Red Velvet

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Sky
Hoy se van los padres de James y también  se acaba nuestra relación de pareja. Estoy un poco nerviosa sobre si nos sentiremos incómodos al quedarnos solos.
Todos estos días se sintieron tan bien y fueron maravillosos, pero no dejo de sentirme culpable por que sé que es importante para él la diferencia de edad.
Me levanté temprano y me puse a hacer el desayuno mientras bebía mi segunda taza de café.
Cuando él bajó bañado y arreglado yo me retiré para hacer lo mismo. Me tardé bastante bajo la regadera y eligiendo mi ropa. Para un día tan nublado elegí unos jeans, un jersey rosa pastel con un abrigo y botines moka.
Salí para almorzar con ellos y después recorrer la ciudad un rato antes de que se marcharán.
James
Mis padres estaban más que fascinados con Sky y me alegraba que ella se sintiera tan cómoda con ellos, su trato se notaba natural.
Después de pasear varias horas fuimos a comer, pasamos al departamento por sus maletas y llegamos al aeropuerto.
Mi madre  quería un café y mi padre acompañó a Sky quien se ofreció de inmediato a traerselo. Me quedé con mi madre a conversar.
-me dió mucho gusto verte y conocer a esa belleza de mujer. Espero que la siguiente vez que nos veamos ya todo sea una realidad.
-de que hablas?- Me quedé sorprendido de lo que mi madre decía.
-que espero que te atrevas a decirle lo que sientes por ella, es obvio que hay química entre ustedes y podríam ser una gran pareja. Se ven muy bien juntos y la interacción entre ustedes es muy natural.
-lo sabes...
-claro que lo sé. Ella "actúa" muy bien, no? -hablas de que no fue creíble? O de...
-James, hablo de que la forma en la que la miras es especial, hablo de que tu la quieres, y me atrevo a decir que ella a ti.
Ustedes fueron sinceros estos días. A que le tienes miedo, cariño?
-la edad, tu sabes el problema que tengo con la edad. Es hermosa, es muy madura y nos llevamos muy bien. Fue muy sencillo montar todo esto. Pero siento que estoy fuera de su sintonía. Son varios años de diferencia.
-el límite es mental. Tu siempre haces lo que quieres, logras lo que te propones. Estoy orgullosa de ti, pero no todo es trabajo y soltería. Al final del día es maravilloso llegar a casa y tener a alguien con quien compartir como fue tu día, experimentar cosas acompañado, viajar con alguien. Querer a alguien y ser querido. Sé que lo que Anne hizo con tu mejor amigo te lastimó pero te aseguro que por primera vez ya no dolió, ya ni siquiera importó. Ella es maravillosa.
Sé claro cariño, no la dañes. Se directo y hablenlo. Espero que esto te de el valor de hacerlo. Las mejores cosas son inesperadas.
Si no estás listo aún, espero que no tardes mucho, por que Sky se gana a las personas muy fácil y si alguien empieza a entrar en su corazón y ve que no hay interés de ti hacia ella, no quiero que lo lamentes más adelante.
-yo... Lo voy a pensar y lo hablaré con ella. Lo prometo.
-no me lo prometas, no lo hagas por mi ni por nadie más. Hazlo por ti y por ella.
Me quedé callado al ver que Sky vino con mi padre.
Al no haber más asientos vacíos me iba a poner de pie pero ella negó con su cabeza, mi siguiente idea fue abrir mis brazos y ofrecerle sentarse sobre mi. Ambos sentimos la mirada de mis padres y ella para no hacer la situación incomoda aceptó, se sentó sobre mis  piernas y abracé su cintura.
Bebimos café del mismo vaso mientras mi madre hablaba con ella, cuando por fin llamaron para su vuelo después de una larga despedida ellos se fueron para abordar. Ambos nos quedamos tomados de las manos hasta que ellos se perdieron en el largo pasillo.
Me quedé pensativo sobre lo que me dijo mi madre, de pronto sentí a Sky soltar mi mano para tomar su bolso y su abrigo. Un silencio se creó entre nosotros, la tensión se podía sentir.
-muchas gracias por todo, te lo agradezco infinitamente.
-no tienes que, no hay problema. Tus padres son encantadores.
-piensas eso por qué su estancia fue corta.
Se comenzó a reír empujando mi brazo.
Abrí la puerta para ella y subió. Hice lo mismo mientras se puso el cinturón y comencé a manejar. Ella iba entretenida en su teléfono y yo pensado en todo. Le pregunté si quería cenar y respondió que no tenía hambre. Ya no contesté y sólo conduje. Llegamos al departamento y una llamada entró a mi teléfono. Contesté y cuando me di cuenta ella ya había bajado, apagué el auto y fui tras ella. La llamada era importante y no podía colgarla así que al entrar a casa ella me hizo señas de que se iría a dormir y me dejó en la sala.
Casi una hora más tarde subí hacia la habitación y al pasar frente a la de ella vi la puerta entre abierta y a ella profundamente dormida.
Me tiré en la cama la cual ahora parecía enorme para mi solo. Me quedé acostado de mi lado mirando hacia el lugar que ella había usado los últimos días. Me acerqué al centro de la cama y hundí mi rostro en la almohada.  Olía a ella, al shampoo que usaba y al aroma de su piel. Eso fue suficiente para encender mis ganas de tener sexo. Sumado a la imagen de haberla visto casi desnuda, los besos que nos dimos los últimos días y la forma en la que se sentó sobre mis piernas.
Sin pensarlo mucho me dispuse a calmar mi excitación acompañado de su exquisito aroma en la almohada.
Sky
Ha pasado ya una semana de que sus padres se marcharon. Todo ha estado normal entre nosotros.
Hemos ido a trabajar y por las tardes hacemos ejercio o salimos a cenar juntos.
Hoy lo estoy esperando a que termine su rutina sentada en una banca mirándolo columpiarse por un gran pasillo de barras. Lo logra muy rápido y dos entrenadores lo felicitan y platican con él. Al mirarme me entiende su mano para indicarme que debo acercarme. Me levanto y voy hacia él.
-quieres intentarlo?
-se ve un poco complicado.
Ryan: creo que será más fácil para ti, eres pequeña y ligera entonces eso facilita bastante las cosas.
Liam: como te sientes de tu hombro? Crees que el peso que hemos aumentado en tu entrenamiento está bien?
-si, me siento bien y lo estoy llevando bastante bien.
Liam: entonces no le veo problema a que lo intentes. En cuanto sientas que se dificulta suéltate y déjate caer.
-ok... Entonces si lo quiero intentar.
-no te preocupes, yo te cuido y si tu me dices ya, yo te sostengo.
-gracias
Miré a James sonriente, al inicio de las barras estaba Ryan colocando un cajón para  que yo me subiera ahí y alcanzara a prenderme de las barras. Liam soltó una pequeña sonrisa al igual que James ya que era obvio que por mi estatura no iba a alcanzar fácilmente y debía tomar mucho impulso. Subí mientras Ryan me indicaba que debía mantener el abdomen rígido, mis brazos debían estar flexionados siempre para no cargar el impacto directamente al hombro y mis piernas podían estar flexionadas y juntas o si me sentía cómoda separarlas un poco para tomar impulso, pero él recomendaba que las mantuviera juntas. Asentí y me tomé de la primera barra.
Seguí las indicaciones que me había dado y dejé de apoyar mis piernas sobre el cajón.
La primera barra se me hizo muy complicada, vi a james justo a mi lado siguiendome. Liam y Ryan me animaban dándome explicaciones de poner más rígido el abdomen o elevar un poco más mi cuerpo sobre la línea de mis brazos. En la tercera barra ellos ya me dijeron que iba excelente y lo hacía bien. Que no tenía que apresurarme.
James seguía atento a mi con sus manos a los costados de mis muslos y logré avanzar por 8 barras que era casi la mitad de aquel pasillo. En ese momento sentí que mis manos ya no soportaban más y decidí soltarme. Caí bien y de inmediato James me abrazó para felicitarme. Ryan dijo que lo había hecho muy bien y Liam me dijo que a partir de eso podíamos ir trabajando más peso en mi entranamiento sin exceder.
Al terminar la platica y despedirnos para salir de ahí vi murmurar a un par de chicas que desde el primer día les molestó mi presencia ya que era obvio que ellas estaban atrás de mi perfecto y musculoso amigo.
-lo hiciste muy bien, tienes bastante fuerza en esos bracitos.
-no decido si fue un cumplido o una ofensa.
-perdona, definitivamente era un cumplido.
Reí y seguí caminado con él hacia los lockers para tomar nuestras cosas.
-Sky, Ryan me comentó que le gustas mucho a Liam y le gustaría salir contigo pero no se anima a pedirte lo por qué no saben que tipo de relación hay entre tu y yo.
-y que le dijiste?
-no aclaré nuestra amistad pero si le dije que debería intentarlo.
-por qué hiciste eso? No quiero salir con él. Ademas no pienso que yo le guste.
-por qué no lo habías notado? Es obvio que siempre te mira demasiado, sonríe exageradamente y se preocupa demasiado de apoyarte en tu entrenamiento.
-yo pensé que solo era muy amable.
Me quedé un poco extrañada de lo que James me decía, no podía creer que aquel castaño musculoso de ojos verdes estaba interesado en mi.
-estás jugando, cierto?
-de qué hablas?
-de qué no crees que él está interesado en ti. Es juego, dime que es así.
-no lo es, como podría yo gustarle cuando tiene a muchísimas mujeres hermosas, con el cuerpo muy trabajado y grandes atributos. De esas que transpiran sensualidad igual que aquellas dos que te miran sin ningún tipo de disimulo y a mi me miran con ganas de desaparecerme.
James se quedó mirándome pensativo mientras esperaba que yo tomara mis cosas. Nos marchamos juntos en silencio y cuando subimos al auto se sentó de lado mirándome muy preocupado, en ese instante le hablé animandolo a compartir que pasaba por su mente.
-que sucede? Dímelo te veo muy consternado.
-por qué no saldrías con Liam?
-ya te lo dije, dudo que sea verdad lo que me acabas de decir. Además es demasiado musculoso, cuida en exceso lo que come, se  la vive con cientos de mujeres como tus admiradoras. Su vida es el ejercicio y siempre que estamos ahí me habla sobre ejercicio con otras personas. Definitivamente no es alguien con quien me gustaría salir, yo no soy su tipo.
-no entiendo eso. Tú Sky Blackwood no te das cuenta de lo hermosa e inteligente  que eres y lo mucho que atraes la atención de gran cantidad de hombres  de ese gimnasio cuando tu llegas?
-por favor, eso no es verdad. Me miran como la pequeña protegida del inalcanzable James. Pero gracias, nueva inseguridad en mi de que todos me observan hacer el ridículo en la mayoría de los ejercicios. Me falta mucha condición física, pero me esfuerzo.
Noté que no respondió más y solo se quedó pensativo mientras nos dirigiamos a casa para ducharnos y cenar.
Comentamos un par de cosas más en el trayecto, nada relacionado con Liam.
Cada uno subió a ducharse y cuando bajé James estaba en la puerta recibiendo pizza.
-que delicia, muero de hambre.
-lo Imaginé, yo también.
James
No podía creer el hecho de que Sky no se siente tan hermosa como lo es. No es posible que alguien como ella se sienta tan insegura de sí misma. 
Por otra parte me alegraba un poco que a ella no le agradara la idea de salir con Liam.
sin embargo lo que mi madre me había dicho seguía rondando por mi mente. En algún momento Sky podría conocer a alguien que si fuera de su agrado, salir con ese alguien y enamorarse.
Mi intención de dar el empujón a Sky con Liam era mi intento de no portarme egoísta. No podía serlo, no con ella.
Mi querida amiga es joven, debe disfrutar su vida al máximo. Este es su momento y yo no puedo interferir, la diferencia de edad me causa conflicto y si no estoy decidido a estar con ella, tampoco debe estar sola.
Días después
Sky
Después de la insistencia de James y la presión de no poder decir que no a mi atractivo entrenador acepté su invitación a salir. Se suponía que iriamos a tomar un café en lugar de nuestra acostumbrada hora de ejercicio.
Llegué con James al estacionamiento del gimnasio y él me miraba muy sonriente. Yo no estaba tan de buen humor ya que prácticamente por culpa de él estaba envuelta en esta situación. James bajó de la camioneta y abrió la puerta para mi. Caminamos hacia la entrada y cuando me detuve ahí a esperar a Liam, James se despidió de mí deseandome suerte. Dió dos pasos antes de regresar rápidamente a mi y sacar de su bolsillo varios condones y ponerlos en mi mano diciendo.
-es mejor que tu lleves los tuyos, seguro los vas a necesitar.
-es solo un café y quizá nunca más se repita. No soy tú, Jay.
-claro, solo un café. Por si acaso lo llevas al departamento por que les queda más cerca, avísame y no me aparezco ahí por un gran rato.
-lo llevaré y lo haremos en tu cama. Eso te parece bien?
-por lo menos invitenme a la diversión. Rió sensualmente y de inmediato se retractó.
-eso sonó peor de lo que debía. Olvidalo. Sólo diviértanse ustedes dos, sin pensar en mi.
Me guiñó y mordió su labio mientras se marchaba riéndose. Mis mejillas ardían desde que me dió los condones que traté de esconder rápidamente en mi bolso. Me había dado más de 6 y apenas terminaba de ocultar el último cuando Liam apareció junto a mi.
-Hola, te ves hermosa.
Mis mejillas se volvieron a encender y traté de disimular. Él extendió un pequeño ramillete de flores, era un girasol con varias flores blancas pequeñas y hojas alargadas. Agradecí y lo tomé. También me dió un casco para irnos en su moto. Me lo puse y me subí con un poco de dificultad. Yo sabía que él tenía un carro plata y el día de hoy se le había ocurrido traer moto cuando yo había optado por ponerme una falda que por suerte era larga pero eso no evitaba que tuve que levantala y enrollarla un poco entre mis piernas para evitar mostrar mi ropa interior.
Cuando por fin nos marchamos él me llevó a un hermoso café que yo ya había visitado con James. Nos sentamos en la terraza mientras esperábamos a que trajeran nuestras bebidas y había una especie de silencio incomodo que él rompió.
-me encanta tu chaqueta. Me gusta mucho la forma en la que vistes y te arreglas.
Liam era bastante lindo y agradable así que yo no podía tratarlo mal o hacerlo sentir mal.  Su comentario me hizo enrojecer no de forma incomoda, si no más bien un poco emocionada y nerviosa.
-gracias por notarlo, me tomo bastante tiempo en elegir lo que voy a usar en mi día. Espera... Siempre me ves en ropa deportiva.
-aún así. Se nota tu estilo particular. Me gustas... Y mucho.
-vaya... Yo....
No sabia que decir, después de todo él se estaba portando como un caballero y era muy linda la forma en la que se estaba acercando a mi. También fue hasta ese momento que noté su atuendo. Llevaba puesta una camisa blanca tres cuartos muy justa, que estaba adornada con pequeños barcos casi imperceptibles. Un pantalón beige y chamarra de cuero café combinando perfecto con sus zapatos.
-no tienes que decir nada, solo quería que lo supieras. Mejor cuéntame, sé que trabajas en una academia con niños y jóvenes. Cuéntame como es eso exactamente.
Pasó más de una hora que se hizo muy corta mientras ambos platicábamos, de pronto él sacó a conversación a James preguntando de una forma amable qué tipo de relación había entre él y yo así que no me quedó otra más que ser sincera y responder con la verdad. Le aclaré que solo éramos buenos amigos y como nos conocimos.
Él mencionó sentirse más tranquilo ahora que lo sabía ya que de principio pensaba que si había algo entre nosotros.
Otra hora más se fue y ya íbamos con el segundo café y yo pedí un cupcake red velvet. Él volvió del baño y cambió su lugar de enfrente a mi lado.
Seguíamos conversando y riendo por mucho tiempo, de pronto la risa se fue apagando y nos quesamos mirando. Él se acercó a mí y comenzó a besarme. Al principio lo primero que vino a mi mente fueron los besos con James, pero pronto me obligué a hacerlos a un lado y solo sentir lo que estaba sucediendo. Liam estaba siendo cuidadoso y tierno, el beso fue bastante largo sin ser grotesco hasta que decidí detenerlo y alejarme un poco. Sonreí y él me devolvió la sonrisa. Seguimos platicando un rato más.
-te gustaría ir a cenar? Hay un restaurante italiano exquisito.
En mi mente solo estaba pensando no digas el nombre, no digas el nombre y lo hizo. Era el favorito de James y mío. Habiendo tantos lugares y Liam me estaba llevando exactamente a los que ya había ido con Jay.
Acepté, salimos del lugar para dirigirnos al restaurante. Cenamos y todo estaba de maravilla. Liam buscaba la oportunidad de besarme, en unas ocasiones si lo permitía pero en otras lo dejaba con las ganas.
Caminamos hacia el estacionamiento para subirnos a su moto cuando él insinuó seguir nuestra cita en su casa. Lo pensé un momento y terminé aceptando. Tenía mucho tiempo  que no tenía ese tipo de contacto y era lo que James esperaba de mi cita lo cual indicaba que yo no le importaba en lo más mínimo de esa forma así que no tenía por qué perder la oportunidad de pasarla bien.
Continuará...

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