intensidad. Lo estaba disfrutando tanto. Amaba la sensación que se encendía en mi pecho y se expandía hacia todo mi cuerpo. Con él me sentía tan relajada y segura que en lo único que debía hacer era disfrutar.
Estuvimos unos minutos así, cuando Jay me cargó sosteniendo mis piernas, me abracé bien a su cuello y decidí ayudarle impulsando mi cuerpo yo misma. Estaba mirando directo su rostro y podía ver su mirada concentrada en mi, sonreí y no pude evitar gemir suavemente. Su respuesta fue elevar su ceja y sonreir tan sensualmente. Ahora conocía tan bien el significado de esa expresión. Los movimientos aumentaron, estaba muy cerca de terminar y quería sentir ese momento, se había vuelto mi sensación favorita, la sola idea de saber que estaba compartiendo este momento con él me enloquecía. Nuestras frentes estaban una contra la otra, su respiración estaba muy agitada delatando qué también estaba a punto de terminar. Podía verlo mordiendo su labio inferior. No iba a perder la oportunidad de verlo terminar, sabía que se estaba conteniendo un poco.
-Jay...
-dime, hermosa.
-hazlo
-solo un minuto más.
-muérdeme
-no te quiero lastimar, ni dejar marcas qué te incomoden.
-no importa. Hazlo.
Jay me abrazó alzandome un poco más, lo suficiente para besarnos y mirar los ojos del otro. Mientras lo hacíamos llevé mi mano entre su cabello y la otra la puse en su mejilla mientras pegaba mis labios suavemente a los suyos. Los movimientos de nuestros cuerpos eran a su voluntad. Mientras lo besaba decidí morder su labio sumamente y eso lo llevó al extremo. Me devolvió el beso y mordió con intensidad mi labio. Solté otro gemido involuntario y comencé a contraer mi cuerpo sintiendo que no lo estaba logrando lo suficiente ya qué en está posición, James tenía todo el control. Él comenzó a ir tan profundo como le era posible y escondió su rostro entre mi cuello, sabía que él estaba terminado y eso provocó qué yo también lo hiciera. Amaba ver a James tan satisfecho y a la vez vulnerable. Amaba compartir esto con él. Podría sentir lo agitado de su corazón, sus ojos estaban ligeramente enrojecidos, pero a la vez se veía sumamente relajado.
Una vez que la sensación terminó para mi, me regresó a sentar cuidadosamente sobre el librero, nos quedamos dando varios besos más mientras él salía de mi.
Abrió un cajón cerca de nosotros y sacó muchos pañuelos desechables.
Una vez que terminó de acomodar su pantalón volvió a abrazarse a mi para besarnos.
Ahora no quería dejarlo ir, no importaba qué tenía apenas un minuto que habíamos terminado, quería ir arriba y meterme a la cama junto con él, para seguir abrazándolo y disfrutando de sus manos. Estaba tan relajada disfrutando de esa idea cuando un par de risas se escucharon y enseguida aquella voz dulce y fuerte que lo que sea que dijera me haría enrojecer.
Joy: qué traviesos! Haciéndolo en todas partes.
Solo pude sonreir y esconder mi rostro en el cuello de James. La posición en la que estábamos aun era muy comprometedora.
Al momento Jay le respondió haciendo incomodar a Elijah.
-y ustedes dos solo estaban leyendo aquí, no es así?
Joy comenzó a reír y Elijah se puso muy rojo. James levantó su ceja incriminadoramente.
Joy: por lo menos estábamos más cómodos en el sofá del fondo que ustedes dos ahí.
Yo no podía decir nada, solo reí igual que James lo hizo y fui cerrando mis piernas lentamente mientras James se alejaba un poco para protegerme con su cuerpo. Afortunadamente el vestido no dejaba nada visible.
James y su hermana se iban a seguir molestando por un largo rato, así que decidí alejarlos para poder acomodar mi ropa y asearme.
-ve a dejar eso a tu padre. En un minuto te alcanzo.
-si, claro. En un momento te veo.
Elijah se mostró muy respetuoso al punto que ni siquiera me miró, James comenzó a caminar hacia la puerta para quitar el seguro.
Joy me miró con una sonrisa muy divertida y me mostró un paquete de toallitas húmedas, dejándolo sobre el sofá.
Se fueron y James se aseguró de que ellos salieran primero.
Rápidamente me aseé y acomodé mi ropa. Estaba caminando hacia la puerta para salir, cuando escuché un llanto muy suave, este venía del primer ventanal cerca de la puerta.
Me quedé pensando por unos segundos. Alguien más nos vio. Comencé a entrar en pánico, me sentía muy avergonzada.
Pero al escuchar nuevamente una respiración agitada decidí averiguar.
Al acercarme vi a Anne recargada en el muro. Estaba llorando y tenía un cigarro en la mano.
Ella al verme intentó sonreir y de inmediato más lágrimas aparecieron haciéndola perder la compostura.
-Anne... Sé que no soy alguien que te agrada, pero qué sucede? Puedo ayudarte en algo?
Hizo una mueca de tristeza y entre lágrimas comenzó a hablar.
-te ama... Él te ama de verdad.
Al instante me sentí muy incomoda y un poco culpable. Ahora sabía que ella había visto todo lo que James y yo acabábamos de hacer. No entendía por qué me sentí un tanto culpable cuando ella había sido una persona molesta conmigo.
-lamento que hayas visto... Pensamos que no había nadie más.
-Él te ama... Jamás es así con nadie.
No sabía qué decir. Ella estaba en una especie de shock, y no podía parar su llanto.
-solo puedo decirte que lo siento.
-no te puedes disculpar por que alguien te ame.
-no lo estoy haciendo, solo me disculpo por lo que viste.
Empezó a reír y después siguió hablando
-te detesto tanto.
-ese es asunto tuyo.
-tú no me detestas? A pesar de cómo me he portado contigo?
-no, no lo hago. Tampoco eres de mi total agrado, pero no te detesto.
-por qué no? Una serpiente en su habitación no fue suficiente?
-me han sucedido cosas mucho peores por personas que se supone me querían. Entonces he aprendido mucho de todo eso.
-por muchos años he estado detrás de James, rogando por una mínima demostración de cariño, tratando de llamar su atención. Jamás nadie nadie ha visto a James como se comporta contigo. Nunca antes había sentido tantos celos de alguien como los sentí cuando lo vi contigo. Y ahora...
Se soltó a llorar nuevamente como al principio. Me sentía muy confundida, pero en parte entendía que ella se sintiera así despues de ver lo que acababa de suceder entre nosotros.
-y ahora?
-me acabo de dar cuenta que he sido muy ciega. He sido la persona más estúpida que puede existir. Por mucho tiempo he tenido lo que estaba rogando por tener. Solo que no con James.
-asi es, Anne. Archibald te mira de una forma maravillosa, se nota que eres su adoración.
Intentó sonreir nuevamente.
-así es y ahora quizá nunca más sea así.
-tuvieron una pelea? Si es así, deberías hablar con él.
-no, no fue una pelea. De hecho él venía para acá.
-venía? Por qué no intentas hablar las cosas con él, no es tarde para que venga.
-el venía... Tuvo un accidente. Él está muy grave y no sé si va a sobrevivir.
Me quedé helada al escuchar eso.
-cuando fue eso? Cómo lo sabes?
-estábamos hablando por teléfono, cuando salió de su casa. Hace unos minutos me marcaron insistentemente y vine a responder. Me hablaron del hospital diciendo que soy el último número con el que él habló. Y dijeron que está muy grave.
-Anne, qué le sucedió? Dónde está? Sus Padres están aquí, no es así?
al momento comenzó a asentir y temblaba de nervios.
-no sé cómo decirles. No quiero que él muera. Él ha estado conmigo sin cuestionarme nada, sin reclamar nada. Él me ama solo por que sí y soy tan imbécil que no lo había visto.
-Anne, esto va a sonar muy difícil para ti, pero debes calmarte, debes respirar y tratar de enfocar tu mente.

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