Todo Lo Que Ella Me Hace Sentir.

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James
Después de que Sky y su nuevo amigo se marcharon me puse de pie para pagar la cuenta mientras Jessica fue al baño.
Estaba muy inquieto, mi teléfono sonó y al mirar vi que Sky me había enviado su ubicación en tiempo real, eso me tranquilizó ya que así podría saber exactamente donde estaba en caso de cualquier emergencia que tuviera.
Jerry el joven encargado de preparar los cafés se acercó a mi e hizo un comentario que me tranquilizó un poco más.
-Estoy seguro de que tu amiga estará a salvo, Andrew es un cliente frecuente del café. te puedo asegurar que es una persona confiable y sincera.
-eso me tranquiliza. Sky es muy importante para mí y me preocupa su seguridad.
-si, se nota que te preocupa pero puedes estar más tranquilo. También es amigo de mi tío, el dueño del café. Tenemos bastantes referencias sobre él.
-muchas gracias por decirme.
-no hay de que.
Jerry guardó silencio inmediatamente vio a Jessica llegar a mi espalda, me di la vuelta y ella tomó mi brazo con una enorme sonrisa en su rostro.
Salimos del lugar y subimos a mi auto.
-bien, entonces qué te gustaría cenar?
-no lo se, en realidad no me siento hambrienta. Si quieres podemos ir a mi hotel o a tu departamento y pedir algo. Cenar mientras vemos una película...
Sonreí al escucharla ya que era obvio que ella quería ir a un lugar privado. Tomé mi teléfono y revisé la ubicación de Sky, vi que ella ya había llegado al departamento. Decidí aceptar la oferta de Jess sobre tener sexo y dejé a un lado mi teléfono.
-eso suena bien. Vayamos a tu hotel.
Ella me sonrió y antes de que yo encendiera el auto se giró y acercó hasta mi para jalar mi rostro y plantar un beso.
Muchos meses atrás eso habría sido muy excitante, sin embargo en este momento se sentía frío y superficial. Llevé mi mano hasta la parte trasera de su cuello y la traje más hacia mi. A ella pareció gustarle, por el contrario a mi me resultaba muy forzado lo que estaba sucediendo. Detuve el beso y ella sonreía muy emocionada por lo que venía.
Mientras me dirigía al hotel mi mente estaba analizando la situación.
Conocí a Jess en la universidad, ella me era muy agradable y siempre me pareció hermosa. Hubo un tiempo en el que consideré la posibilidad de tener una relación sentimental con ella. Fuimos buenos amigos durante mucho tiempo y en el último año algo pasó entre nosotros pero solo fue una ocasión ya que ella quería algo formal y yo solo buscaba con quien pasarla bien sin tener ningún compromiso.
Al terminar la universidad cada uno tomó su propio camino y fue en ese último día donde ella esperaba más de mi. Le hice saber que me gustaba pero que yo no estaba buscando lo mismo que ella en ese momento.
Seria muy complicado intentar algo ya que nuestros proyectos habían marcado diferentes destinos para cada uno.
Acordamos que si en algún momento nuestras vidas se llegaban a cruzar lo intentaríamos.
Al parecer este era nuestro momento y ella se veía muy entusiasmada por nuestro reencuentro, así lo planteó durante nuestra charla.
Jessica me cuestionó sobre Sky y le dejé en claro que solo era mi amiga ya que ella había encontrado en ese mismo café a alguien que le agradó mucho o así pareció.
Conduje al hotel y al llegar subimos a su habitación, en el elevador ella se acercó a besarme nuevamente y está ocasión yo le correspondí abrazándola.
Llegamos a su habitación y entramos de inmediato.
Jess cerró la puerta y me quedé de pie observando el lugar. Ella me abrazó desde la espalda y me pidió que me pusiera cómodo, que no tardaba en regresar.
Me quité mi saco y lo dejé sobre el sofá, me quedé parado observando por la ventana todo el panorama. Su habitación estaba en el piso 16 y desde ahí se podía observar hacia mi departamento. Pude ver la luz de la habitación de Sky encendida y las cortinas abiertas que se ondeban con el viento.
Un sentimiento de nostalgia me invadió.
Yo deseaba estar justo ahí, a su lado. No importaba que entre ella y yo no hubiera ningún tipo de contacto físico. En este instante prefería estar escuchando su voz, haciéndola reír o solo pasar el tiempo cerca de ella a estar aquí a punto de tener sexo con mi antigua amiga.
Mi mente seguía perdida mientras desabrochaba las mangas de mi camisa y daba un pequeño doblés.
Escuché la puerta del baño abrirse, los pasos de Jess viniendo a mi y sus manos colocarse en mi espalda recorriendolas suavemente. Se movió para quedar de frente y ahí noté que solo estaba usando un juego de lencería blanco. Jess siempre fue muy delgada, su cuerpo era bonito y delicado.
Su cabello rojizo estaba suelto y ligeramente ondulado cayendo por su espalda y hombros. Sonreí sin saber que decir.
Jess tomó mi mano y me indicó el camino a la cama. Ella subió y se puso de rodillas mientas yo me quedé de pie al borde.
Se estiró para besarme y quitar mi camisa.
Mientras lo hacía metí mi mano en mi bolsillo y dejé caer un par de preservativos en la cama.
Cuando ella terminó con mi ropa y me vió tomar un condón intentó que no lo usara pero le aseguré que así me sentía más tranquilo.
Durante nuestra experiencia juntos me sentí intranquilo, nunca estuve completamente cómodo o relajado.
En parte me sentía culpable de traicionar a Sky con quien ni siquiera tenía algo.
Jess se quedó recostada a mi lado, se veía feliz mientras hablaba de lo increíble que había sido y de lo mucho que lo había esperado.
Yo jugaba con su cabello y la observaba.
Ella no merecía que yo me portara como lo estaba haciendo. Las cosas habían cambiando en mi vida y el interés que sentía por ella tiempo atrás se había desvanecido.
Comencé a hablar mientras ella se acomodaba sobre mí pecho para dormir.
-Fue muy satisfactorio, Jessica. Pasó mucho tiempo desde aquella vez.
-así es, no sabes cuanto lo esperaba. Eres maravilloso en la cama, Jay.
-James.
Una molestia se encendió en mi al escucharla decirme Jay. Todas las personas a mi alrededor me hablaban siempre por mi nombre tal cual, la única persona que al hablarme en ocasiones me llamaba así era mi pequeña amiga, sumado a eso solo lo hacía en ocasiones especiales. No pude esconder mi molestia con Jess diciendo mi nombre completo indicando que prefería que ella me dijera así. Lo tomó bien, parecía no darse cuenta de mi comentario brusco.
-James, es verdad. Jamás te ha gustado que te llamen de otra manera.
Tomé mi teléfono y al revisar vi que tenía una gran cantidad de mensajes entre de ellos uno de Justin. Le escribí rápidamente que me marcara y así lo hizo. Mi teléfono comenzó a sonar y me puse de pie mientras respondía tomando mi ropa interior para dirigirme al baño.
Fingí que Justin me había marcado para alguna emergencia que debía atender y Jess al escucharlo se quedó en la cama. Colgué la llamada y de inmediato le comenté que debía irme. Me metí a la ducha rápidamente aún con agua fría para enjuagar mi cuerpo cuidando que mi cabello no se mojara.
Me sequé y me puse mi ropa interior.
Jess me miraba un poco desanimada mientras yo me vestía.
-en verdad tienes que irte? Ni siquiera hemos cenado. Pretendía quedarme durmiendo sobre tu pecho toda la noche.
-Jess, lo lamento. Debo ir a arreglar un par de cosas. Discúlpame. Mi vida ahora es así. A cualquier hora debo estar al pendiente de todo.
-entiendo. Entonces ve a hacer tus deberes. Nos vemos mañana?
-eso creo. De cualquier forma tienes mi número. Estamos en contacto.
Me acerqué a despedirme de ella. Y dudé demasiado en cómo despedirme.
Decidí besar su frente y antes de alejarme me jaló sobre ella para besarme. La dejé por unos cuantos segundos y me alejé fingiendo que se hacía muy tarde. Sonreí y salí de la habitación.
En cuanto cerré la puerta me sentí muy aliviado. Pensé que sería diferente después de tener sexo con ella. Pensé que me sentiría satisfecho y relajado después de tanto tiempo sin tener ningún contacto de ese tipo pero no era así.
Llegué al auto y lo primero que hice fue revisar si Sky estaba en línea, por suerte así fue. Miré a los asientos de atrás y ahí estaba el ramo de flores que yo le había regalado.
Encendí el auto y me dirigí a comprar un par de hamburguesas y papas para dirigirme al departamento a cenar con ella.
Al llegar fui a su habitación y me invitó a sentarme con ella ahí a cenar. Ninguno mencionó nada sobre nuestras "citas".
Nos quedamos mirando la película y después de cenar quedé rendido en su cama sin darme cuenta.
A media noche desperté y la vi durmiendo cómoda y pacíficamente.
Sky me había cubierto con su frazada favorita y yo no quise irme a mi habitación.
Me volví a acomodar entre las almohadas más cerca de ella aún sin tocarla.
Permanecí quieto observándola dormir.
Sky me parecía la mujer más hermosa que podía existir, su ternura era algo que me mataba además de su hermosa forma de ser.
Nadie en la vida me había hecho sentir tantas cosas sin siquiera haber tenido sexo con ella.

Continuará...

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