Sky
Desperté muy temprano y me arreglé para ir a la academia. Como de costumbre James me fue a dejar. Tuve un día normal con los chicos ya que al parecer mi clase les gustaba mucho y no causaban problemas.
A la hora de salida regresé a casa. Pedí algo de comer ya que Jay me avisó que no comeriamos juntos. Más tarde él pasó al departamento para cambiarse e ir juntos al gimnasio. Estaba un poco estresada de saber que tendría que convivir con Liam después de nuestro intento fallido de cita aunque no me preocupaba ya que el imbécil había sido él. Durante el trayecto Jay me platicaba de sus asuntos y lo escuchaba con atención, no tocamos el tema hasta que nos estacionamos afuera del gimnasio.
-Sky, estas segura de querer entrar? Si tu quieres podemos cambiar de gimnasio.
-no Jay, por qué haríamos eso? Él fue quien arruinó las cosas. No voy a huir de esto. Estoy bien y muchas gracias por preocuparte.
-perdón, no traté de insinuar que no eras lo suficientemente fuerte para enfrentar esto. Solo quiero que sepas que cuentas con mi apoyo total y si llega a molestarte dime, y te ayudaré a poner un alto si tu así lo quieres.
-muchas gracias, eres increíble.
Le sonreí y bajamos del auto para subir a hacer ejercicio.
Al entrar no vi a Liam, pusimos nuestras cosas en los lockers para enseguida comenzar a calentar. Estaba en la elíptica cuando Ryan se acercó a hablar con James.
Unos minutos después vi a Liam aparecer y venir directamente a mi. Lo traté como si no hubiera pasado nada.
-Sky, hola.
-Hola Liam
-yo... Estoy muy avergonzado contigo. Lamento mucho lo que sucedió el otro día.
-escucha, hagamos como si eso nunca hubiera pasado. Te parece?
Al decirlo noté que él se relajó e incluso una sonrisa apareció en su rostro. De inmediato quiso volver a intentar algo conmigo y eso sí me enfureció aunque traté de no darlo a notar y hacerle ver que no me importaba.
-bien, muchas gracias. Me alegra mucho que lo tomes así.
No respondí solo seguí en lo mío y me moví unos pasos. James y Ryan hablaban ahí cerca y nos veían disimuladamente pero no perdian detalle de lo que pasaba. Liam me siguió y volvió a insistir.
-Sky, entonces crees que tu y yo podríamos salir otra vez? Déjame arreglar las cosas. La pasamos muy bien y creo que quedaron un par de cosas pendientes...
En ese instante me giré y muy seria le respondí.
-no te confundas. Eso no se va a repetir ni va a pasar nada más, nunca. Tuve suficiente de ti.
-Sky, por favor. Yo...
-basta Liam. Ahora si vas a seguir insistiendo creo que lo mejor es que cambie de entrenador si tu no puedes hacer tu trabajo.
Al momento comencé a caminar y me alejé más de él. Comencé con algunos ejercicios mientras por el espejo podía ver a Jay y a Ryan viendo a Liam fijamente. Ryan de inmediato se alejó de ellos y vino conmigo para decirme cual sería mi rutina. Seguí prestando atención a Jay cuando Liam se acercó a hablarle un poco apenado.
-James, hola. Yo... Estoy apenado con Sky por lo que sucedió. Le pedí una disculpa y quería hacerlo contigo también...
James se quedó serio mirándolo y de inmediato se dió la vuelta riendo de forma burlona. El idiota de ojos verdes lo siguió intentado averiguar que sucedía.
-James, que sucede? Sky no te contó nada?
-podría decirte que te alejes y dejes de molestarla. Pero Sky es suficientemente fuerte para hacerlo ella misma, es una persona increíble y yo podría decirte muchas cosas, sin embargo nada que yo diga se compara con la gran oportunidad que perdiste con ella. La tenías y lo arruinaste. Adivina? No hay nada peor que eso. Imbécil.
James siguió riendo muy divertido y se fue hacia las pesas. Yo me quedé con Ryan quien miró a Liam indicándole que no se acercara.
-bien Sky, entonces haz estos desplantes con eso y unos levantamientos con las KB. Justo así como lo haces está perfecto.
-gracias Ryan.
Él no me mencionó nada y eso me alegró mucho. Durante nuestra hora de ejercicio Liam solo me miraba a lo lejos pero no trató de acercarse. Al finalizar fui por mis cosas y las de James y me senté a esperarlo en uno de los ventanales. Poco tiempo después vino hacia mi y nos marchamos. Él tenía algunos asuntos que arreglar así que llegamos a casa, se duchó y de inmediato se marchó. Yo me quedé en mi habitación acostada en mi cama y trabajando en mi laptop. Había pasado una hora aproximadamente cuando mi celular sonó. Al ver la notificación vi que era una solicitud de amistad de la madre de James. La acepté y casi al instante recibí un par de mensajes de ella. Me preguntó si estaba sola o con James. Le informé que estaba sola. Me preguntó si me podía llamar, respondí que si y le envié mi número. Al cabo de dos minutos vi que me estaba video llamando. Respondí y la saludé muy feliz. La señora era una gran persona, muy amable y me había caído muy bien al igual que su esposo.
-Hola mi niña. Que gusto saludarte.
-Hola, señora McAvoy. Lo mismo digo. Que gusto hablar con usted.
-no es necesario que seas tan formal, cariño. Llámame Eve, no tengo problema con eso. De hecho me hace sentir más joven.
Reí y respondí que entonces así lo haría.
Estuve platicando con ella un largo rato y me contó que me había enviado un paquete para James, era su regalo de cumpleaños y que si se lo podía dar yo en su nombre. Acepté emocionada y platicamos un rato más de algunas otras cosas.
Salí del departamento para ir a traer el paquete y para comprar el regalo de James. No sabía que regalarle ya que él solía tener de todo. En ese momento vino a mi mente un brazalete para hombre que mi madre había diseñado. Fue de la última colección que ellos trajeron para la joyeria de la familia. Me tardé bastante en llegar a la joyeria ya que me perdí en el trayecto y aún no conocía bien la ciudad. Cuando la tuve en mis manos sabía que era perfecta para él.
Regresé a casa y le dejé a León un pastel y un ramo de rosas que yo había comprado para James, se me hizo un lindo detalle darle flores. Al regresar al departamento me di cuenta que él ya estaba aquí. Se escuchaba ruido en su estudio. Rápidamente subí a esconder sus regalos en mi habitación y fui a saludarlo.
Iba a tocar la puerta y me percaté que estaba abierta. Al verme sonrió y me llamó con su mano pidiendo que me acercara. Así lo hice y noté que él estaba terminando de firmar papeles. Colgó la llamada e intercambiamos un par de palabras.
Jay me preguntó si al día siguiente al salir de la academia iría con él a una pequeña reunión con algunos de sus amigos y colegas.
Acepté ya que sabía que seguramente le iban a celebrar su cumpleaños.
No sabía que hacer con su regalo y le mandé mensajes a Eve. Ella me pidió que se los entregara en la noche, al. Volver de su reunión. Fui a dormir para levantarme muy temprano.
Preparé el desayuno para ambos y no le dije nada. Al verlo aparecer me quedé perdida en su imagen. Tenía un pantalón de vestir gris con una camisa rosa muy suave. Se veía increíble. Él me miró de la misma forma.
-te ves hermosa, mira. Sin ponernos de acuerdo combinamos muy bien.
Él se refería a mi falda y abrigo rosa muy clarito combinados con una blusa blanca y bolsa de mano y zapatos a juego rosas.
-así es. Tu camisa se ve increíble.
Nos sentamos a desayunar y cuando y estábamos en el elevador le dije que se me había olvidado algo. Corrí a su habitación y puse sobre su cama la caja de regalo de su mamá con el sobre que venía. Salí corriendo de nuevo a alcanzarlo y nos marchamos enseguida.
El día transcurrió normal. Al llegar la hora de salida él me marcó para avisarme que estaba afuera de la academia. Salí a su auto y nos pusimos en marcha.