Caramelo

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Sky
Desperté muy asustada y al observar a mi alrededor me di cuenta que estaba a salvo, me dirigí a hablar con James y aunque lo intenté, no pude hacerlo, aún me sentía rota.
Mi hermoso amigo se portó de una forma maravillosa conmigo, me estuvo apoyando y me abrazó fuerte cuando se lo pedí.
Me pude tranquilizar, él me preguntó que pensaba hacer y estaba decidía a levantar cargos en contra de Scott. No iba a permitir que alguien más sufriera algo parecido a lo que yo por culpa de ese desgraciado.
Pasamos un rato que para mi fue eterno en las oficinas de la policía, una doctora me examinó y tomó evidencias de mis heridas provocadas por él.
Me sentía sumamente triste, me reconfortan a que James jamás se apartó más de un par de metros de mi.
Salimos de las oficinas y quise ir a otra parte para no tener que ver la detención de aquel despreciable sujeto.
James me llevó a la orilla del muelle, me sentía rota pero en paz al tener su compañía.
Mencionó que yo era un arcoiris y realmente alegró mi terrible día. Nos sentamos a beber café y decidí platicarle mi trauma por la experiencia que había tenido años atrás.
Sostuvo mi mano e incluso lo noté afectado.
Le pedí que me acompañara a beber alcohol, mis nervios seguían alterados y pensé que eso me calmaría.
James aceptó y fuimos de vuelta al departamento. Todo estaba en calma ahí adentro, lo sentía como mi lugar seguro.
Cenamos al mismo tiempo que James sirvió dos vasos de whisky, bebí uno tras otro, James me estaba intentando racionar la bebida y cuando se dió cuenta que cada vaso que bebía me relajaba más me dejó seguir, él dejó de beber para cuidar de mi.
Estuvimos escuchando música y platicando mientras la lluvia caía afuera estrepitosamente, el viento ondeaba las delgadas cortinas.
Mi teléfono sonó en varias ocasiones pero decidí no responder, era Andrew y yo no estaba de humor para hablar con él y explicar como me sentía, en especial después de lo que había ocurrido ayer con él.
Cada vez nos fuimos acercando más y más sentados en el sofá hasta que quedamos hombro con hombro. Hablábamos de cualquier tontería, él me platicaba de sus días en la universidad y cada pregunta que yo hacía él la respondía sin ningún problema, me encantaba la naturalidad con la que fluían nuestras conversaciones y risas, lo más bonito de todo era verlo sonreír.
Terminé recostada en el sofá, muy mareada así que James se levantó para ponerme un cojín en el cuello para no ahogarme, poco tiempo después él se acomodó a mi lado y me abracé a su cuerpo hasta que no supe más.
Desperté asustada y vi que estaba empezando a amanecer. Me levanté buscando mi teléfono y de inmediato vi a James sentado a mi lado observándome en silencio con una taza de café en sus manos. Me sonrió y me extendió aquella bebida caliente. Me sentía terrible por el efecto del alcohol, tenía náuseas y pese a todo eso necesitaba ir a alistarme para ir a la academia.
-muchas gracias, por todo.
Solo asintió y cambió el tema.
-iras a trabajar? No prefieres quedarte aquí y descansar. No estas acostumbrada a beber como lo hiciste anoche y supongo que te sientes terrible.
-seguramente me veo igual de terrible como me siento, pero no. No puedo quedarme aquí.
Necesito esto, necesito ir a trabajar y continuar con mi vida. No me puedo permitir hoy estar igual que ayer.
-Sky, no te hace débil descansar un día, no es prolongar lo que estás sintiendo, es solo consentirte a ti misma y permitir que te recuperes de todo esto.
-estoy bien, no tienes que preocuparte. Iré a ducharme.
Me levanté y huí de ahí lo más rápido que pude antes de que él me convenciera de quedarme ahí encerrada. Necesitaba distraerme y continuar con mi vida.
Me desnudé en el baño y me miré en el espejo como recordatorio de que no le iba a dar a Scott el poder de arruinar todo el avance de años de terapia y miles de lágrimas derramadas.
Me metí bajo la regadera y me quedé ahí un rato disfrutando la sensación placentera del agua tibia y del jabón resbalando por todo mi cuerpo.
Me puse un vestido de manga 3/4 muy ajustado en color rojo que me daba hasta abajo de la rodilla, unas deportivas casuales blancas y mi chaqueta de mezclilla.
Me maquillé muy poco y pinté mis labios con gloss. Me puse unos aretes pequeños acompañados de pequeñas y exquisitas cadenas doradas.
Una vez que estuve lista me miré al espejo y tomé mi bolso para salir. James ya estaba esperándome con el desayuno listo, al verme sonrió y mencionó que me veía muy bien.
Vi que James no estaba arreglado para ir a trabajar, él tenía ropa deportiva y su maleta del gimnasio. Decidí no preguntar nada, me dejó en la academia y antes de irse me preguntó si tenía planes para hoy. Respondí que no, que no tenía planes y que estaba enojada con Andrew.
Acordamos que pasaría por mi a la hora de la comida y nos separamos.
Entré a la academia y lo primero que vi fue a Sebastian quien vino de inmediato a saludarme. No me sentía de humor para fingir ser agradable con él así que ignoré todos sus intentos por sacarme plática hasta que me hizo enfadar, respondí de una forma molesta y enseguida entré a mi salón para ordenar el material de mi clase de hoy.
Mi día transcurrió tranquilo y con normalidad, a la hora de salida tomé mi bolso y me dirigí a la parte frontal donde James solía esperarme.
Vi que él se estaba estacionado mientras yo iba caminando hacia él.
Mi perfecto amigo bajó de su camioneta y se quedó de pie esperando a que yo llegara a alcanzarlo.
-Hola, hermosa.
-Hola, guapo. A donde iremos a comer?
-no lo sé, a donde tu elijas pero antes... Tengo algo para ti, es un regalo que espero te enamores de él.
-un regalo? Jay, no tenías que. Ya haces demasiado con no dejarme sola.
Me acerqué a darle un abrazo y mi perfecto chico de ojos azules me sostuvo entre sus brazos, duró bastante pero jamás lo sentiría como suficiente. Amaba la sensación de tenerlo cerca.
-lista para tu obsequio?
-si, lo estoy. Me siento emocionada.
-eso es grandioso. Ahora, cierra los ojos y espera a que lo traiga.
-está bien.
Me quedé ahí de pie con los ojos cerrados esperando a que Jay me diera mi obsequio, sentí que cuidadosamente tomó mi bolso y dejé que lo hiciera, seguía en espera.
Escuché la puerta de la camioneta cerrarse y a Jay acercarse a mi.
-abre los ojos
Al hacerlo, vi a Jay parado frente a mí sosteniendo una caja de regalo blanca con un enorme moño rosa.
-es una caja hermosa!
-ábrela y ve lo que contiene.
Me acerqué con mucha curiosidad de lo que había adentro, estaba segura que no era un regalo de broma donde te salta algo, jay no me haría una broma de ese tipo.
Levanté la tapa y la puse sobre el cofre de la camioneta, aún no alcanzaba a ver adentro así que James se agachó un poco para permitirme ver.
Lo miré a los ojos y enseguida vi adentro de la caja. De inmediato mis ojos se llenaron de lágrimas y no pude contener mi llanto.
Miré a Jay a los ojos, él estaba muy emocionado de ver mi reacción.
-no lo puedo creer, en verdad es para mi?
-así es, es tuyo. Te gusta?
-me encanta. Es lo más hermoso y adorable que he visto.
Mis lágrimas seguían escurriendo, las limpié y metí mis manos adentro de la caja para tomar a mi pequeño y adorable nuevo mejor amigo.
James me había regalado un cachorro blanco con manchas negras, sus ojos eran impresionantes, uno color café miel y el otro azul.
Estaba despierto, lo cargué y abracé mientras le daba besos en su pequeña cabeza.
Estaba muy feliz de por primera vez en la vida tener a un perrito que cuidar y mimar, otro factor importante era que James fue quien lo trajo a mi.
-tus lágrimas son de felicidad? Es que comienzas a preocuparme.
-si, lo son. No tienes idea de cuánto significa esto para mí. Mil gracias, Jay.
-me alegra mucho que te emocione tanto.
-este pequeño y Kiwi son de los mejores obsequios de toda mi vida. Estoy enamorada de esta cachorrito hermoso.
-me alegra que sea así, él fue quien te eligió.
-de qué hablas?
-Fui a un centro de mascotas y mi idea era adoptar o comprar, se escucha algo feo eso, no quería decirlo. El punto es que quería un compañero para ti, alguien que te acompañe a todos lados y te cuide. Después de una larga espera y charla con uno de los veterinarios y adiestrador canino llegamos a la conclusión que traería conmigo a un cachorro, así ambos se adaptaran y lo podrás educar como tu quieras. Después fuimos a ver a los cachorros, yo traía en la camioneta tu bufanda así que la llevé ahí y la puse en el piso un poco lejos de mi. La mayoría de cachorros andaban jugando, otros durmiendo y él fue el primero en venir a mi, olió mi mano y después se fue buscando tu bufanda, la olfateó un poco y decidió acomodarse entre ella y acostarse ahí. Así que él te eligió, Sky.
Escuché a James y me conmovió demasiado lo mucho que él pensaba en cada detalle de lo que hacía.
Subimos a la camioneta y nos dirigimos a la veterinaria para comprar lo necesario para una estancia cómoda de mi pequeño.
Al ser un gran danés su crecimiento sería desenfrenado, por lo cual elegimos la cama más grande, el veterinario lo examinó y nos indicó cuál sería su alimentación.
Desde que lo abracé no quise soltarlo, James se veía muy contento de elegir las cosas para mi cachorrito. Compramos comida para nosotros en el camino y decidimos ir a casa para instalar al pequeñito.
Al llegar al edificio León y Edd conocieron a mi amiguito y después subimos al departamento.
Puse su camita en el piso y lo puse ahí cubriéndolo con su mantita, lavé mis manos y me senté a comer con Jay.
-ya pensaste en un nombre para tu pequeño que no será pequeño por mucho tiempo?
-si, ya lo pensé. Su nombre será Caramelo
-me gusta, es un nombre tierno, le va bien.
-gracias Jay, no sabes lo feliz que me hiciste.
-me di cuenta por tus lágrimas, tus expresiones y la forma en que lo miras. Espero que Kiwi no se ponga celoso, o que Caramelo no se coma a Kiwi de un bocado.
-no, eso no va a pasar. Ellos se van a llevar bien, se tienen que llevar bien. Ambos son mis bebés y hay mucho amor para ambos.
-algún día serás una excelente mamá, si es que así lo decides.
solo sonreí y no respondí, no quería volver el momento melancólico mencionando que mis posibilidades de tener un bebé eran muy escasas.
Después de cenar Jay tomó a Caramelo quien apenas intentó despertar y lo abrazó, después comenzó a verlo con detenimiento y lo acostó sobre el sofá. Yo no lo había hecho por que no sabía si él estaría de acuerdo con permitirle subirse a los muebles, yo no estaba segura si se lo iba a permitir. Era el primer cachorro del que me iba a encargar y tenía que investigar y aprender sobre todo lo posible para darle la mejor vida que pudiera.
James se quedó acariciándole mientras el bebé dormía y yo los observaba a los dos, estábamos muy entretenidos viéndolo dormir y platicando cuando el timbre sonó, James se dirigió a abrir y escuché una voz familiar, Andrew había venido aquí a verme.
-James, hola. Vengo a ver a Sky.
-adelante, pasa. Ella está aquí.
Yo sentía demasiado cariño por Andrew, sin embargo este no era el momento en que quería verlo.
Al instante que se acercó comenzó a estornudar, al ver a Caramelo mencionó que era alérgico a los perros y que se mantendría alejado.
-Hola, bonita. Y ese perrito?
-es mío, te presento a mi adorable Caramelo.
-de donde salió?
-James me lo acaba de obsequiar.
A Andrew pareció no agradarle escuchar eso, miró a mi guapo amigo intentando sonreír pero los tres sabíamos bien que estaba molesto.
James pensaba darnos privacidad y cuando mi apuesto de ojos azules intentaba irse, Andrew hizo la invitación a ambos de acompañarlo al día siguiente a la exposición de sus fotografías en una galería del centro.
La invitación de James contenía un pase doble, se aseguró de mencionar que Jess estaba invitada.
Mi perfecto compañero lo felicitó y agradeció, Andrew al ver a mi pequeño cachorro nuevamente se despidió de mi, iba a besarme pero me sentí muy incomoda y abracé más cerca de mi a mi cachorro para que se mantuviera alejado, me dió la invitación y después de eso se marchó.
-parece que a Andrew no le gustó tu nuevo bebé, creo que no querrá ser papá de tus criaturas.
-bromeas? Tú eres el papá de Kiwi y de Caramelo, Andrew y Jess son los padrastros de nuestros hijos.
James río fuertemente y me arrebató Caramelo para abrazarlo y hablarle al oído.
Vaya padrastro que te consiguió tu mamá, es alérgico a ti y de Kiwi ni se diga, creo que no le hace mucha gracia.
Reí de lo que aquel hermoso hombre decía, enseguida James se fue a su estudio por una llamada y yo me fui a mi habitación para presentar a Kiwi con su nuevo hermano.
Me acosté en la cama y traje a los dos a mi lado, ambos se olfatearon y poco después se quedaron dormidos muy cerca el uno del otro.
Jay tardó en desocuparse así que fui por la cama de caramelo y la traje a mi habitación, lo acomodé bien y me acosté a dormir.
Al día siguiente James me llevó a la academia, nos despedimos y fui a dar mis clases.
Al dar las 5:30 fui al baño a arreglarme un poco, acomodé mi cabello que estaba ligeramente alborotado, ordené los enormes rizos y me miré al espejo. Había optado por una falta larga azul rey, zapatillas y blusa negra. Mis aretes resaltaban con la pulsera que estaba en mi muñeca. Salí para esperar un taxi.
Llegué al lugar y me di cuenta que Jess y James venían llegando al mismo tiempo, los saludé y cuando nos dirigíamos a entrar, Jay tuvo que volver al auto por unos papeles que Justin necesitaba.
Caminé con Jess hasta el primer filtro de la entrada aguardando a que Jay volviera.
De pronto, noté que Jess se mareó y la tomé del brazo cuando ella trató de sostenerse de mí.
-estas bien?
-si, lo lamento. Me sentí mareada pero no pasa nada, sigamos.
-estás segura? Podemos aguardar el tiempo que necesites.
-estoy bien, tengo una sospecha de que es y te digo algo? Me pone un tanto nerviosa.
-es algo bueno o malo? No estoy entendiendo.
-creo que estoy embarazada del bebé de James.
Lo dijo como compartiendome su mayor secreto y con una cara de emoción fingida.
Sentí una sacudida en mi interior, mi corazón explotar en mil fragmentos y un vacío inmenso en mi estómago. Aquella hermosa pelirroja llevaba en su interior al futuro bebé de mi adorado amigo?
Mi rostro por supuesto fue de sorpresa, estaba por decir alguna palabra pero no pude hacerlo, no sabía que decir y estaba lo suficientemente triste para soltarme a llorar si decía algo.
No debía sentirme así, ni reaccionar mal, pero la tristeza me invadió. Al mismo tiempo que Andrew vino a Saludar, James regresó, tomé el brazo de Andrew y lo seguí adentro intentado huir de la situación anterior.
La otra pareja venía atrás caminado, Jess había tomado el brazo de James y yo no quería mirarlo a él directamente.
En la galería habían muchas personas que jamás había visto pero todas saludaban a Andrew muy contentos y elogiaban su trabajo, mi adorado Andy me presentaba como su novia y yo me esforzaba por lucir feliz cuando no lo estaba.
Ahora no sabía como iba a disimular toda la noche mi tristeza y mal humor.
James
Sky estaba muy feliz y emocionada por su pequeño cachorro, el verla feliz me alegraba infinitamente. Estábamos observando al pequeño cuando el timbre sonó, en esta ocasión ella no tuvo ninguna reacción, solo estaba ahí observandolo sentada en el piso.
Al abrir la puerta vi a Andrew, lo saludé e invité a pasar. A aquel joven hombre pareció disgustarle que Sky tenía al cachorro y exageró su reacción alérgica para no acercarse.
A mi parecer era un imbécil por portarse así cuando a Sky le encantaban los animales y no le costaba nada mostrar interés real en los gustos de su novia.
Yo iba a retirarme cuando él me invitó a la exposición de sus fotos, hizo énfasis en la asistencia de Jessica, lo felicité y agradecí. Solo dos minutos después Se despidió para irse.
Una llamada que debía atender entró y dejé a Sky mientras resolvía mis asuntos. Me desocupé muy tarde, fui a su habitación y estaba dormida con caramelo junto a su cama.
Cerré su puerta y me fui a dormir, aun seguía enojado por lo sucedido con Scott. Me alegraba que Sky estuviera tranquila.
Me levanté para alistarme y esperar a Sky, al desayunar la vi y lucia hermosa, tenía su cabello hasta le hombro rizado naturalmente, su maquillaje era ligero y perfecto. Vestía una falda larga azul que se veía metálica y una blusa negra muy ajustada y de manga larga, supuse que era para ocultar las heridas de sus brazos y hombro.
La dejé en la academia y me fui a la oficina, después pasé por Jess para ir a la exposición de Andrew.
Jess se veía muy guapa, tenía un vestido negro ajustado hasta abajo de la rodilla, un saco blanco y zapatillas blancas, a juego con su bolsa de mano. Jess vestía formal y era muy guapa, pero me parecía simple. En su forma de ser, en su forma de hablar, en su actuar. A ella la conocía de tiempo atrás y nada había cambiado, en cambio con Sky todo se sentía diferente, ella siempre me sorprendía y me encantaba convivir con ella, escucharla reír o que ella me provocaba una risa espontánea. Sky me hacía sentir vivo.
Al llegar a la galería bajamos del auto y vi a Sky llegar en un taxi, me sentí tan arrepentido de no haber quedado en pasar por ella, pero supuse que Andrew lo haría. Jess la saludó y yo iba a entrar con ellas pero tuve que volver a mi vehículo por algunos papeles que debía revisar.
Tardé lo menos que pude y regresé con las dos hermosas damas que me esperaban.
Antes de que yo llegara Andrew apareció y besó a Sky con insistencia, intenté no mirarlos, sentí envidia de Andrew por poder tener esa cercanía con mi pequeña y perfecta amiga.
Comenzamos el recorrido, cada foto era hermosa, sin lugar a dudas Andrew era muy talentoso,
Estábamos caminado por los pasillos los 4 juntos, entre aquellas fotos habían algunas de mujeres que se notaba que eran modelos, al llegar a la 5ta foto dando la vuelta a la derecha vi una maravillosa foto que me atrapó por completo.
Los colores de la foto eran muy tenues, pero eso no le quitaban ni una milésima a lo que mis ojos observaban y la sensación que tuve al verla.
Era una foto tomada desde la espalda de una mujer desnuda sentada enmedio de una cama desarreglada, su cabello estaba sostenido de una forma descuidada, la silueta de su cuerpo delgado y delicado.
Aquella mujer no tenía ni una sola prenda, la exquisita línea lateral de su cuerpo mostraba las enormes proporciones de su cadera y pecho comparadas con su cintura. Su mano izquierda cubría su pecho y sus dedos reposaba con calma abajo al lateral de sus costillas. Su mano se veía perfectamente arreglada y delicada, el esmalte de uñas blanco lo había visto en persona, Sky se había hecho las uñas apenas el fin de semana pasado cambiando del tono rosa al blanco actual. Su glúteo se veía perfectamente redondeado.
Me percaté que había estado mirando la fotografía por mucho tiempo, aparté mi vista y lo primero que hice fue mirar a Sky, ella salió de la impresión de la foto al mismo tiempo y supongo que por reflejo me miró, traté de disimular mis expresiones manteniendome serio, Sky miró a Andrew pero se veía enfadada, muy enfadada. Vino a mi mente la idea que quizá esa foto la había tomado sin el consentimiento de Sky y eso la había enfurecido.
Jess era ajena a todo eso, ella estaba más interesada en ver. A las personas que estaban ahí.
Andrew se notó confundido y prefirió seguir avanzando para mostrarnos las demás fotos.
Avanzamos y cada oportunidad que tuve volteé a mirar aquella foto de mi pequeña amiga, ni siquiera la veía con morbo, simplemente era una foto preciosa, delicada y perfecta, no era algo erótico, era sumamente artístico.
Pasó una hora y seguíamos ahí platicando y recorriendo el lugar.
Sky y Andrew estaban a unos tres metros de distancia de Jess y yo.
De pronto noté que todos miraban hacia una pared que estaba frente a Sky, las luces bajaron y se empezó a reproducir una especie de cinta, habían muchas fotos de Sky y Andrew en diferentes lugares, había algunas fotos donde Sky estaba recostada Y donde obviamente ella estaba desnuda en el que supuse sería el hogar de Andrew.
Mi corazón se aceleró al darme cuenta de lo que estaba sucediendo. Sky se veía confundida y un poco asustada, miró a su alrededor mientras Andrew hablaba diciendo que el tiempo que habían pasado juntos había sido maravilloso y un montón de cosas cursis, Sky me miró y al hacer contacto visual conmigo lo único que pude hacer fue sonreír, sentía todo el caos en mi interior de la respuesta de Sky pero solo pude sonreírle.
Sus ojos se llenaron de lágrimas y miró a Andrew al momento que él se estaba poniendo de rodillas para pedirle que se casara con él y mostraba el pequeño estuche con un anillo al interior. Sky tardó varios segundos en reaccionar y Andrew lucía preocupado, ella volvió a mirar a todos alrededor y antes de llegar a mi volvió a mirar a Andrew y asintió, las lágrimas resbalaban por sus mejillas, él se puso de pie y ella lo abrazó escondiendo su rostro en su cuello. Todos aplaudían y decían cosas hermosas, Jess me miró sonriendo y atenta a aquella pareja que acababa de comprometerse. Disimulé todo lo que pude mis ganas de salir corriendo de ahí para no verlos más. Mi pequeña Sky ahora estaba comprometida con aquel idiota alérgico a los animales preferidos de ella.
Al soltarse Andrew colocó el anillo en su dedo ella miró a los demás y sonrió, yo sabía que su risa no era sincera pero no entendía y no quería aceptar que ella había dicho si a la propuesta de Andrew. No acaso estaba molesta con él? Eso era lo que en realidad Sky quería? Ella solo quería comprometerse con alguien y ser la esposa de alguien sin importar quien?.
Ni siquiera sabía como iba a decirle felicidades por tu compromiso a ella sin querer llorar de enojo y suplicarle que no se casara con ese imbécil. La brecha entre nosotros se había expandido y la sentía como el fin de todo lo que pude imaginar con ella.
Continuará....

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